Acaba 2020

 Diciembre de 2020.



Acaba un año diferente, un año maldito, que ha puesto a prueba muchas cosas en todos nosotros, no vamos a entrar en detalles. Ahora toca hacer balance y recordar lo que hemos vivido a lo largo de estos meses aciagos. 

Este año no vamos a hacer ningún resumen de nuestras andanzas por la Serranía de Cuenca, lo hemos contado y está en el blog al alcance de todos. Por que este año, cobra más fuerza que nunca la publicación que hicimos a finales de 2019, la culpa de todo esto la tiene un buen amigo que me empujó a escribir unas palabras de fin de año, y ahora me doy cuenta de que las pronunciamos un año antes de lo debido, aunque realmente sirven para todos y cada uno de los días de nuestras vidas. Así es que lo que vamos a hacer es plagiarnos a nosotros mismos, y volver a recordar aquellas palabras, que resumían el sentir que nos mueve cada semana a salir al monte, a vivir en definitiva. 

Pero ya nada es igual y habrá quien ya no pueda leer esta entrada, ni aquel papel impreso, aquel papel que guardó con cariño e ilusión, donde guardaba otros escritos. El caso es que este año vamos a volver a celebrar la vida, por que la vida continúa, y tenemos que vivirla y celebrarla.

Aunque el año ha sido tan especial, también nos ha dado alegrías. Hemos conocido algunos lugares por los que no habíamos caminado antes, hemos tenido nuevos compañeros de ruta, con los que a pesar de los pesares, esperamos volver a coincidir más pronto que tarde, seguro que así será. Y hemos vuelto a disfrutar con nuestras andanzas serranas.

Para la próxima temporada, solo pedimos poder seguir saliendo al monte, poder volver a juntarnos con las personas con las que hemos compartido rutas todos estos años, y poder seguir contándolo por aquí.

Con el siguiente texto (que incluye referencia a la ruta que hicimos aquel día) os dejamos hasta...........       . En cualquier caso, FELICES FIESTAS a pesar de todo. Volveremos.


Celebrando la vida.

Hoy, después de un gran año de rutas y vivencias, celebramos el final de esta temporada, con una ruta impresionante, que nos ha llevado por estos paisajes de Rodeno y arenisca, y nos ha transportado a tiempos pretéritos, cuando los Celtíberos poblaban estos territorios. Pero no solo celebramos el final de temporada, celebramos mucho más.


  • Ese... ¿y mañana que?
  • Ese... Yo si puedo....
  • Ese... ¿que ruta hacemos?..... pues ya veremos......
  • Ese cambio sobre la marcha, que tan buenos resultados nos da.
  • Esos tercios reparadores de cuerpo y espíritu.

Y nos ponemos en marcha, como un Domingo normal, pero nuestros Domingos no son normales, nuestros Domingos son nuestra vida. Por que lo que celebramos esta mañana es, en definitiva, la VIDA.

  • La vida que nos hizo coincidir.
  • La que nos hizo conocer a estas otras personas que nos acompañan hoy.
  • La vida que nos lleva por esos cerros, por esas sendas y por esos pasos imposibles.
  • Y la que nos lleva por esas otras rutas gastronómicas, por que no solo de monte vive el hombre.

Y repito, los domingos que pasamos en el monte no son normales. Cuestas interminables, Espinos en flor que "acarician"  nuestro paso, Bujes empapados con ese chaparrón de la noche pasada, Pinos que se empeñan en que practiquemos contorsionismo, trepadas y destrepadas, cejas, crestas, cumbres, barrancos, praderas...... ¿acaso esto es normal?. El agua, ese hielo en las rocas, esas escarchas que pintan de blanco el monte, vientos heladores, nieblas, benditas nieblas..... ese sol implacable de final de primavera. Y por fin, un día la nieve, que complica y anima a partes iguales las mañanas serranas. Todo esto celebramos hoy.

Pero esto no acaba aquí, tenemos mucho monte por recorrer, muchas vivencias por compartir, y volveremos a juntarnos para vivirlo, sufrirlo, y celebrarlo.

Gracias por formar parte de nuestra Vida.



Foto de archivo.


Hasta pronto!!!