Dehesa de los olmos.

Domingo, 5 de Octubre de 2.014.

Poco a poco va entrando el otoño, y con él llegan  contrastes de colores y aromas.
 
Este domingo hemos escogido esta ruta para comprobar como va avanzando lo de los colores, pero como la naturaleza es tan caprichosa nos ha regalado un avance de temporada setera.
 
Al final ha resultado un bonito paseo por prados y cañadas, dejamos el vehículo cerca de la covacha del agua, y por la cañada espinosa caminamos rumbo a la casa de los olmos.
 
Enseguida nos dimos cuenta de que la temporada de hongos, a pesar de las escasas lluvias estaba deseando comenzar.

Primeros síntomas de otoño, con su rocío y todo.


Unos champiñones silvestres, que aquí se crían que da gusto.


A pesar de que las setas están deseando brotar es fácil comprobar en las imágenes que el terreno está falto de humedad, todavía no se ve el verdor típico de esta zona en otoño.



Aquí falta mucha agua.

Ahí vemos los riscos del puntal de cachorros.
Desde aquí ya podíamos divisar uno de nuestros objetivos de la mañana, la extensa masa de Arces y sus otoñales tonos rojizos que en este lugar abundan como en ningún otro punto de la sierra. Pero a pesar de que ya van cambiando el verde, todavía no los encontramos en todo su esplendor.
 


Un enorme ejemplar verde verde.


Al fondo se atisba el arroyo de la dehesa.

Van apareciendo tonos rojizos.

De todas formas este paseo merece la pena, en cualquier época del año.
 
 



Tirando de zoom ya divisamos las ruinas de la casa de los olmos.






Dejamos la zona de los arces y nos encontramos con pinos, robles, acebos, y un poco más adelante grandes sabinas. 



Los viejos robles con sus nudos.


Que formas tan caprichosas.

Y este acebo con más frutos que hojas.

Bajo estas ramas paramos a tomar el almuerzo, que no fue de bellotas precisamente.

Una mirada hacia atrás.

Muy cerca ya de la casa de los olmos nos encontramos con esta gran sabina, a saber los otoños que ha contemplado.

Para hacernos una idea.

Con su rama trono y todo.
Y por fin llegamos a otro bonito rincón, que ya visitamos a comienzos de marzo tras unos días de intensas lluvias, os dejo un enlace para que podáis ver este rincón en todo su esplendor, Cascada del trabaque. 

Esto con agua no parece lo mismo.



Que pena que estas construcciones se pierdan.

Es muy triste comprobar como se está dejando morir todo este patrimonio de la serranía, en todas nuestras rutas vemos con impotencia como la mayoría de construcciones antiguas están desapareciendo. Con lo bueno que sería disponer de una gran red de albergues o refugios en la sierra que poder utilizar en rutas y travesías por ella.
 
Seguro que con un poco de voluntad se podrían recuperar muchas de estas casas abandonadas, y con pequeñas inversiones devolverlas a la vida.







Y después de contemplar un rato estos paisajes pusimos rumbo de vuelta, en un trazado prácticamente directo hacia el coche, la mañana avanzaba y nos habíamos entretenido mucho con tanto que ver.
 
 
En el siguiente enlace tenéis el trazado y perfil de esta ruta:
 
 
Hasta pronto!!!!!

Hoz del moro

Domingo, 28 de Septiembre de 2.014.


Este domingo hemos vuelto a la zona de Portilla para conocer un poco mejor el barranco de la hoz del moro. En el comienzo del otoño, y antes de que las lluvias hagan intransitable este tramo del barranco, nos aventuramos a remontarlo desde prácticamente su desembocadura en el río Villalbilla.
 
En esta ocasión no hemos empezado en el conocido sendero de pequeño recorrido que tantas veces os hemos mostrado, si no que buscamos el tramo más bajo del barranco, por una pista de buen firme que sale junto a la gran fuente en el pueblo, comenzamos a caminar por parajes de pintorescos nombres según los mapas: "covacho piches", "el viso", "las morcellas", está visto que todo tiene su nombre.
 
Desde un pequeño alto, el de las morcellas, divisamos el cauce bajo del barranco y comenzamos a remontarlo.
 
En su inicio es bastante accesible, pero enseguida se encajona en tajos calizos.
 
 



El otoño se va dejando sentir.
En este tramo todo es piedra, con sus saltos y pozas a los que lentamente van llegando las aguas otoñales.



Claro está que por aquí en época de lluvias el paso es imposible.


La erosión de la piedra caliza nos enseña pequeñas cuevas y formaciones curiosas, en las dos siguientes imágenes tenemos la cueva en una orilla y en la otra una piedra como si se la hubiesen sacado a cuajo.



Es como si hubiesen sacado esa piedra de la cueva.


Poco a poco se va estrechando el paso, lo que nos obligaba a bordear y subir por las empinadas laderas, para volver al cauce a contemplas las pozas y sus remansadas aguas.



Por ahí no se podía seguir.

Nos sentamos a contemplar tan singular paraje.

En la parte alta de la imagen podemos ver el estrecho del callejón, un paso inaccesible que nos obligó a subir en busca del sendero pr que comunica con Las majadas.


Estrecho del  callejón, ¿por donde pasamos?


Entre piedras subimos en busca de la senda.


Con estas vistas del barranco paramos para dar un bocado y un traguete de vino.

Arce en pleno esplendor otoñal.



Desde aquí el resto de la ruta lo podéis ver en el siguiente enlace en busca del tendido eléctrico.

Sin novedad terminamos a medio día tomando los refrescos pertinentes.
En el siguiente enlace tenéis el trazado y perfil de esta ruta:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7894607


Hasta pronto!!!!!!