Ruta navideña 2018.

Domingo, 16 de Diciembre de 2018.


Mediados de Diciembre y es el momento de celebrar, siempre hay algo que celebrar, celebramos el final del año senderista, aunque realmente nuestro año es continuo, es bueno poner un punto de referencia donde hacer balance. Aunque el balance de nuestra actividad ya lo hicimos con este Repasando el 2018, hoy hacemos nuestra ruta/comida navideña como es costumbre.

Celebramos que todo ha salido bien, sin percances ni problemas, que siempre pueden surgir, y celebramos esta afición que nos lleva por la sierra incansablemente domingo tras domingo, recorriendo sus parajes y conociendo cada día un poco más. 

Y como es costumbre en esta última salida "oficial", aunque habrá más antes de acabar el año, nos vamos a la zona de Valdecabras a pasar la mañana. Hoy ya no se trata de hacer grandes retos, únicamente pasar una mañana tranquila recordando anécdotas y terminar entorno a la mesa con una buena comida serrana.

El caso es que la mañana se presenta como nos gusta, niebla y agua, una buena combinación para esta sierra de Valdecabras. Aunque nos prive de las vistas desde los cortados que rodean el pueblo, estas aguas no vienen nada mal. Vamos a hacer una ruta clásica para nosotros, subimos hacia la fuente de la Canaleja, por todo el barranco con sus surgencias que poco a poco van soltando aguas, este otoño ha sido lluvioso y están los manantiales a punto. Seguiremos hacia el puntal de los Aserradores, y desde allí seguir por toda la cornisa sobre el río Valdecabras y buscaremos una bajada digna para volver al pueblo a tiempo de comer.



La niebla esta mañana no deja ver mas allá de unos metros ante nosotros.

Nos preparamos para la lluvia y empezamos la caminata.

Cruzamos el pueblo, subiremos a la fuente de La Canaleja por el trazado del sendero Gr- 66.

La niebla está agarrada en los riscos.

Y los manantiales y surgencias de estos valles, empiezan a expulsar las aguas del otoño.
Cruzamos el río Valdecabras, para empezar a subir a la Canaleja, y nos encontramos esta fuentecilla a la vera del río.



Empezamos a remontar el barranco y nos encontramos el sendero hecho un río, esto está como en los buenos tiempos de agua.

Una surgencia por la izquierda del barranco.

Otra por la derecha, esta viene al punto donde se cogen las aguas que abastecen a Valdecabras.
Muy cerca de la fuente de la Canaleja, disminuye el caudal de agua, pero ya va corriendo por estas formaciones de toba, y es que estas aguas de Valdecabras son calizas como pocas.



En la fuente de la Canaleja hacemos la pertinente parada y foto.

Y seguimos subiendo a la parte alta de la Muela, nos metemos de lleno en las nieblas que esta mañana dominan estas tierras. Subimos por una ancestral senda que nos pone en un momento en todo lo alto.

Una vez que llegamos a la parte mas alta, dejamos la senda y empezamos a caminar campo a través, buscando el puntal de Los Aserradores. A todo esto, la niebla se empieza a poner meona.

Van apareciendo pequeños tormos.


Y nos vamos asomando a los abismos.

Estamos metidos de lleno en la gran nube. antes de llegar al puntal, hacemos la parada para almorzar.

En el puntal de Los Aserradores, hacemos una clase teórico/práctica sobre orientación serrana en condiciones de escasa visibilidad. ¡Todos suspensos!. Madre mía que ratos mas buenos pasamos a lo tonto.

Ahora seguiremos por el borde de la roca, aunque hoy está algo resbaladiza y no conviene acercarse mucho a las orillas.

Total, no se ve nada, no hay que correr riesgos innecesarios. 

La niebla lo engulle todo.

Visto lo visto, y dado que la lluvia arrecia, apretamos la marcha para buscar una bajada hacia el valle del río Valdecabras. Antes de bajar, nos encontramos con una madriguera recién abierta, desconocemos la identidad de sus moradores.


Como no vemos nada en los horizontes, nos vamos fijando en lo más cercano.

Esta madriguera está recién hecha, no sabemos quien la ocupa.

Tiene toda la pinta de buscar el abrigo de aquellas rocas.

Seguimos la marcha, la lluvia nos ha trastocado los planes, hay que buscar la salida.

Si nos situamos en el mapa, estamos más o menos a la altura de las Corralizas, pero pegados al borde del valle, por aquí buscamos la bajada a lo "mecaguendiez", todo está empapado y se convierte en un gran Slalom de hierba y barro.

Salvada esta pequeña dificultad, llegamos abajo sin novedad.

Caminamos ahora por la senda hacia Valdecabras, esto ya es pan comido.

En las proximidades de Valdecabras, fruta de temporada.

Y cuando nos vamos acercando al pueblo, esta bella vista de su casco urbano y su iglesia entre la neblina de esta mañana.


Al final, una buena mañana en el monte, con nieblas y aguas a partes iguales, y en buena compañía para celebrar este fin de año, un lujo que no podemos perder. 



Terminamos la jornada en el Rincón de Valdecabras, con una comida a la altura de la mañana.


Esta ha sido la crónica navideña, terminamos celebrando como está mandao, aunque no fue la última ruta del año, ya lo iremos contando más adelante. Os dejamos el enlace y trazado de esta ruta por tierras de Valdecabras, totalmente recomendable en cualquier época del año, pero si es después de unas lluvias mucho mejor:




Hasta pronto!!!



Puntal del Romeral, por la Ciudad Encantada.

Domingo, 9 de Diciembre de 2018.


Empezamos Diciembre, hoy nos vamos a dar una vuelta en el entorno de la Ciudad Encantada y nos asomaremos al valle del Cambrón, desde el Puntal del Romeral. La sierra de Valdecabras es un gran Lapiaz, en su mayoría oculto, pero en muchos puntos está muy somero, creando grandes callejones, tormos, superficies rocosas a ras de tierra, cuevas y simas, todo dependiendo del grado de erosión que encontremos en cada zona.

Las formaciones más conocidas son las de la Ciudad Encantada, pero ni mucho menos abarcan la totalidad de superficie rocosa que podemos visitar. Nosotros hoy recorremos la parte trasera de la Ciudad Encantada, un entramado de callejones y monte bajo poco conocido. Otro elemento que abunda en esta sierra, son los corrales y tinas para el ganado, pasaremos junto a dos de ellos con una forma circular poco habitual en la Serranía de cuenca.

En Marzo hicimos una ruta similar a esta, pero aquél día acabamos bajando al Océñigo, el caso es que pudimos ver estos parajes nevados, cosa que los hace aún más mágicos, lo vamos a recordar en el siguiente enlace: Ciudad Encantada Océñigo. Un poco más adelante de la Ciudad Encantada, empezamos la caminata de hoy.


Muros sólidos, aguantando el paso del tiempo en la sierra de Valdecabras.

Pasamos junto al recorrido turístico de la finca, con todo limpio de monte bajo.

Pero enseguida nos metemos en el laberinto de rocas y monte bajo, vamos, espinos y rosal silvestre principalmente, al margen de algún alienígena que nos observa. 

Posando en los callejones.

La luz que tenemos hoy, nos deja unos colores extraños en las fotos.
Aquella mañana todo en blanco y negro.

Pasamos junto a grandes yunques.

Arcos de piedra, bien rodeados de vegetación.

Grandes proas escondidas tras el ramaje.

Luces y sombras.

¡Hay tantas formas distintas! esto parece un horno a pleno rendimiento, la luz algunas veces también ayuda.

Seguimos deambulando en medio del caos de roca.



Pasamos junto a la cerradura que ya vimos en la ruta anterior.
Véase.

Llegamos a otro gran arco de piedra, junto a otras formaciones que invitan al paseo.

Y a la charla tranquila.

Con la luz del sol que va ganando altura y empieza a entrar en estos laberintos.

Y se crean rincones mágicos.

Contrastes de luces.

Seguimos avanzando hacia el valle del Cambrón, que será nuestro próximo objetivo, antes nos paseamos por los grandes arcos rocosos, con formas a interpretar.

Hemos pasado por la otra ciudad encantada, con gran cantidad de rocas dignas de ver, aunque están muy invadidas de vegetación y no se pueden sacar las imágenes demasiado limpias, el caso es que este paraje bien merece una visita aunque nos arañemos un poco, jajajajaja. Ahora nos encaminamos a los bordes del Valle del Cambrón, nos asomamos desde el Puntal del Romeral, un buen mirador sobre el valle.



Llegamos al puntal y se abre el valle ante nuestros ojos.

A nuestra derecha, la peña del Aljibe.

Abajo el gran complejo privado, totalmente restaurado.

Extendemos la mirada hacia la entrada al Valle, y a la sierra de Bascuñana.

En estos bordes del Valle, grandes bloques de roca erguidos sobre el abismo.

Alcanzamos a ver el estrecho de Priego, con el cerro de la Degollá y el mirador del Rodenal flanqueándolo.

Y allí enfrente, el Pico de la Grulla.


Una vista del Valle.

Y ponemos marcha de vuelta.

Nunca vinimos a este puntal, sus rocas merecen la visita.

Y las de la otra parte del valle también, por allí hay buena ruta y otra ciudad encantada.

Volvemos al punto de partida en un trazado casi rectilíneo, pasando junto a los curiosos corrales redondos de esta sierra, y nos topamos con el mar de piedra de la Ciudad Encantada.



Llama la atención esta construcción circular, muy bien conservada todavía.

Muros sólidos.

Con un pequeño habitáculo adosado al corral, con toda la pinta de servir como refugio al pastor..



Al final de la ruta nos topamos con el mar de Piedra, unas aguas que casi nos atrapan, pero esto es otra historia, nuestra reputación está en juego, no podemos desvelar tan humillante trance. jajajaja.

Al final, otra mañana en el monte, un buen paseo por la sierra de Valdecabras en una mañana soleada y bien acompañados, un lujo.



Hasta pronto!!!