Ibón y pico de Bernatuara. Pirineo Aragonés.

 Martes, 4 de Octubre de 2022.

Y llegó el momento de la venganza, tercera ruta en nuestro viaje al pirineo de este año. En nuestra anterior aventura, no pudimos subir al ibón por exigencias de la climatología. Lo podemos recordar en este enlace bañado de agua y otoño: Intento de subida a Bernatuara , aquel día nos juramos volver, y así lo hemos hecho. Una mañana espectacular, con un tiempo inmejorable para caminar por estas cimas, y con sorpresas añadidas que le dieron a la jornada un plus inesperado. 

El caso es que nos ponemos de buena mañana, o eso creíamos nosotros, en el refugio de San Nicolás de Bujaruelo, punto de inicio de tantas rutas con final feliz. No es que hemos madrugado mucho, la ruta prácticamente es ya conocida, y tenemos toda la jornada para caminar y disfrutar del pirineo. Lo que no nos va a faltar hoy, es una buena subidita, de esas que te ponen las piernas y el trasero a tono.

Digo que de buena mañana, pero ya os contaremos más adelante, que hubo quien madrugó mucho más, y caminó bastante más que nosotros. Hay gente increíble por esos mundos.

Ahora empezamos por el principio, en esta mañana de otoño con tintes primaverales. 



El principio, lo volvemos a tener en este aparcamiento junto al refugio de San Nicolás de Bujaruelo.

Y cruzaremos su puente, famoso puente, con las laderas del monte asomándose al otoño tímidamente. Ya nos llevan por allí la delantera, luego más arriba nos encontraremos con aquellos senderistas.

Volvemos sobre nuestros pasos, junto a estos magníficos pliegues en la roca.

Y atravesando esa vegetación, que por momentos, engulle la senda.

En este punto las sendas se separan. Hoy cogemos la senda de la izquierda, hacia el Ibón.

Un poco antes de llegar a esta bifurcación, paramos un rato a charlar con la pareja de senderistas que nos precedían, una pareja de Cantabria con residencia en Teruel, muy simpáticos, ellos llevaban camino a Sarradets, para hacer una ruta de refugios, gente joven y bien preparada. Continuamos la marcha.

Ya en la senda de Bernatuara, poco antes de cruzar el barranco de Sandaruelo. Hoy con un tiempo radicalmente distinto al del año pasado.

Bajo estas magníficas hayas, empapados de agua, almorzamos hace un año. Hoy pasamos con muy buenas sensaciones.

Vamos ganando altura, y podemos alcanzar a ver la senda que sube al puerto de bujaruelo. 

Por medio, se nos interpone la vegetación de la zona, nos deja buenas imágenes.

El sol va ganando terreno poco a poco.

Y nosotros también, ya estamos junto al refugio de Sandaruelo. ¡No nos queda na!

Nos quede mucho o poco, a la vaca no se le ve especialmente preocupada.

¿Qué le rondará por la cabeza a este ejemplar?

Nuestra senda no ceja en su intención ascendente.

Mientras cogemos aliento, miramos atrás.

Miramos hacia arriba.

Hacia abajo.

Y mirando mucho más allá, vemos la senda de subida al puerto de Bujaruelo, y al senderista de Teruel echándonos un vistazo. El pirineo es un pañuelo!!!!!

Seguimos subiendo y nuestro objetivo, poco a poco, se va presentando por allí arriba.

Y a mi, estos se me van haciendo pequeños por momentos.

Las aguas del barranco de Sandaruelo, nos acompañan esta mañana. Por encima de la cascada de arriba, cruzamos para continuar la marcha.

Aquí, prácticamente vemos lo que nos queda de caminata, que parece poco pero con un gran desnivel. Tenemos que ir hacia la parte izquierda de la imagen, allí arriba, y girar a la derecha para pasar bajo aquella cresta rocosa, hasta el collado de entrada al Ibón, en la parte derecha.

Vuelvo a echar un vistazo hacia atrás.

Y cruzamos el pequeño arroyo.

Hace rato, que la vegetación es únicamente herbácea.

Y el paisaje es brutal.

Con ¿los Gabietos? por encima de la senda del puerto.

Mis compañeros, avanzan con decisión, mientras yo voy renqueando como siempre, pero hoy subo aunque sea a media noche.

A la derecha aparece ya el collado de entrada al Ibón. 

Ahora si que estamos a punto de cumplir con nuestra palabra dada. Apenas un buen repechón para bordear la roca que nos abre paso al falso llano que desemboca en el ibón. A todo esto, aunque esta ruta no es muy concurrida, no deja de subir personal de lo más variopinto. 

Una última paradiña a respirar, foto atrás, y sigo hacia el objetivo que tenemos cada vez más cerca. Ahora si que si.

Ya en el llano que me lleva al Ibón, no se en que momento me ha adelantado aquel individuo a la carrera.

Y de repente, nuestro objetivo aparece ante nosotros. En este momento, escuchamos unas voces desde el fondo del ibón. Allí, en la parte izquierda de la imagen, vemos un pequeño grupo de personas que parecen habernos reconocido. Bajamos y efectivamente, son el grupo con el que nos encontramos el primer día subiendo al puerto de Bujaruelo, ellos subían hacia los Gabietos por aquella tremenda pedrera, creo recordar que eran de Andorra, muy buena gente también, con los que pasamos un buen rato descansando.

Lugares poco masificados llenos de encanto.

Aguas frías.

Y luminosas.


Hemos llegado, ahora toca descansar, no hay prisas. Paramos a comer algo y a relajar cuerpo y alma. Aquí todo es paz. Pero una vez llegados hasta aquí, queda un pequeño repecho si lo que queremos es subir al pico de Bernatuara, y una vez más lanzamos por delante a uno de los nuestros en pos de lograr el objetivo, y claro que lo logró.



Aquí tenemos la muestra.

Desde allí arriba, las vistas son espectaculares.

Y con este tiempo primaveral de Octubre, no pedimos nada más.

Mientras hacíamos tiempo, nos echamos una especie de siestecilla a orillas del ibón. Y en esto que empezamos a escuchar ruido de cencerros, algunas vacas de la zona se acercaban. Pero la sorpresa fue que lo que estábamos presenciando era un cambio de valle, se aproximan días de invierno, y el ganado se va cambiando a tierras más amables. El caso es que asistimos como espectadores privilegiados al paso de este ganado por el ibón.




Aquí empiezan a bajar hacia el ibón.

La única salida es por allí, por donde hemos venido nosotros.

Es digno de ver el trabajo del vaquero, que con sus voces y silbidos, las dirige magistralmente.

El ganado, obediente y resignado, camina a paso firme hacia su destino, parece que conocen el camino perfectamente.

Aprovechan para refrescar sus patas, y saciar la sed del camino.

Saben bien que este es uno de los últimos puntos de abastecimiento antes de llegar a Bujaruelo.


Los animales vienen casi en fila india, con lo que ocupan una cantidad de terreno tremenda, aquí hacen falta varias personas para dirigir y hacer avanzar a las bestias. Distribuidas pertinentemente, hacen que todo discurra con fluidez.


Aquí vemos a Encarni, luego os hablaremos un poco más de estas personas y su trabajo.

Eso si, las vacas se llevaron un buen libro de fotos. 


Aquí ya las últimas del grupo bajando hacia el agua.


En este momento, empezamos a mover el campamento, hemos de bajar a Bujaruelo y vemos que va a ser al paso del ganado. Las vacas dormirán en el valle, un poco más abajo del albergue, para en la jornada siguiente llegar a Fragén, donde tendrán su invernada. Nos dejaremos llevar a su ritmo, que no es nada lento, y vamos a disfrutar de una jornada diferente. Yo guardo la cámara en este punto, la ruta es de ida y vuelta y ya hemos dejado bien documentada la subida.



Eso si, antes de bajar unos selfis de estos modernos, jajajajaja. Este con el valle de Bujaruelo muy al fondo.

Y este otro con el ibón. A todo esto, las vacas se nos han ido, a ver si logramos alcanzarlas.

Antes de terminar, con permiso de Encarni, a la que conocimos aquella mañana, y con quien luego coincidimos en aquello de las redes sociales, vamos a ver algunas imágenes (que nos ha cedido amablemente) del trabajo que hacen estas personas apasionadas por la montaña y la naturaleza, y que, con ese espíritu aventurero, ayudan a las gentes de estas tierras en su dura labor cotidiana. 

El caso es que muy de mañana, noche cerrada, esta gente emprende camino hacia el lugar donde espera el ganado. Con decir que a su llegada y primer paso por Bernatuara, todavía no se conoce el sol. Desde el Ibón, descienden por otro valle hasta la Cabaña de Lourdes donde les espera el ganado ya recogido, y emprenden su camino de vuelta, una buena kilometrada se dieron aquella jornada.



Aquí los vemos a su llegada a Bernatuara, con las primeras luces del día.

Francisco probó nuestro vino en bota a la vuelta.

Con el sol ganando terreno a la mañana, parece que emprenden camino de vuelta.

Y han de apretar al ganado para subir este valle hasta el ibón.

Las vacas van saliendo por el collado.

Y se lanzan en vertiginoso descenso hacia Bujaruelo.

Casualmente, en esta foto aparecemos nosotros, allí detrás del ganado, somos los de azul. 

La tarde avanza, y nosotros también a ritmo del ganado, vamos cómodos y es muy difícil poder ganar terreno en esta senda y con este desnivel, luego ya más abajo, en la zona de bosque donde la senda se hace más incómoda para las vacas, si que pudimos ganar alguna posición. Llegamos al albergue de San Nicolás de Bujaruelo, con la satisfacción del objetivo cumplido y con el añadido de lo que hoy nos hemos encontrado en el camino. Paramos a recuperar líquidos en el bar del albergue, mientras vacas y vaqueros siguen su marcha hasta el lugar donde pasarán la noche. 



A la mañana siguiente, muy temprano, el ganado pasaba por Torla. Otro madrugón que se dieron para acometer este último sector del recorrido que les lleva a Fragen. Nosotros teníamos el alojamiento a la entrada de Torla, aquella mañana partíamos de viaje a Cuenca. Los días de viaje el cuerpo descansa raro, y en un momento de la madrugada escuchamos el tintineo de los cencerros, era el ganado que bajaba madrugador. Gran esfuerzo de estas gentes.





Con esta variopinta jornada que nos salió, terminamos nuestra estancia de otoño en el Pirineo. Hemos subido y bajado, hemos conocido nuevos terrenos, y nos hemos cruzado con personas extraordinarias. Un lujo de viaje que nos deja un muy buen sabor de boca, ya estamos planeando la siguiente escapada pirenaica, si se produce os la contaremos como es debido. 

Gracias a mis compañeros, que me sufren en cada ruta, y gracias a Encarni por prestarse a aparecer en esta entrada, muchas gracias, fue un placer bajar hasta Bujaruelo con vosotros.



Hasta pronto!!!











4 comentarios:

  1. Que bonito todo y que bien explicado, me ha encantado aparecer en vuestra historia, ha sido un honor contribuir a ello.
    Gracias amigos y a seguir con vuestras maravillosas rutas, quizás el destino quiera que nos encontremos en otra. Un abrazo!!

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  2. Espectacular muchas gracias luis por este reportaje

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  3. Hola soy Francisco , el que dio un trago de la botaja,ja,ja, .
    Deciros que si queréis volver este año lo ara subir las vacas a los pastos de Francia ,podéis venir con nosotros , hasudo un placer leer nuestro relato, muy bueno

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  4. Hola Luis.

    Leñe! se me pasan estas entradas pirenaicas. Como entro tan poquito por facebook.

    Me ha encantado el ibon, es de los gordos, además tan de libro, en su cubeta, 100% rocoso y no se ve nada masificado, como otros. Yo habría sido tambien de subir al pico, pues esa vista del Ibon desde arriba completa el círculo ;-)

    Pero lo que de verdad es un privilegio es haber conocido a Encarni y Francisco, y haber conocido y entrado en su dinámica cotidiana con paso del ganado en sus rutas.

    Saludos.

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