Cola de Caballo por Senda de los Cazadores. Viaje al Pirineo.

 Lunes, 1 de Noviembre de 2021.


Después de dos rutas extraordinarias pasadas por agua, y un día de descanso con visita a Jaca, vamos con la última jornada en Ordesa. Hoy toca ruta estrella, haremos la conocida senda de los Cazadores para llegar al circo de Soaso, donde aparecerá majestuosa la Cascada Cola de Caballo. Las lluvias de estos tres días anteriores han dejado el valle inundado de vida. Mas abajo las Gradas de Soaso como nunca las vimos, y ese bosque de hayas con el manto de hojas alfombrando el suelo. Y el otoño que se agarra a las verticales paredes del valle. Una ruta circular espectacular en cualquier época del año, ahora es otoño y lo vamos a disfrutar.

Esta mañana de primero de Noviembre, toca madrugar un poco más. Hay que coger el bus que nos lleva desde Torla a la pradera de Ordesa. El día anterior tampoco dejó de llover, pero las previsiones anuncian buen tiempo para este último asalto al Parque. Al amanecer, comprobamos como ha cambiado el ambiente, el día promete. Por fin vemos un poco de cielo azul, aunque las nieblas todavía se aferran a las cimas de Mondarruego. 

Preparamos el desayuno, y los bocadillos de media mañana, y salimos raudos hacia el punto de partida del Bus, mis compañeros de viaje no han hecho nunca la senda de los Cazadores, yo la hice hace unos años, y se que lo van a disfrutar a lo grande, hoy se respira el ambiente de las grandes ocasiones.

Y en las grandes ocasiones como esta, nos surge otro problema que no es menor. Tenemos un acopio de imágenes, que no hay quien las gestione. Con lo cual, intentaremos resumir al máximo, pero tampoco queremos privar de la contemplación de semejante espectáculo, así es que habrá alguna foto sin comentar, pero que merece la pena ver.

Salimos de camino, y tenemos en las cumbres de Mondarruego las nieblas agarradas en lo alto.

Y el primer sol de la mañana plasmado en sus paredes.

El servicio de transporte en autobús, funciona muy bien y en un momento desembarcamos en la Pradera de Ordesa. Nos colgamos las mochilas y empezamos a caminar. El objetivo es claro, con el día que tenemos hoy la senda de Los Cazadores es ineludible, así es que vamos allá.


Empezando camino, es inevitable mirar hacia arriba, por que lo que nos rodea es brutal.

Nos dirigimos a la senda de Los Cazadores, y sobre el puente por el que cruzamos el río Arazas, que hoy baja con un caudal envidiable, miramos valle arriba. La niebla está metida en el fondo.

E inevitable es mirar hacia arriba, por allí caminaremos en busca de Calcilarruego.

Brumas y nieblas.

Y antes de emprender el ascenso, esta panorámica con el Tozal del Mallo, y la Punta del Gallinero. El sol hoy ganará la partida.

La senda se adentra en un bosque de hayas, que con las lluvias de estos días casi han quedado desnudas.

Estos viejos troncos llenos de vida aunque parezca mentira.

Colores.

Casi sin sentirlo, la senda gana pendiente. Y yo sin sentirlo empiezo a hacer la goma.

Pero solamente por hacer las fotos, que de fondo voy genial!!!!  jajajajajaja.

Hasta el mirador de Calcilarruego, la senda entra en un continuo zig zag, para ir ganando altura en esta ladera tan vertical.

Con algún paso más estrecho, aunque sin ningún peligro.

Y unas vistas que poco a poco vamos atisbando desde algún claro del bosque.

O entre el ramaje. donde nos aparece la cascada de Cotatuero.

Y el Otoño, que ha tomado las laderas del valle.


La senda es espectacular, lo tiene todo.

Y espectacular, aparece ya en el claro del bosque, la cascada de Cotatuero, al otro lado del valle, hoy baja cargada de agua.

Subir por aquí, escoltados por las jóvenes hayas que nos vamos encontrando en este tramo de ruta, nos da aliento.

Y pisar estos escalones de roca con años de historia, hacen más llevadero el ascenso.



En una de esas revueltas, cuando ya me he librado del férreo marcaje de los caminantes de esta mañana, un poco de auto retrato. A pesar de subir por la zona de umbría, hace muy buena mañana y va sobrando la ropa de abrigo.

Y los colores, estos retratos molan mas.

Y las nieblas, que siguen coqueteando con las cumbres que rodean el valle.

La senda no ceja en su intención ascendente.

Y nos pone prácticamente a la altura del Tozal del Mallo, allí enfrente, con las cimas pintadas en blanco.

De repente, cuando habíamos llegado a un pacto de no agresión con el sendero, nos encontramos con el último repecho.

Y se nos abre una nueva perspectiva del valle.

Y del circo de Cotatuero.

Estamos en el mirador de Calcilarruego. Dicen que se puede subir en hora y media desde la pradera, y hoy hemos cumplido escrupulosamente con el horario.


No recuerdo bien si tuve que esperar unos minutos a que llegasen estos dos...... o quizás fue a la inversa, ja....ja. El caso es que aquí estamos, tan contentos y disfrutando de las sensaciones que son inenarrables.

Si dividimos esta ruta en tres partes, ahora comienza la segunda. Una vez en calcilarruego, encaramos la segunda parte de ruta por la faja de Pelay, una senda bien marcada prácticamente llana o en ligero descenso hasta el circo de Soaso. Mucho terreno por recorrer y mucho por ver.

De momento tenemos la luna menguante allí sobre los riscos de la Sierra de las Cutas.

Y esos torrentes de roca, que se descuelgan hacia el fondo del valle.

A la otra parte del valle, siempre que la niebla lo permite, vemos la Brecha de Rolando.

Esto va bien.

Y allí abajo, la zona de las cascadas.


Hoy tenemos una luz extraordinaria.


Y mucha verticalidad, hacia abajo.

Y hacia arriba.


Atravesamos otro bosque de hayas.

Y poco a poco van apareciendo las cimas que coronan el circo de Soaso.

Fijaos lo que tenemos por encima.


Es difícil explicar esto.

Seguimos descendiendo suavemente hacia el circo de Soaso, con la sierra de las Cutas a nuestra derecha, y las gradas de Soaso en el fondo del valle.

Y si nos las acercamos un poco a base de Zoom, vemos que el caudal del río es espectacular.


Las nieblas siguen coqueteando con las cimas.

Y el agua que ha caído estos días, ha devuelto la vida a todas y cada una de las cascadas del valle.

Esta del barranco Tabacor, tiene una longitud tremenda.


Vamos encarando el último tramo de la senda de los cazadores, y ya tenemos a la vista todo es espectáculo del Circo de Soaso.

Que hoy es básicamente agua.

El circo.


 En la zona de las gradas, ya se aprecia la afluencia de visitantes.

Tras las nieblas el Monte Perdido.

Y la senda que se ha convertido en un auténtico río.

Estamos a punto de dejar la senda, y nos acercamos la cascada a base de zoom. Impresionante el brío que lleva el agua. Y público que no falta.


Mientras tanto, seguimos cruzando ríos de vida que bajan desde esta parte del valle por el que caminamos.

Hasta el refugio de Goriz podemos ver desde aquí.

Aquí cubrimos la segunda parte de la ruta de hoy. Dejamos la faja de Pelay, y bajamos a pie de valle. Ahora toca hacer una parada frente a la famosa cascada de la Cola de Caballo, disfrutar del entorno, reponer fuerzas y encarar la última parte de ruta, que consiste en bajar de nuevo a la Pradera, pasando por las gradas, el bosque de hayas......


Ya estamos abajo.

Y conseguimos hacer un par de fotos sin extras.

La cascada ruge.

Y nosotros tan contentos.

Sacamos a relucir nuestras galas.

No hace falta decir, que esto es un hervidero de gente, tanto por la senda de los cazadores, como por la senda de la pradera, no deja de llegar personal. Buscamos un lugar donde hacer nuestra parada a comer algo, y continuamos nuestra marcha.


Y dejamos atrás el Circo. La imagen no hace justicia a la grandeza de este lugar.

Pero siempre hay algún elemento que lo adorna.

Caminando por aquí abajo, el valle se estrecha.

Y el agua se descuelga por las Gradas de Soaso.


Y el sol quiere entrar hasta el fondo del valle.


Un verdadero espectáculo.

Hace un rato caminábamos por allí arriba.

Y ahora nos metemos en el bosque de hayas.


Con sus raíces poderosas.

Y el suelo completamente cubierto por ese manto de hojas, que las lluvias se han encargado de desprender.


Y los musgos empapados, en su mejor momento.


Llegamos a la zona de las cascadas, la tarde avanza.

Y si antes se nos iba la mirada hacia abajo, ahora es hacia arriba, con esta nueva perspectiva del colorido en el valle.


¿Qué me dices?


Estamos llegando a la parte más baja, casi a nivel del río y final de ruta.

Sin quitar ojo al río.

Y sin perder de vista estas grandes bestias del bosque, que tenemos aquí abajo.

Estamos en el final de la ruta, caminamos ya junto al río, y con la mirada puesta en las cumbres con las que comenzábamos la jornada. 

Gallinero.

Tozal del Mallo.

Y la zona de Calcilarruego.


Después de unos 21 km. y unas siete horas entre unas cosas y otras, llegamos al final de la ruta de hoy, una jornada llena de sensaciones, y con la satisfacción de completar los objetivos de este viaje. Ahora toca hidratar los cuerpos como es debido, mientras hacemos idea de coger uno de los autobuses que nos devuelva a Torla.


Y si hay que hidratar, la cerveza tiene cualidades reparadoras muy buenas.

Pues ahora si, hidratados y recuperados, podemos dar por terminado nuestro viaje pirenaico. Tres rutas espectaculares, donde nos hemos podido dar un baño de Otoño en el mismo corazón del Parque de Ordesa. Con agua, frío y nieve en Bernatuara, con nieblas y agua a partes iguales por Turieto, y hoy con un día estupendo, donde hemos podido disfrutar del efecto que esas aguas han practicado en todo el valle. Un espectáculo de agua y color que nos ha calado bien hondo. Ahora cogemos el bus, y ponemos rumbo a Torla.


Y al llegar a Torla, por fin pudimos hacer la foto que nos pedía nuestro buen amigo. Con esa luz de la tarde que termina en Mondarruego.

Cinco días nos ha costado esto. Hasta el último minuto se mostró reservón.


Ahora toca recoger, poner en orden esas sensaciones que se agolpan en nuestras cabezas, y volver a casa. Un viaje que dará que hablar, y que ha puesto el germen para futuras visitas al Pirineo, todo se andará.


Hasta pronto!!!