Un paseo por las cornisas de Valdecabras. Serranía de Cuenca.

Sábado 4 de Junio de 2022


Nos metemos en Junio, último tercio de primavera y ya hemos entrado de lleno en las olas de calor, acabamos de pasar la primera en Mayo, y lo que se nos avecina.

El caso es que nos damos un paseo por las cornisas de Valdecabras, por el margen derecho del Valle, asomados sobre el pueblo, en esta mañana calurosa de primeros de Junio. Aquí volvemos una y otra vez, la cercanía con Cuenca y los paisajes que se nos presentan, hacen de estos parajes un destino recurrente.

Dejamos el vehículo un poco más arriba de la fuente de La Canaleja, y empezamos a caminar, en principio por un camino que nos aproxima a nuestro punto de encuentro con los cortados. Una buena mañana para caminar.


En cuanto nos apartamos del camino, empezamos a ver grandes colosos pétreos de origen natural.

En uno de esos rincones apartados, que lo urbanitas agradecemos sobre manera.

lugares que emanan magia.

Caprichos de la naturaleza y la erosión, lo que el tiempo no arregle..........

Entre tanto, nos vamos fijando en todos esos pequeños detalles que salen a nuestro paso.

Paredes rocosas.

Y elevados miradores.

Con vistas al rincón grande, en la sierra de Valdecabras. Luego caminaremos por esa llanura de la izquierda de la foto, para buscar otros miradores sobre el pueblo de Valdecabras.

Pero antes, nos fijamos en estas vistas del cerro del Trompillo, buenas rutas hemos hecho por allí también.

Nos acercamos a este rincón donde las formaciones pétreas cobran vida.

Este es uno de nuestros rincones de referencia y preferidos en nuestras rutas por la sierra de Valdecabras.

Nuestra tortuga.

Paramos al almuerzo, y a poco que nos fijamos, las sorpresas saltan a la vista. Aquí los pinos igual nacen para arriba que para abajo. La foto no ha sido retocada ni girada en ningún momento. jajajajaja.

Continuamos la marcha, y el cielo hace el resto.

De repente, Valdecabras.

Ese granero de rutas y paisajes, un lujo a un paso de Cuenca.

Y empezamos a jugar un poco con lo de los enfoques. 

Y seguimos hasta otro de los lugares que más nos gustan en esta sierra.

Con esas moles de roca asomadas al valle.

Y las ventanas que se asoman al abismo.

La sierra de Valdecabras, nunca nos defrauda. Tenemos muy buenas vistas, rocas, vegetación, agua en abundancia en sus épocas, y también un buen refugio para el buitre leonado, que hoy nos ha regalado una gran toma, iniciando su vuelo.

Ya sabéis que somos algo limitaditos en esto de la imagen, pero pudimos captar el lanzamiento de este gran buitre. Imágenes que grabamos en el recuerdo.

Vamos remontando el valle de Valdecabras, en un recorrido paralelo a la carretera que nos llevaría a la ciudad encantada. Nos vamos asomando a esos abismos, vistas que nada tienen que ver con lo que vemos cuando vamos en coche por esas carreteras serranas.


Al otro lado del valle, puntales sobre el arroyo de Valdecabras.

Y nosotros bordeando estos cortados.

Nuestra ruta consiste en seguir esta línea de roca, sobre la carretera del valle, y llegar al punto de partida, que está allí al fondo.

Bajo los farallones, los corrales de ganado, aprovechando el abrigo que da la roca.


Caminamos por esta aerea senda, y en un momento llegamos al punto de partida sobre la fuente de La Canaleja. Una mañana extraordinaria en el monte, con el equipo B, del que hoy no hay imagen, dándoles a conocer estas rutas en el entorno de la capital, ellos lo agradecen y yo encantado de llevarlos a mi terreno. Volveremos!!!.

Lo digo siempre, Valdecabras está a quince minutos de Cuenca, no dejéis de venir a explorar estas tierras que no os van a dejar indiferentes.

Hasta pronto!!!


Fuente del Tejo, Cerro Poveda. Las Majadas. Serranía de Cuenca.

 Domingo, 15 de Mayo de 2022.


La primavera, como preludio a lo que estamos viviendo este verano, no terminó de arrancar. Pero nosotros no cejamos en el empeño de visitar zonas verdes. En esta ocasión volvemos a Las Majadas, y caminando por las praderas junto a la fuente del Tejo, en plena cañada real. Nos asomamos ligeramente al valle de Valsalobre, aunque esta parte del valle, está tan cubierta de vegetación que apenas pudimos llegar a ver la casa que se erige en uno de los puntales en el otro lado. Por lo demás, una buena mañana en el monte, y descubriendo nuevos rincones, de esos que nos faltan por recorrer, por que a cada paso nos sorprende algún rincón digno de ver.

El valle de Valsalobre, muy cerca de Las Majadas, es una finca privada a la que no tenemos acceso, pero nosotros de vez en cuando merodeamos por los alrededores, y bien que disfrutamos asomándonos a ver esa extraordinaria pradera y el arroyo que discurre por ella. El arroyo de Las Truchas, entra en el valle, se une al arroyo de Valsalobre y se descuelga al valle del hosquillo, donde se funden con el Escabas.

Lo de hoy no tiene mucha más leyenda, un buen paseo por el monte, en la mañana de San Isidro. Dejamos el vehículo muy cerca de la fuente del Tejo, y empezamos la caminata.


Prados verdes, y esas cicatrices que los Jabalíes dejan en los suelos.

La fuente del Tejo, luego pasaremos junto a la pequeña laguna que se forma un poco más abajo.

Pasamos por los parajes de la fuente del tejo, el vivero y las herrerías, y cruzamos la pista forestal, para subir hacia los bordes del valle de Valsalobre, una buena caminata por un monte extraordinario.


A nuestras espaldas dejamos la captación de aguas de Las Majadas, lo que vemos ahora son los prados hacia el manantial del Trabino.

Nosotros caminamos junto al vallado de la finca de Valsalobre, pisamos tierras extraordinarias.

Con los verdes primaverales esperando lluvias que no llegan.

Y las aliagas, demostrando su capacidad de resiliencia ante la sequía.

Esta parte de la finca en cuestión, está muy cubierta de vegetación, pero desde un claro en el monte acertamos a ver la Casa de Valsalobre. Es la única vista al valle que tendremos hoy.


La casa de Valsalobre, desde allí hay una vista al valle, espectacular.

Nosotros llegamos al Cerro Poveda, y haremos aquí la parada al almuerzo. Mediado Mayo, apetece hoy el sol.

Después de nuestra parada, vamos a bajar por la parte derecha de esta imagen, de seguir hacia adelante, llegaríamos al Arroyo de Las Truchas, pero bajamos hacia la derecha, hasta llegar al vallejo por el que bajan las aguas de los manantiales del Trabino, y Fuente Milarcón. Aunque no ha llovido mucho, algo de agua veremos.

Una vez abajo, toca recorrer este pequeño arroyo, que nos ha sorprendido gratamente.

El viejo pino, soportando el aporte de agua y roca.

Un vallejo fresco y verde.

Al que no le falta su buena carga de madera vieja.

En cualquier caso, un lujo caminar por nuevos parajes.

Y es que el agua siempre es vida. Estas aguas, se unen más abajo con el Arroyo de Las Truchas.

Seguimos caminando, y un poco más arriba, salimos del vallejo y enlazamos con la pista por la que entramos a estos parajes. Ahora, caminando junto a los prados verdes del lugar, en un momento nos ponemos en el final de ruta. Un lujo de primavera.



Con ese verde, que no termina de romper.


Y la alfombra de florecillas blancas.

Llegamos a la pequeña laguna que forman las aguas de la Fuente del Tejo, junto al camino. Con un concierto primaveral a cargo de sus verdes habitantes.


Otra buena mañana en el monte, y a pesar de ser terrenos de sobra conocidos, siempre encontramos algún rincón nuevo, como es ese pequeño arroyo que todavía conserva sus aguas. Seguro que a estas alturas estará más seco, esperando las lluvias otoñales. Terminamos ruta y nos dirigimos a la zona de hidratación.


Hasta pronto!!!