Retazos de Otoño. Cuenca 2023.

 Otoño de 2023.


Los sábados son días de paseos por las sendas que rodean la capital Conquense. Más de una vez hemos recordado la inmensa fortuna que tenemos en esta humilde tierra. La naturaleza a un paso de casa sin coger coche, o como mucho, acercarlo a las afueras de la ciudad y empezar a caminar. 

Cualquier día del año es bueno para una ruta por las sendas, pero si lo hacemos en Otoño, la cosa cobra una dimensión diferente. Colores, luces, aromas.... un espectáculo al alcance de la mano.

Lo que os vamos a mostrar hoy es una entrada de rutas. Unas pinceladas de lo que vemos cada día que salimos por las Hoces de Cuenca, y con permiso de las mismas, un paseo por la Laguna de Uña, que también es otro destino imprescindible en estas fechas.

Sobran palabras, vamos a disfrutar de imágenes.


Otoño total en la Laguna de Uña.


Desde el barrio de San Antón, empezamos la ruta por la hoz del Júcar. Normalmente dejo el vehículo en el paraje del Recreo Peral, y cada día sale una ruta diferente. Pero siempre con vistas de lujo, y si es en otoño, los colores.



Si nos acercamos al río, en una mañana soleada y tranquila, tenemos reflejos asegurados.

Y el saludo de los moradores de estas aguas serranas.

Siempre es bueno mirar hacia las alturas, con los frutos del majuelo en plena maduración, la roca cobra vida.

Aunque un poco irregular, el otoño va entrando en las hoces.

Voy ganando altura, volveré hacia el barrio del Castillo, y el cañón del Júcar queda a nuestros pies.

Algunos Cedros, muy fotogénicos, nos encontramos en el camino.

Y nos entretenemos un poco. Siempre es bueno reparar en los detalles.

Con la hoz allí abajo.

Cogiendo ritmo otoñal.

Vuelvo al punto de partida, bajando por este escalerón.

Otras veces el destino es la hoz del Huécar. En ese caso, desde el barrio de Tiradores, salen varias sendas con las que podemos hacer rutas sin fin. Caminando por una de ellas, bordeamos el cerro del socorro con unas vistas al casco antiguo muy buenas. Luego volveremos por la senda de la Cueva de la Zarza. 


Enseguida que ponemos pie en tierra, el casco antiguo se despliega ante nosotros.

Con el otoño asomando tímidamente en la hoz.

Dias grises que traen la humedad que tanta falta hace.

Sigo caminando por la senda que bordea todo este rincón.

Y luego volveremos por la que vemos allí abajo.

Entre tanto, no dejamos de mirar.


Y de admirar.

Un vistazo atrás, a la senda por la que venimos caminando.

Y desde el mirador del Rincón Seco, nos dejamos caer a la senda por la que vuelvo al punto de partida.

Un Nogal, estratégicamente situado, nos sirve de encuadre.

Pasando junto a la fuente, punto de referencia en este sendero.

Y con los Majuelos rebosantes.

Nos acercamos de nuevo al casco antiguo, esta senda transita por un nivel inferior a la que hemos traído esta mañana.

Una senda espectacular.

Que nos deja en el mismísimo puente de San Pablo.

Frente a las Casas Colgadas.

Y hoy nos vamos a recrear un poco.

Además, el sol se deja ver, y nos da esa luz del mediodía otoñal.

Desde aquí, nos metemos de nuevo en la ciudad, para terminar esta ruta.

Hoces, lagunas, barrancos, en otoño cobran un interés singular. Otra de esas mañanas sin compromisos, me acerco a uno de estos puntos imprescindibles en otoño. La laguna en Uña. Un paseo por el sendero que la bordea, te deja los sentidos alimentados y las pilas cargadas. Poco más que añadir.


Una mañana de cielos grises, muy buena para caminar.

Imágenes típicas, mil veces plasmadas.

Y esos inquilinos de zonas húmedas.

Es difícil escoger. 

En las laderas de la muela, los Arces van cogiendo esos tonos rojos.

Abajo, el bosque de rivera, con sus amarillos.

Y los suelos tapizados.

El arroyo del Rincón, aguas puras.


Que se encaminan hacia la laguna.

Y benditas aguas, que forman un entorno único.

Desde la caseta de observación de la laguna.

También salen buenas vistas.

A punto de terminar esta ruta, vemos la caseta de observación de la fauna, ya  estamos al otro lado de la laguna.

Y aquí junto a este mirador, punto final. 


Y volviendo a lo local, con el otoño ya más avanzado, repetimos visita a la hoz del Júcar. Unas cuantas fotos más, las últimas de ayer mismo. 


Las lluvias han alimentado el caudal del río, que falta le hacía.

Esas laderas bajo el barrio del castillo....

Restos de los temporales y riadas.

Mañana soleada en este mes de Noviembre que nos vuelve a dejar unas temperaturas, inusualmente altas. Dichosos veranillos........

Y luz, mucha luz de media mañana.

Para caminar por las hoces de Cuenca, no necesitamos más que las ganas. Así que no hay excusa que valga para no recorrerlas en cualquier estación del año. Si el otoño es espectacular, la primavera no lo es menos. En verano, buenas sombras encontramos y el frescor del agua. Y si en invierno nos visita la nieve, cerramos el círculo de manera magistral. 


Hasta pronto!!!