Hoces del Buey y San Miguel. Locura de Otoño. Serranía de Cuenca.

 Domingo, 24 de Octubre de 2021.


Finales de Octubre, y seguimos disfrutando del Otoño en la Serranía de Cuenca. Pero hoy no nos vamos muy lejos de Cuenca capital, a tiro de piedra, en la Sierra de la Pila, muy cerca de Los Palancares tenemos dos barrancos, el de San Miguel y el del Portillo. Dos pequeños barrancos, que han tenido la paciencia de labrar sendas hoces, más pequeña y recogida la primera, y un poco más generosa la segunda. El caso es que en esta parte de la sierra, donde ya casi pierde su nombre, en estas hoces se genera una especie de microclima con una vegetación más que exuberante. Arces, Robles, Espinos, dan un colorido en esta época, que no envidia en nada a ninguna otra hoz, ni a otros territorios que hemos visitado este Otoño, aunque no son comparables, ahora viendo estas fotos, estamos a la altura!!!!!!!. Por cierto, que entre ambas hoces, está la hoz chiquilla formada por el arroyo del llano. Esta la dejamos para otro día.

Aunque estas tierras ya las conocemos de sobra, hoy contamos como anfitriona con una especie de guía local, no en vano, tiene estas hoces en la mismísima puerta de su casa. Así es que el éxito de esta ruta está garantizado.

Nos dirigimos por la carretera que da acceso a Los Palancares, para dejar los vehículos a la entrada de la hoz de San Miguel. Buscamos primero el acceso a la del Buey, y volvemos por la otra. Una mañana de Otoño, calurosa y soleada.

Caminamos junto a las tierras de labor, en las estribaciones de la sierra de La Pila, de camino a la entrada del Portillo.

Enseguida empezamos a ver algo parecido a una hoz.

Y ese sol primero de la mañana, calentando los pedazos.

Estamos en El Portillo, punto de entrada a la hoz.

Pasamos el Portillo, donde nos encontramos restos de las instalaciones que una explotación ganadera tenía por aquí. Antes de llegar a este punto, también nos encontramos con viejos vallados que ya nada aportan a este lugar.

Estamos dentro de la hoz, y la roca se adueña del lugar.

Nosotros vamos a ir caminando por el centro del barranco, pero mirando a las alturas.

Y a los colores que nos vamos encontrando.

Hoy tenemos un problema con la luz, a esta hora de la mañana, el reflejo en los farallones contrasta con el fondo de la hoz, y la cosa no sale como es debido.

Pero no nos impide ver que en todos estos cortados, hubo mucha vida antiguamente.

¿Será por el influjo de la luna?

El caso es que esta parte derecha de la hoz, nos llama mucho la atención, para la próxima visita tenemos pendiente caminar por allí.

Los Arces, nos presentan toda su gama cromática en esta ladera de la hoz.

En un punto intermedio de nuestro recorrido por la hoz del Portillo, nos encontramos con estos bloques tallados en caliza. Aquí debió haber una cantera en tiempos pretéritos.

Nosotros vimos varios bloques, seguro que habrá alguno más.

Con el sol estampado en la roca.

Seguimos caminando sobre la alfombra que nos han preparado los Arces.

Ya digo, que no tenemos nada que envidiar a otras tierras, salvando las distancias lógicas.

Que gente mas maja!!!!!!

Y la luna, que hoy no nos deja ni a sol ni a sombra.

Y esos rincones que nos deja la hoz.

Seguimos la caminata.

Sumergidos completamente en el Otoño Conquense.

Y llegamos al final de la hoz, o al principio, según se mire.

Ahora tenemos que buscar la salida de la hoz, por un viejo paso que nos sube a la parte alta, un viejo sendero bien delimitado con sus rocas formando pequeñas lazadas para superar el desnivel. Arriba paramos a almorzar en un lugar soleado, y seguimos camino para meternos en la hoz de San Miguel.


Un buen abrigo en este rincón de la hoz.

Y el color, los arces van cogiendo su tono.

Vamos a ir volviendo por la parte derecha del barranco, es la parte de solana, buscamos la salida.

Y la solana, siempre ha sido el lugar donde resguardar los ganados, desde abajo lo veníamos viendo, y ahora estamos caminando por los restos de corrales ya hundidos. 

Espectacular colorido en estas paredes.

Por esta zona de mayor vegetación vamos a salir de la hoz.

Subiendo por la vieja senda muy bien equipada.

Como podemos comprobar en estos muros que marcan el camino.

Una vez arriba, un poco de postureo en sombras.

Y una mirada a toda esa pared, la zona de solana de la hoz, donde están todos los viejos corrales de ganado.

Y nos acercamos un poco más con el zoom a ver los arces.

En este punto del recorrido, hacemos la parada del almuerzo. En una mañana con esta luz y este paisaje, que mejor lugar que esta terraza con vistas. Enseguida seguimos camino hacia la hoz de San Miguel.


Desde la parte alta del rincón que cierra la hoz, echamos un último vistazo. Ponemos rumbo hacia la hoz de San Miguel.

Con la luna siempre presente esta mañana.

Ahora tenemos un buen trecho de camino, y desembocamos en la senda que nos va a bajar a la hoz. Apretamos la marcha, que nos espera el aperitivo. 


Y en un momento nos ponemos en la parte alta de la hoz de San Miguel.

Y abajo, vemos como también esta hoz tiene ese micro clima que favorece esta frondosa vegetación.

Otra perspectiva de esos rincones característicos de esta hoz, hoy no los vamos a ver, pero os animo a venir a recorrer todos estos cortados rocosos por debajo.

De momento caminamos por una buena senda, en modo descendente hacia la entrada de la hoz que vemos allí abajo.

Aquí vemos que esta es una hoz bastante más pequeña, pero no le falta encanto serrano.

Solo hay que ver esta senda, y los terrenos que pisa.

Y estas rocas, que dan acceso a la hoz.

Hoy no vamos a ver la pequeña cueva/ermita de San Miguel, pero este es un lugar de referencia para los pueblos de su entorno. Un lugar de celebración. Hasta un pequeño altar tienen preparado para dichos eventos. 

Dejamos atrás el pequeño altar, en un lugar mágico.

Y nos adentramos hacia la hoz, vamos a remontar este pequeño barrano hasta su final, como hicimos en la del Portillo.

En cuanto al colorido, son hoces gemelas.

La mañana avanza rápido, y ahora el sol ya entra hasta el fondo de la hoz.

Los musgos, colonizan el fondo de estos barrancos, la humedad aquí aguanta muy bien.


llegamos al fondo de la hoz, esta es más pequeña y se hace rápido, aunque ya digo que si nos acercamos a los cortados de roca, encontraremos rincones mágicos, no dejéis de buscarlos.



Desde el fondo de la hoz, si seguimos por esta parte de solana, la parte derecha del barranco, nos vamos a ir encontrando rincones espectaculares.

Hemos completado el recorrido por estas dos hoces, ahora vamos a volver hacia la salida de la de San Miguel, en la que nos encontramos, y enseguida llegaremos al punto final de la ruta, vamos a pasar junto a la ermita, y unos metros más abajo tenemos lo vehículos.



La zona de entrada a la hoz, donde se encuentra la ermita, está muy bien equipada. Los vecinos de los pueblos del entorno, frecuentan esta ermita y hay que dar servicio a todo el mundo.

Nosotros pasamos de soslayo por la ermita.

Y echamos una última mirada a la entrada de la hoz. Una joya serrana, donde la serranía casi pierde su nombre. Un poco más abajo, terminamos nuestra ruta.



Otra buena mañana en el monte, a un paso de Cuenca capital podemos encontrar rincones que nada tienen que envidiar a la serranía alta y más allá. El otoño es una buena época para caminar, y me atrevo a decir que en primavera, estas hoces han de ser un espectáculo, así es que en cualquier época, no dejéis de venir a conocerlas. Nosotros ahora tenemos un buen aperitivo apalabrado en La Melgosa, Susana se encarga de ello, nuestra guía de esta mañana. Muchas gracias.


Os voy a dejar el enlace con el recorrido de esta ruta de hoy:

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/hoz-del-buey-san-miguel-87228515


Hasta pronto!!!