Ruta circular Mirador de Uña-Las Catedrales.

Domingo 9 de Junio de 2013.


Este Domingo, con el gusanillo del pasado puente todavía en el cuerpo, decidimos explorar más a fondo la senda de bajada del mirador a Uña, y prolongar la ruta hasta las Catedrales e intentar subir a través de sus callejones.´
Esta ha sido, por varios motivos, una de las rutas más sorprendentes de cuantas hemos realizado.
Como digo siempre, la naturaleza nunca deja de enseñarnos, tantas veces como pasemos por los mismos lugares, tantas cosas sorprendentes descubrimos.

Como es costumbre en esta primavera nos amanece el día con niebla y bastante fresco para las fechas en que estamos, ya a las puertas del verano.

Comenzamos en el citado mirador, en medio de una densa niebla que no nos deja ver nada en el horizonte, pero que con su humedad lograba intensificar los colores de la primavera, con ese verde intenso de la hierba, los tiernos brotes de espinos y enebros, y los grises de los troncos de los pinos, la verdad es que parecía un día de otoño pero sin los ocres de las hojas. Que bonito!!!!.

Al ir descendiendo la niebla nos abandonó y pudimos divisar ya el pueblo de Uña.


Lo que digo, con aspecto otoñal. Nuestra ruta iba en sentido contrario a la del pasado Sabado, y ahora cogimos la pista forestal que conduce al arroyo de la madera, donde se encuentra el paraje de las Catedrales, transcurridos unos metros, y viendo que el canal que conduce el agua a la central del salto de villalba tenía un nuevo vallado, decidimos caminar por sus gruesos muros en busca de nuestro destino, mi vértigo impidió que sacase fotos de este momento, pero cuando lo abandonamos poco más alante ya hicimos lo propio.





Por ahi arriba pasamos nosotros, por que tenia nuevo vallado que si no..........
Este es el puente que salva el arroyo de la madera, nosotros pasamos por debajo del mismo para subir a las catedrales, en este camino empezó la primera de las sorpresas, nosotros caminábamos por una senda a un lado del valle, y por el otro, que discurre la pista detectamos un grupo de gente, nosotros enseguida los calificamos como un poco Domingueros.... serán Madrileños, dijimos, (con todo el respeto hacia ellos).

En la subida les atajamos el paso y nos seguían un poco más atrás, pero cuando la senda empezó a cobrar pendiente esa gente avanzaba con paso firme, y nosotros que no queríamos que nos pillasen....con la lengua fuera, están fuertes esas muchachas (pensé yo) que cada vez las tenía más cerca y sin parar de hablar en todo el camino, total que en un momento que nos detuvimos a coger aliento porque yo ya iba algo asfixiado, nos dimos cuenta que era gente del terreno.


Fue una grata sorpresa porque eran amigos y familiares, que nunca logramos que vengan de ruta, y hoy nos los encontramos en gran forma física en un lugar tan singular, la verdad es que el paraje es impresionante entre esas moles de piedra que forman angostos pasadizos que, si no es con alguna ayuda, son infranqueables.
¡Mira que formales!

Después de unas risas por el encuentro nos unimos a ellos para subir a la parte alta de los cortados y buscar la pista que conduce a la Raya de Uña.




Gracias a esas escaleras de madera se facilita algo la subida, y una vez arriba y con estas vistas, paramos a almorzar con tan singular grupo.

Desde aquí la ruta es muy conocida por nosotros, la hemos recorrido en innumerables ocasiones, una vez liquidado el trámite del almuerzo, Alfredo y yo decidimos adelantarnos ya que nuestros amigos comían en Uña y nosotros todavía teníamos que volver al mirador de partida, y ellos se iban entreteniendo mucho admirando los cortados los buitres y los paisajes tan bonitos.




 

Todo esto lo vimos en otra entrada al principio de la primavera con nieve.

El caso es que la mañana nos tenía reservada otra sorpresa, tras bajar por la senda de la raya de uña, donde nos comenzó a llover un poco, llegamos al pueblo y retomamos la senda de vuelta a nuestro destino, una fina lluvia nos acompañaba, y ahí camuflado literalmente en la senda.........


Este cervatillo, que era tan pequeño que ni siquiera huía, y claro... nuestra ignorancia nos hizo dudar sobre su estado de salud, lo incomodamos un poco a ver si se levantaba, pero no hacía intención de levantarse ni de huir, tras un rato de titubeo sobre el tema decidimos dejarlo, ya que pensamos que uno de sus mecanismos de defensa es quedar inmóviles y camuflados, y en el peor de los casos que estuviera enfermo, pues sería selección natural.

Seguramente que la madre no andaba muy lejos y hasta vería que no representamos ningún peligro para su cría, suponemos que a estas alturas de verano andará correteando por esos montes, feliz junto a su madre, y recordando a esos dos incautos que pretendían que saliese de su escondite, estos si que eran domingueros (pensará el), pero nosotros solo queríamos que no le pasase nada.

Total que este día sacamos dos conclusiones,
  1. Nunca subestimes la capacidad de un grupo de "madrileños".
  2. La ignorancia del ser humano puede ser letal para la naturaleza.

 En el siguiente enlace teneis el trazado y perfil de la ruta:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4639866

GR-66 Las Majadas-Valdecabras

Sábado 1 de Junio de 2013.


Tercer y último día de caminata, otra mañana despejada y fría para no variar, nos despide de Las Majadas, con un viento bastante molesto que poco a poco fue amainando y quedó un día ¡por fin! muy bueno para caminar por el campo.

Después de darle muchas vueltas a los mapas durante la cena del día anterior, con una clase magistral de Alfredo sobre el Rumbo, el Norte, el Musgo, la estrella Polar e incluso toda la Vía Láctea, y la madre que los parió a todos..... y tras despejar la duda de si salir dirección Uña por las fuentecillas ó seguir por el GR con salida por la Utrera, comenzamos la etapa por esta última opción y así ser fieles a nuestro primer objetivo que era recorrer parte de este trazado.

Tras echar un vistazo a los paneles informativos sobre la ruta de las Fuentecillas.....


Comenzamos una breve ascensión por La Utrera, dejando atrás el pueblo bajo los primeros rayos del sol de la mañana.


Hoy la ruta es muy cómoda, no tiene grandes desniveles positivos, es más bien llana con el único e imprevisible ascenso al mirador de Uña que no conocemos, una vez subida la Utrera llegamos a la parte trasera de los famosos Callejones de las majadas, que como ya los conocemos muy bien pasamos de soslayo por ellos.


Hay que decir que merecen una visita monográfica y perderse por sus recovecos y admirar sus caprichosas formas.
Desde este paraje tomamos la pista que nos conduce al mirador del tío Cogote, tantas veces visitado por nosotros, incluso en nuestra ruta nocturna del pasado año, gran experiencia.....


Hoy, con la luz de la mañana volvemos a tener esas grandes vistas de las rocas y la pasarela del canal en royofrio, que nos espera para una futura ruta.


 


Desde aquí descendemos por una bonita senda, que ya vimos en otra entrada con nieve, al paraje de la solana de Uña, por una pista forestal muy arreglada, y tras cruzar el arroyo de la madera, llegamos a Uña.




Esta etapa, como la conocíamos bien y era el último día, la tomamos de recreo y paramos a almorzar tranquilamente unas viandas como estas.




Después de un buen rato de recreo, unos tercios café y orujo, y un gran trato de las chicas del bar de Uña...... nos quedaba explorar el ascenso al mirador en las proximidades de la Ciudad Encantada.
La señalización del GR se pierde en bastantes ocasiones y tuvimos que mirar mapas y gps, pero enseguida dimos con la senda que nos dejó muy sorprendidos por su belleza, gran desnivel y una vegetación frondosa y muy variada.


Esta era la parte final de la senda, cuando llega al mirador.
 

En los gráficos de estos paneles pudimos reconocer gran parte de la ruta que veníamos haciendo estos días, y relacionarlos con esas vistas del fondo en el horizonte tras estos individuos.

El siguiente punto de referencia era la fuente de la canaleja (tantas veces visitada también), en las cercanías de Valdecabras, lugar éste último que sería punto y final a nuestra travesía.

Eran las primeras horas de la tarde, bajo un sol muy agradable y nos rondaban sentimientos encontrados, por un lado la satisfacción por haber conseguido el objetivo, sin ningún incidente, disfrutando de nuestra Sierra de Cuenca con sus paisajes, su vegetación, su fauna, sus pueblos y sus gentes......y por supuesto la compañía, y por otro lado algo de morriña  por la vuelta a la rutina y a esta dura realidad que hoy nos ataca.



Tras una breve parada en la fuente de agua fresca pero muy caliza.... llegamos a Valdecabras donde nos esperaba Tete, que no lo hemos comentado, pero nos acompañó el primer día en la ruta de La Mogorrita, y tras atender asuntos familiares estos días vino a recogernos en el final de etapa de hoy, como no podía ser de otra manera nos refrescamos en el bar del pueblo con unos tercios frescos que nos vinieron muy bien, ya que empezaba a apretar el calor.

En el siguiente enlace podeis ver el trazado y perfil de la etapa:


http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4591534




GR-66 Tragacete-Las Majadas

Viernes 31 de Mayo de 2013.


Segundo día de ruta, después del reparador sueño amanecía totalmente despejado, lo que presagiaba la mejoría del tiempo, cosa que luego no fue así.

El trazado de esta etapa no lo habíamos recorrido nunca al menos en sus dos primeros tercios, la parte final en la sierra del agua si que era conocida de anteriores salidas hongueras y alguna visita al rincón de la osera del parque del Hosquillo.

La verdad es que esta primera parte de la etapa nos dejó gratamente sorprendidos por los paisajes puramente de alta montaña, subimos desde Tragacete a la zona del cerro de la bandera y nos situamos a unos 1600m. de altura con una vista privilegiada de gran parte del recorrido del día anterior.

Tras las fotos de rigor en el hostal comenzamos la caminata, por delante unos 26 km.




La salida era directamente un cuestarrón pero sin calentamiento previo

Enseguida fuimos ganando altura y dejando atrás el pueblo de Tragacete, con un viento racheado algo molesto y frío,

Poco antes de llegar al primer escalón de ascensión ya empezamos a ver la grandeza de lo que nos esperaba.


Al fondo de esta foto, a la vuelta de aquella roca llegamos a una zona de praderas verdes y pinares que nos sirvió de pequeño descanso antes de acometer el ascenso al segundo escalón de la mañana.





Después de caminar un par de kilómetros por estas praderas y siguiendo las marcas del GR-66 cogimos la senda que nos debía subir al siguiente escalón, una senda preciosa por un vallejo lleno de pinos y toda clase de vegetación serrana, y muy empinada, que acometimos con calma para ir dosificando fuerzas.



La verdad es que cualquier rincón era digno de ser fotografiado, nosotros dejamos aquí solamente unas pequeñas pinceladas de lo que íbamos descubriendo. Una vez superado este escollo la ruta comienza a descender hacia la casa forestal de la Halconera, un suave descenso por una zona de piedras similar a los callejones de las Majadas,


Incluso con su mar de piedra.



Por fin llegamos a la casa de la Halconera y paramos a almorzar, es un paraje bonito rodeado de pinos.



Este que vemos es un refugio de nueva construcción, con literas mesa y chimenea. La antigua casa de la Halconera hoy está hundida, pudiéndose atisbar la cimentación del antiguo edificio. Cerca de la casa hay un aljibe lleno de agua... y de mosquitos.



Hasta aquí el trazado del sendero GR-66 está muy bien señalizado, pero a partir de esta zona se pierde la señalización, entonces hubo que usar mapa y gps para encontrar el camino, enseguida encontramos el rumbo y ya casi todo el tiempo por pista forestal nos llevaría hasta Las Majadas.

En el paraje de la sierra del agua hicimos un poco de atajo campo a través por evitar tanta pista y pudimos observar una familia de muflones, padre madre y una cría, que subían por una ladera casi vertical ¡que pies tienen los jodios!. Nosotros ya no estábamos para grandes esfuerzos y volvimos a la pista forestal, al llegar a los depósitos de agua que abastecen al pueblo decidimos parar a comer, y a reposar un poco ya que íbamos muy bien de tiempo.



Todo este último tramo de la etapa transita por verdes prados y pinares muy hongueros en otoño.
La única pega es el final ya que hay que ir unos kilómetros por carretera y aunque no es nada transitada se hace un poco pesado. Solo nos faltaba buscar el alojamiento, aseo, descanso y ronda por el pueblo a refrescarnos con unos botellines, aunque calor... calor.... no hacía ni un pelo, lo que hacía era un viento helado que en la plaza del Altozano era un puro vendaval,  que friiiiiio!!!!.



Pero bueno, con una buena lumbre se soluciona todo.

Todo iba según lo previsto, sin incidencias, disfrutando de los paisajes, la vegetación, los riachuelos, los manantiales, la fauna tan esquiva, que muchas veces si no es caminando mucho no se deja ver así como así.

Tras una buena cena toca retirada a descansar para la próxima etapa ya por tierras mas conocidas, pero no menos sorprendentes, Las Majadas-Valdecabras.


En el siguiente enlace teneis el trazado y perfil de la ruta:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4591521