Uña-"Royo"de la madera-solana-muela-raya de Uña

Domingo, 28 de Abril de 2013.


¡Como cambia la primavera!, Siempre se dice que la primavera es un periodo de climatología cambiante, pero esta vez lo ha sido tanto que ha vuelto el invierno, pero en primavera, ¡que mañana más buena!.



Hemos ido a Uña con la intención de explorar el paraje de Las Catedrales, pero como había nieve hemos decidido no hacerlo por precaución y las hemos bordeado por abajo y por arriba.
Ya volveremos con tiempo mas seco para atravesarlas.
Comenzamos junto a la laguna de Uña.


En ese precioso rincón que aparecía blanquecino por la nieve que no dejó de caer mansamente durante toda la mañana, seguimos la pista forestal que conduce al paraje de la Solana, y siguiendo el marcado del sendero GR-66 cruzamos el Arroyo de la Madera o  Royo de la madera como se lo he escuchado llamar a algunos vecinos de la zona.




Hoy, como suele pasar cuando la nieve cubre los montes hemos avistado varios corzos y dos grupos de ciervos, que en su huida cruzaban el camino, no ha sido posible fotografiarlos pero en su lugar tenemos estas vacas que nos miraban atónitas. ¡que inconscientes! pensaban.





Una vez en la solana hemos abandonado la pista forestal para subir a la muela, por una bonita senda entre vegetación cubierta de nieve.






Ya casi arriba hemos encontrado una cueva generada por los desprendimientos de rocas y aquí hemos almorzado.




La vista desde ese rincón era idílica.


Cuando llegamos a la parte alta cogimos otra pista forestal que bordea la muela de la madera, pudiendo divisar el cañón del Jucar al fondo entre la niebla de la nevada, la mañana estaba muy buena pues no hacía viento y a pesar de la nevada la sensación era de una calma y un silencio que nos hizo disfrutar de lo lindo.


Aquí estábamos sobre las Catedrales, que como ya dije, exploraremos otro día.
Avanzando por la pista nos acercábamos a la parte alta del Rincón de Uña divisando la laguna.




En esta zona enlazamos con el Pr de la Raya para bajar al pueblo, ¡Y que bajada! con la nieve sobre los "bujes" (así llaman al boj) y ese musgo verdoso de las rocas. Precioso.







La Raya de Uña tampoco tiene desperdicio.









Desde aquí y con la vista de la laguna al fondo bajamos al pueblo de Uña, en una mañana sorprendente por lo avanzado del mes de Abril y la nevada, que nos dejó un paisaje para disfrutar.



¡Que bien le va a venir a ésta el agua de la nevada!

En este enlace tenéis el trazado y perfil de la ruta:


http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4378105


Villalba-Arroyo Oceñigo


Domingo, 21 de Abril de 2013.


Esta mañana tenía ese puntillo de incertidumbre de los días en que la ruta se sale de los senderos Pr señalizados o es una ruta desconocida.

Realmente, como un tercio del recorrido coincide con el Pr-33 Piedra Yunque, naturalmente en Villalba de la Sierra, sendero que ya hemos transitado en varias ocasiones, pero esta vez queríamos conocer el Arroyo  Oceñigo, para lo cual la ruta toma otra dirección.

Como digo comenzamos en Villalba  por el Pr-33 subiendo por el barranco de Santa María, en dirección al barranco de la casilla, aquí empezaron las primeras dudas.



Y se escuchó aquello de.... es imposible perderse....o....esto con los ojos cerrados......, pero tras echar un vistazo a los mapas, nos centramos y continuamos en dirección al barranco de la casilla, el cauce del torrente que por aquí discurre estaba seco, lo cual nos sorprendió bastante.



Pero enseguida fue apareciendo el agua.

Aproximada mente a unos seis kilómetros llegamos al punto en que debíamos abandonar el Pr-33 y campo através, por la loma de motos, encontrar la bajada al arroyo, fue aquí donde, con un poco de suerte, nos encontramos con un grupo de corredores de montaña, entre ellos Rober, conocido de Jose, el cual nos indicó muy amablemente por donde debíamos bajar, el paraje era muy bonito con formaciones curiosas.


Esta era la puerta de entrada al valle.





Y esta la primera vista, con el mirador del Cambrón al fondo.
En este punto almorzamos nuestro choricete y trago de vino.
Por esta zona de piedra comenzamos el descenso para encontrarnos con el nacimiento del oceñigo , cuyo sonido ya nos acompañaba desde la parte alta.



Se nota que las lluvias lo han alimentado bien, y poco a poco se va convirtiendo en un riachuelo de aguas cristalinas.




Forma pequeñas pozas y saltos cuyo rumor invade la mañana.
Desde aquí la ruta discurre por una senda junto al río, entre una espesa vegetación con grande pinos, destacando estos dos de curiosa hechura,




Lo que vemos horizontalmente es el tronco que sale de un zopetero, y casualmente hay dos exactamente iguales.
También nos resultó curioso que durante todo el recorrido de esta senda, e incluso en zonas menos marcadas había pequeños muretes de piedra, para delimitar la senda que ancestralmente se utilizaría para bajar leña o ir a las majadas del ganado.


Como estamos muy cerca de la ciudad encantada, no faltan formaciones rocosas de todo tipo.












Como esta toba junto al río
Y tras vadear varias veces el río, nos encaramamos por este cuestarron en busca de la salida hacia Villalba para refrescarnos con unas cervecillas.



Pero antes habíamos comprobado el avance de la primavera.




Con nuestra enigmática amiga me despido.

En el siguiente enlace tenéis el perfil de la ruta:


http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4336209











Hoces de San Miguel y del buey.

Domingo, 14 de Abril de 2013.

Por fin una mañana primaveral, sol y una temperatura muy agradable, a pesar del ligero viento que soplaba.
Hoy el grupo estaba mermado de efectivos y hemos optado por la ruta de la hoz de San Miguel y la hoz del Buey.



La verdad es que da gusto ver los efectos de las copiosas lluvias de estos días, aunque sea en forma de pequeños regueros que forman saltos graciosos.



Una vez dentro de la hoz vamos viendo las formaciones de roca tan características de la serranía de Cuenca.


 Por distintos vallejos nos dirigimos a contemplar rincones incomparables, como esta formación  caliza,  por la precipitación de cal disuelta en el agua, que parece de un decorado de terror.

Después de la observación estos rincones hemos salido de la hoz por un pequeño paso entre piedras.
Una vez arriba seguimos en dirección a la hoz del Buey.
En esta zona hay ganado vacuno, que sacia su sed en estos abrevaderos.

Era hora de almorzar y paramos a dar un bocado, algo ligero, pero la bota no falta en cualquiera de nuestras rutas.

Desde aquí ya podemos contemplar la grandeza de la hoz que se abre ante nosotros.



En esta ocasión no hemos bajado por el fondo del valle, ya que había ganado en el, hemos optado por bordearlo por la parte alta, deleitándonos con el bello paisaje.


En el abrigo rocoso que vemos al fondo había unos lustrosos terneros, según José haciendo carne. La verdad es que daba gusto verlos tan tranquilos.
Era ya entorno al medio día y llegamos a la parte alta de la entrada a la hoz, próxima al final de nuestra ruta, donde pudimos ver esta curiosa formación de cuchillos o agujas, no sé.


Desde aquí, un par de kilómetros de senda junto a campos de labor, y llegamos al coche.
Vuelta a Cuenca, y unos tercios con Alfredo, para reponer líquidos.





Esto ya os lo explico otro día.


En el siguiente enlace podéis ver el trazado y perfil de la ruta.