Subida al Cerro de la Degollá y mirador del Rodenal.

Domingo, 23 de Abril de 2017.


Hoy vamos a hacer una ruta senderista de esas que no deja indiferente a nadie, un trazado exigente en lo físico, y aunque técnicamente no presenta grandes dificultades, el descenso desde el cerro de las antenas de la Degollá se debe hacer con la máxima precaución, ya que hay una fuerte pendiente y mucha piedra suelta. Otro detalle a tener en cuenta es el caudal del río, en este caso no hemos tenido problemas, cada vez lleva menos agua. El caso es que llevábamos bastante tiempo queriendo hacerla y por unas cosas o por otras no lo habíamos conseguido.

Se trata del trazado de la carrera por montaña que se celebra anualmente en Priego, la Subida al Cerro de la Degollá, que realmente son dos subidas, ya que hay que coronar también el mirador del Rodenal. Un recorrido imponente a ambos lados del popular estrecho de Priego.

Durante la pasada edición del evento en su versión senderista, el día 3 de Diciembre de 2016, junto con unos amigos de Cuencaminando, tuve la ocasión de conocer el trazado como avanzadilla del grupo, quedando emplazados para repetir en cuanto nos pusiésemos todos de acuerdo. Y este ha sido el día en que finalmente hemos conseguido culminar este reto.

Esta historia se ha ido complicando con el paso de los meses, la programamos para Marzo, hubo que retrasarla a Abril, y por el camino a base de "engaños y medias verdades", se ha ido animando el personal hasta formar un grupo tan numeroso como animado. Unos mejor preparados y otros a base de voluntad, seguro que nadie olvidará esta experiencia vivida hoy.


Primera foto de grupo, sobre el Puente Liendre, el ambiente es inmejorable en esta mañana primaveral. Foto de Mariano Lopez Benito, hoy contamos con su compañía y en imagen ganamos mucho.

Estamos en ruta, atrás dejamos los líos del preparativo y nos ponemos a caminar, hoy ya solamente toca disfrutar. Empezamos sobre las nueve de la mañana, la primavera sigue seca y calurosa, muy bien para caminar, pero lo pagaremos este verano con creces, a ver si alguna borrasqueja nos ayuda a paliar esta sequía, lo repetimos todos los días pero es que ya es preocupante la situación que tenemos.



Las cristalinas aguas del Escabas bajo nuestros pasos.

Cristalinas y saltarinas, limpias y puras.

Poco a poco la cosa se pone hacia arriba, con el cerro del Rodenal allí enfrente como testigo de nuestra osadía.

Atrás dejamos el pueblo, en esta imagen de Diciembre.

El primer puerto de la mañana, las antenas y cruz del cerro de la Degollá.

Pocos son los tramos de pista o carril que veremos hoy, casi todo lo haremos por terreno agreste y pedregoso.

De momento todo en orden, el grupo empieza a estirarse.

Subimos y la roca empieza a cobrar protagonismo.

Con un comité de bienvenida, que el pasado mes de Diciembre levantaba acta a nuestro paso.

A punto de coronar, nos preparamos para uno de los pasos mas bellos de la ruta.

Una pequeña canal con gran desnivel, aunque la roca escalonada facilita el ascenso.

No quitamos ojo al Rodenal.

Ni al pueblo, lo hemos dejado muy atrás, esta imagen de Diciembre con las nieblas y los árboles desnudos, pleno invierno.

El paso entre estas rocas, nos sitúa en la cima.

Cima desde donde se nos abren grandes vistas de toda la Serranía e incluso de las provincias vecinas, como Guadalajara, con las Tetas de Viana y el inquietante humo de la central Nuclear de Trillo.

Con los buitres haciendo de anfitriones en los cielos del estrecho de Priego.

Sin mirar tan lejos, aparece Cañamares, el otro vigilante del estrecho.

En la cima de este cerro hay una buena instalación de antenas, pero nosotros nos centramos en la cruz que la corona.

Llegados a este punto, la cosa requiere almuerzo, paramos un rato a reponer fuerzas, es este un buen mirador desde donde calibrar lo que tenemos por delante.



Otra foto de grupo, gentileza de Mariano, parece que los ánimos siguen en todo lo alto.

Los arbustos lucen ya sus galas primaverales.

Los gamones en plena floración.

Impresionantes.

Un momento de relax.

Bajo los cortados del rodenal, tenemos allí enfrente el convento de San Miguel de Las Victorias.

Cumplido el trámite gastronómico, continuamos la marcha. 

Con la mirada puesta en el estrecho y el río de chopos que empiezan a cubrir sus copas con tiernos brotes.

En Diciembre la imagen era otra, las nieblas nos regalaron otras vistas.


Con el cerro Poste allí al fondo, Cañamares a la izquierda y La Frontera, que la encontramos a la derecha de la imagen, aunque desde aquí no llega a verse.

Hemos emprendido la bajada, en fuerte desnivel y con senda pedregosa, pero rodeados de arbustos florecidos, pinos y carrascas, otra foto de Mariano.

El gamón centra nuestra atención, estamos en nuestro mejor momento!!!!

Con precaución vamos bajando hacia Los Barrales, por donde cruzaremos el río Escabas.

Buenas vistas tenemos ya del estrecho, Degollá, Convento y Rodenal.


Y abajo la vía ferrata, con su puente "a medias", jajajajaja.

Llegamos finalmente al río, sin problema alguno para cruzar, el caudal es muy escaso.

Tampoco en Diciembre tuvimos grandes dificultades, apenas una fina lámina de agua se deslizaba por la presa, hoy ni eso.


Hoy la ruta no tiene grandes peligros, pero entramos en esta zona donde debemos ir remontando el río a media ladera, con gran desnivel y piedra suelta, debemos extremar las precauciones para no tener un disgusto. Finalmente nos ponemos sobre la cresta que nos conduce a la cima.



En este tramo el grupo se va estirando, nos quedamos unos cuantos a la cola, como de coche escoba.

Mariano pendiente de las maniobras de ascenso.


Un poco más adelante, nos situamos ya en el borde de la roca, ahora seguiremos por esta cresta rocosa que nos lleva a la cima con unas vistas tremendas.

Del convento, con la piedra Campanera.

Del tremendo paredón calizo del cerro de la Degollá.

Y del ascenso que nos queda hasta el mirador.

Asomándonos entre roca.


Esta subida sin descanso nos tiene con los músculos tensos.



Ya vemos cercano el pueblo, aunque nos quedarán tras coronar unos cuatro o cinco kilómetros de constante descenso, un gran rompe piernas la ruta de hoy.



Otra imagen tomada en Diciembre, estas piedras dan mucho juego.

Por fin coronamos el cerro del mirador, la mañana avanza implacable, llevamos varias horas de ruta y aunque vamos acusando el cansancio unido al calor, las mecánicas parece que aguantan, ya olemos el merecido refrigerio en forma de tercio helado. Habrá que apretar el paso, la comida nos aguarda.

Como se nos va haciendo algo tarde, hemos echado por delante a los más intrépidos caminantes (casi todos), el caso es que hemos tenido que solucionar un pequeño contratiempo en la cima del mirador, con la ayuda impagable de Justi, una chica de Priego que nos ha acompañado en esta ruta velando en todo momento por el buen desarrollo de la jornada, y solucionado el tema, continuamos la marcha en pos del tercio.  


Tomando aliento en el mirador del Rodenal.

Emprendemos la bajada por esta senda, cada tramo de esta ruta tiene su encanto.

Nos descolgamos por el escalerón.

Y continuamos entre el pinar hasta desembocar en los terrenos de labor entre almendros junto a Priego. Esta imagen es de Diciembre.
Alrededor de las tres de la tarde hemos terminado la ruta, seis horas de caminata con sus correspondientes paradas, no teníamos prisa, se trata de disfrutar en estos parajes a los que no venimos muy a menudo. Hoy el tiempo ha acompañado, a pesar del sol, una suave brisa en la subida al Rodenal nos ha permitido ascender sin sentirlo, jejejeje, bueno quizás exagero. 



Esta imagen resume perfectamente el ambiente que ha reinado durante toda la ruta, sin perder la sonrisa en toda la mañana a pesar del cansancio, hemos culminado el reto de hoy, que no era cuestión menor.


Y nada más, agradecer de nuevo a Justi sus desvelos, y a todos los participantes en esta ruta su actitud ante el desafío, seguro mas de uno/a ya tiene mono de monte, todo ha salido razonablemente bien, seguro que repetimos.


Hasta pronto!!!