Una vuelta a la Laguna de Uña.

 Sábado, 13 de Febrero de 2021.


Pasó Enero, y seguimos caminando. Hoy, una mañana de sábado, me doy una vuelta por la laguna de Uña. Este pueblo serrano, está en un punto clave para el disfrute del senderista, lo que pasa es que siempre solemos tirar a las alturas. La ruta del Escalerón a la Raya, y la de las Catedrales, centran toda nuestra atención, dos rutas espectaculares que probablemente estén entre las mejores de la Serranía. Pero si queremos disfrutar de un paseo sencillo, casi llano, sin ninguna dificultad, esa es la vuelta a La Laguna. Aquí tenemos todos los elementos para pasar un buen rato, Agua, Roca, Flora y Fauna. El rincón de Uña posee una riqueza natural enorme.

Desde el mirador de la laguna, tenemos ya una visión espectacular de todo el rincón, empezamos caminando por la carretera que conduce a la piscifactoría y seguimos luego ya por la senda. Una mañana de lujo.

Las aguas están tranquilas, y los reflejos nos atrapan.

Mientras tanto, las aves de la laguna campan a sus anchas.

Luego pasaremos por aquel observatorio, el sendero va por allí.

Reflejos.

Y si miramos arriba, los tremendos paredones de la Muela, el puntal de San Roque, se asoma al cañón del Júcar.

Y aunque hoy el agua es la principal protagonista.


No podemos quitar la mirada a la roca.

Y al gran pino, tan fotografiado en la ruta del Escalerón.

Una sucesión de cortados, que rodea el rincón de Uña con todo tipo de formas caprichosas, hay que ir por allí arriba para apreciar tanta belleza.

Ahora vamos a cruzar el Arroyo del Rincón, por un puente en la escuela de pesca, el agua, los musgos y los pajarillos se adueñan ahora del entorno.


El Arroyo del Rincón, escoltado por los viejos chopos que tanto juego nos dan en Otoño. Los viejos troncos son un buen soporte para los musgos, testigos de la pureza de este lugar.

Un arroyo, que después de las nevadas y las lluvias, tiene tendencia a río.

Vamos a cruzar el puente, el río viene bravo.

Con un agua cristalina recién salida de las entrañas de La Muela.

Con la muela a nuestra derecha vamos a continuar esta ruta.

Aquí los árboles tienen una configuración muy libre.

Y la luz, esta mañana la roca resplandece.



Mientras tanto, el Carbonero común, está especialmente activo esta mañana.

Poco a poco aumentan las horas de luz, y se nota en toda la naturaleza.

Cuesta quitar la vista del río.

Y de esos musgos que tienen colonizado todo el rincón.

Un paraje espectacular.


El Carbonero sigue a lo suyo.

El camino se acerca de nuevo a la laguna, y desde el observatorio para las aves, vamos a tomar algunas vistas.

Con el pueblo enfrente.

Y las acuáticas....


En la hora del aperitivo.

Y es que se acerca la hora de los tercios.

¡Buen provecho!
Vamos terminando la ruta, con el puntal del Peña Rubia como testigo de cada una de las imágenes que se sacan de la laguna. Precisamente hoy Domingo de Ramos hemos estado allí arriba, ya lo contaremos en su momento.

Dejamos tranquila a la fauna de la laguna.

Y con la zona de la entrada a la Raya allí arriba.

Cruzamos el canal.

Que no da abasto a evacuar aguas, hemos pasado una gran nevada y bastantes lluvias en Enero, y se nota, el agua fluye alegremente por todas partes.

Estamos de vuelta en el pueblo, y nos recibe este peculiar comité de bienvenida.

Y hasta aquí la ruta de hoy, un paseo más que recomendable, yo diría imprescindible. En el momento de hacer la ruta era pleno invierno, pero lo interesante es verla en cada una de las estaciones del año, a ver si ha empezado aquí una serie, iremos viendo.


Hasta pronto!!!







La gran nevada de comienzo de 2021. Empezando temporada.

 Domingo, 3 de Enero de 2021.

Después de las rutas de fin de año, empezamos 2021 confirmando los síntomas que venía dando el invierno. Nada más empezar el año, nos sorprendió una nevada, que sin ser muy copiosa, nos dejó unos paisajes de ensueño en la ciudad. Luego llegó la famosa "filo", que en la capital no dejó grandes espesores, pero en buena parte de la provincia, nos dejó nevadas de las que crean marca, de esas que aparecerán en las hemerotecas. 

El caso es que ha sido un comienzo de año para recordar, y nosotros dejamos aquí nuestra aportación a la causa invernal. Los efectos de la Borrasca Filomena, hicieron que subir a la sierra resultase algo arriesgado, tanto por los espesores de nieve, como por las bajas temperaturas que dominaron el mes de Enero. Tampoco hacía falta, la nieve la teníamos en la puerta de casa, así es que sin coger el coche, el día 2 de Enero, en la habitual ruta de sábado por las Sendas de Cuenca, la cosa se puso interesante.

Luego, el domingo 3 de Enero, un paseo por la Sierra de Valdecabras, nos confirmó que un poco más allá de los límites de la capital, la nevada ya era bastante más importante, y todavía faltaba la filo.

Mis paseos de Sábado por las sendas de Cuenca, suele empezar por aquí. La senda que, desde el barrio de Tiradores, bordea el Cerro del Socorro, a media altura de la ladera, pasando por la parte alta del Parador de Turismo, para enlazar con el sendero que nos sube a lo alto del cerro. Hoy me encuentro un paisaje espectacular.

Con el zoom de la cámara, nos asomamos a las Casas Colgadas, en plena nevada.

Y a todos los puntales que tenemos sobre el convento de San Pablo.

El barrio de San Martín, luce hoy en blanco.

Y es que la nevada empieza a arreciar.

No me resisto a exprimir el zoom, para ponernos sobre la balconada.

Los días con nieve son un problema, no hay manera de parar el disparador de la cámara. Así es que vamos a intentar resumir al máximo, convencidos de nuestro fracaso en tal empeño. 


Mirando un poco atrás, vemos la ciudad cubierta de nieve y niebla.

Y delante de nuestros ojos, cuando nos encontramos justamente sobre el Parador, esta imagen del casco antiguo que no necesita descripción.

Y la hoz del Huécar, con el mirador del Rincón Seco y su inconfundible silueta allí al fondo, un poquito a la derecha.

Y el cerro de San Cristobal, con los hocinos a sus pies.

Parece que ha pasado la nube, seguimos camino.

No se por que me salen las fotos así un poco torcidas. Será el frío!!!!!.

Sin comentarios.

Vamos dando la vuelta a los puntales que se asoman a la hoz.

Y nos vamos metiendo sobre el hocino, siguiendo la pequeña senda llegaremos al sendero del viacrucis que sube al Cerro del Socorro.

Al otro lado de la hoz, por donde caminamos en la ruta anterior, la nieve también lo cubre todo.

A cada paso, nos salen imágenes que no podemos dejar de fotografiar.

He cruzado el sendero del Cerro del Socorro, y sigo caminando por los bordes de la hoz, un paseo siempre espectacular, pero en estas condiciones mucho más, por lo menos para quienes disfrutamos con las nevadas.


Esto así no se ve muy a menudo.

Y la ardilla a lo suyo, que también parecen contenta.

De repente, otra nube suelta un buen manto de copos.

Los puntales del mirador del Rincón Seco, la nevada arrecia.

Echo una última mirada a la hoz, en medio de la nevada, y cojo camino de vuelta, bajando por las Casas Colgadas, allí había mucha expectación, las cámaras echaban humo. yo seguí camino.


Después del paseo del Sábado,  el Domingo es día de ruta. Como en la sierra ha nevado bastante, nos quedamos en nuestro territorio, es decir, Valdecabras. En la sierra de Valdecabras, encontramos las mayores altitudes mas cercanas a la capital, con lo que siempre que vienen las borrascas con nieve, allí dejan un buen manto. 

Sobre la fuente de la Canaleja, ya nos encontramos a unos 1300/1400 metros de altitud, vamos a dejar los vehículos por allí y a caminar sin más intención que disfrutar de la mañana.



Y ya vemos que vamos a disfrutar.

Nos encontramos con una nevada importante, que en algunos puntos rondaba los 25cm.

Cuando hablamos de la Sierra de Valdecabas, los viejos corrales y tinás, son protagonistas en cualquier ruta.

Esta la tenemos con sus muros muy bien conservados, al fresco.

Y con un pequeño casutillo junto a ella.

Lo que ya no se conserva es la cubierta.

Vamos caminando por en medio del monte, en dirección a la zona de Fuente Albilla y la cueva de los morceguillos, la mañana está espectacular para caminar, sin viento, y con una temperatura bastante aceptable, a pesar de estar completamente nublado y amenazando nieve.


Cerca de la  cueva de los morceguillos, la roca se hace presente.

Roca cubierta con un buen manto de nieve.

Van apareciendo cuevas.

Cuevas que fueron utilizadas para cobijar al ganado.

Y el hielo, estamos en Enero y está haciendo lo que toca en estas fechas.

Esta cueva tiene entrada y salida.

Y desde el cobijo de la cueva, la imagen del exterior es espectacular.

Un momento de relax y seguimos ruta.

Otra cueva, vamos a verla.

Con sus vetustos muros cubiertos con la gran nevada, imágenes que no vemos a menudo.

Vamos a entrar.

Por dentro, vemos que tiene otras entradas debidamente tapiadas, y el hielo que se descuelga desde la bóveda.

Una vez más, desde el interior......


Ahora vamos a cruzar la carretera, y nos vamos a asomar a la cabecera del Valle del Cambrón, aquí, en la zona de fuente Albilla, tenemos otras rocas por recorrer. Con hielo, nieve y sorpresas que nos da el monte.


Desde luego que el crudo invierno nos deleita con estos detalles navideños.

Los tormos emergen cubiertos de nieve.

En esta zona tenemos unos 25cm, de nieve.


Con sus hielos correspondientes.

Estamos en el punto donde el arroyo del Cambrón entra en su valle.

Valle que se abre, flanqueado por farallones rocosos, muy visitados también.

Nos metemos en otra cueva, desde la que salió corriendo un tremendo venado, que parecía asustado, pero el susto nos lo llevamos nosotros. El caso es que aprovechamos el abrigo de la cueva para almorzar.

Después del almuerzo, vamos a salir de la cueva por la otra puerta. detrás de la cortina.

Aún se conservan los muros que cerraban la entrada.

¡Menudo pórtico!

Caprichos de la erosión.

Estamos a media mañana, y todavía no hay nada de deshielo.

Dejamos la cueva, y continuamos la marcha.

Ahora vamos a cambiar de paraje, nos vamos hacia Las Corralizas.

Salimos a la carretera que conduce a la Ciudad Encantada, para bajar al encuentro con el camino de los Rasos, vamos hacia Corralizas, y caminar campo a través se está haciendo duro con tanta nieve acumulada, así es que aprovecharemos las rodadas en el carril. para avanzar mejor. 

Estamos en Las Corralizas, la nevada en estos altos ha sido muy generosa.

Aquí tenemos otro buen número de viejos corrales, que aprovechaban muy bien el abrigo de la roca.

Ahora bajo la gran nevada, a duras penas aguantan las cubiertas.

Ahí los tenéis, disfrutando como niños.

No es para menos.

La nieve nos deja imágenes brutales.

Pasamos por Corralizas, y seguimos marcha, abriendo huella.

Otra pequeña Ciudad Encantada, encantadora.

Nada que envidiar a las otras.

Desde este paraje, continuamos la marcha en busca ya del final de la ruta, en una media hora estamos de vuelta en los vehículos para terminar la mañana. Otra mañana disfrutando en el monte, con los paisajes y el ambiente que nos deja la nevada. Pero esto no acabó aquí, la primera semana de Enero, se anunciaba la gran nevada apocalíptica. La Borrasca Filomena traería la mayor nevada de los últimos tiempos al centro de la Península, y en efecto así fue. Curiosamente en la capital conquense la cosa no fue para tanto, pero en el resto de la provincia la nevada fue de las históricas. 

El día 10 de Enero, la borrasca ya había pasado, y yo , en otro paseo mañanero por las sendas de la Capital, pude recoger alguna otra imagen para el recuerdo.


De buena mañana, subiendo al Cerro del Socorro, el sol se encuentra con el Casco Antiguo.

Vemos que la nevada es muy extensa, aunque aquí de poco espesor.

Dos de los "picos" de Cuenca cubiertos de blanco.

Por cierto, aquella mañana voló el globo.

Algo inédito en los vuelos del globo, Cuenca en Blanco.


Yo seguí la ruta, caminando por las sendas de la Sierra de la Pila, para bajar hacia los barrios nuevos de Cuenca. 

Nieve, paisaje, y buena compañía para empezar el año. Una nevada de las buenas, por su extensión, por los espesores registrados, y por la duración de sus efectos, ya que las temperaturas tan bajas que tuvimos durante todo el mes de Enero, hicieron que la nieve y el hielo perdurasen días y días. Es decir, un enero como los de antes.

Todo esto a un paso de casa, sin coger el coche, o a tan solo 15 km. no hay excusa para no salir a disfrutar del invierno. 


Hasta pronto!!!