Barranco de la Sorquilla y Peña Betaya.

Domingo, 2 de Agosto de 2.015.


Este verano vamos dosificando las salidas al monte, hoy hemos vuelto a la zona de La Toba para remontar el vallejo de la Sorquilla que buscábamos aquí, y que hoy lo hemos cogido desde el embalse, para llegar al vértice de Pedro Domingo y visitar la ceja de Peña Betaya, peña esta que también vimos otro día, Peña Betaya.

Este es uno de los vallejos que se descuelgan desde la Muela de la madera hacia el río Júcar, en este caso se encuentra con sus aguas remansadas en el embalse de La Toba.

Afortunadamente hemos tenido tormentas y el campo lo agradece enseguida, se nota la humedad en el ambiente y en el suelo, un poco menos reseco que de costumbre.

Total, que aparcamos el vehículo junto a un gran pino con sus raíces hundidas en la roca, y comenzamos a caminar remontando este vallejo, a ver que nos depara la mañana.


Hay nieblas debido a la humedad del ambiente y nos ha salido una imagen a contraluz.




Nada más comenzar el ascenso nos encontramos con abrigos rocosos sobre nuestras cabezas.




Y con árboles que no acertamos a identificar.




El barranco de hoy es pedregoso, como buen barranco, pero muy seco. Las aguas bajan por aquí únicamente en periodos de lluvias persistentes.




Nos flanquean moles de piedra.

Tenemos que reconocer que la suerte nos acompaña, la mañana está muy fresca de momento y las nubes ayudan en el ascenso.


En algunos tramos parece haber alguna senda ancestral, que zigzaguea barranco arriba.




Y alguna otra cosa interesante, no recuerdo que señalaban estos chicos.




El buje se adueña de este reseco cauce.




Y el pino de las laderas.




Pino, y roca cortada a tajo.




Enseguida se va a ir abriendo el barranco en verdes laderas.




Típico vallejo pedregoso.




Aún hay que pasar algún estrecho rocoso.




Y de nuevo encontramos cuevas, pero esta solamente es un pequeño abrigo, no profundiza más allá de lo que vemos en la imagen.

Vamos llegando a la parte alta del barranco y abandonamos la zona pedregosa para continuar por verdes laderas. Es grato comprobar que todavía aguanta la humedad en las hierbas de esta zona. Estamos buscando el vértice de Pedro Domingo, ya lo visitamos en otra ocasión, no es que tengamos buenas vistas desde aquí pero es el punto intermedio de nuestra ruta de hoy.


Ahora vamos a subir por estos pinares.




Es curioso como están ubicados algunos vértices.




Je je je...... Hoy les he ganado!!!!!!!! toma ya!!!!! (llevar el gps tenía que servir para algo).




Estamos en la Muela de La Madera, lo que vemos en este entorno son grandes extensiones de pinar.




Un saludo a la afición.










En este punto paramos para reponer fuerzas, como siempre, y continuamos nuestra marcha hacia la ceja de Peña Betaya.



A poco que nos fijamos, encontramos la vida abriéndose paso.




Cruzamos la cabecera del barranco de la Sorquilla que nos regala esta gran imagen.




De camino encontramos ejemplares de Albar secos, que también tienen su gracia.




Ya estamos sobre la Ceja de la Muela, abajo el monte Pie Pajarón. 






Caminamos por el borde de la ceja y enseguida nos ponemos sobre Peña Betaya.


Aparece su gran cortado calizo.




Y como siempre los pinos secos de crestas y cornisas que tenemos regados por toda la sierra.




Y se asoma en el fondo el reseco embalse.




Perfectamente indicado el entronque Pino/Roca.




Esta sequía deja al descubierto los lodos del fondo de la cola del embalse.




Esta imagen no nos cansamos de repetirla.




En las aguas se aprecia el efecto de las últimas tormentas.




A la izquierda de estos cortados vemos Cabeza Gorda y Monteagudillo, pronto tendremos que volver por allí.




Y las piedras tan colocadicas en las cornisas, esperando su turno.








Una mirada atrás.




La cola del embalse totalmente colmada de sedimentos.




Y continuamos la marcha en busca del fin de la ruta, pero tendremos que buscar la bajada, que no va a ser fácil.




De camino se nos presentan estas vistas de la presa.




Podemos distinguir La Modorra, el puntal del cuerno, el rincón del Juez, el mirador de Uña.... mas a la derecha, puntos estos que ya conocemos.




Y lo dicho, la bajada, que en la imagen no se aprecia pero bajar por aquí no ha sido nada fácil.

Al final, en la bajada nos hemos desviado un poco y hemos terminado un poco más arriba de donde tenemos el vehículo, cuando el camino es de vuelta y la cosa no está clara lo importante es encontrar la salida, aunque toque caminar un rato por carretera. Pero como siempre encontramos algo digno de ver, nos topamos con un pino múltiple.


Pinos así no es que se vean todos los días, aunque haberlos haylos.




Con inquilino y todo.




Por lo menos seis brazos tiene.




O más.

Total, que salimos a la carretera de Uña a Tragacete y nos tocó caminar a penas un kilómetro en busca del vehículo, pero con las vistas del embalse a nuestra vera.


Con los deportistas en plena faena.








Constatando la falta de agua, la presa lo canta.




Y echando una última mirada a los cortados de la Muela, por allí arriba ya caminamos otro día.




Con esta vista del barranco por el que comenzamos la mañana nos despedimos.


Al final unos doce kilómetros, comenzamos la mañana con nieblas altas y terminamos con el sol del medio día, en una mañana fresca después de las persistentes olas de calor. Como siempre nos rehidratamos al terminar la mañana y dejamos varias rutas pendientes para la temporada otoñal, a ver si van saliendo todas, ya lo iremos contando.


Os dejo el enlace al trazado y perfil de esta ruta, que merece una visita:




Hasta pronto!!!!