Nacimiento del Huecar y Paso de los carros.

Domingo, 10 de Abril de 2.016.


Después de la visita al campichuelo, y como hoy no tenemos mucho tiempo para nuestra ruta, vamos a acercarnos a Palomera para ver el nacimiento del Huécar y el paso de los carros en el barranco de la rambla, tras las nieves de febrero y las lluvias de estos días el agua seguro que no falta.

Un poco antes de llegar al nacimiento del Huécar aparcamos el vehículo y empezamos a caminar, lo de hoy va a ser un plácido paseo junto al agua.



En cuanto nos asomamos al río vemos que lleva un caudal muy bueno.




La poza que se crea con las aguas que bajan desde el arroyo de la Rambla está rebosante.




El agua viene con ganas.




Que gusto da ver estas corrientes espumosas.




Continuamos camino hacia el Bodegón, los colores grises pronto se tornarán verde intenso.




La zona del nacimiento del río se ha convertido en un terreno pantanoso, hay tanta agua que lo inunda todo.




Las plantas acuáticas barruntan la primavera.




Este es el punto exacto donde el río Huécar ve la luz.

Ahora continuamos hacia el barranco de la Rambla, por donde baja bastante agua también, el paso de los carros será nuestro próximo objetivo.


El agua brota por todas partes.




De camino vemos estas antiguas colmenas.




Y el agua en el arroyo.




El agua ha labrado pacientemente estos cañones.




Creando curiosos agujeros.

La última vez que vinimos por aquí fue en Navidad, lo podemos recordar en este enlace, entonces estábamos padeciendo una gran sequía con temperaturas muy altas para ser invierno, no había mucha agua, hoy es otra cosa.







En este barranco las aguas son muy estacionales, pero a estas alturas del año suelen correr por su cauce.












Las marcas de los carros aparecen inundadas. 








Imagen típica de este paraje.














Unos metros más adelante el barranco se cierra en piedras y para remontarlo sin mojarse hay que subir un poco por las laderas, nosotros hoy no vamos a pasar de aquí, paramos par almorzar y damos la vuelta.


En esta zona de abajo el agua ocupa todo el cauce.




Por la parte de arriba de estas rocas llegaríamos a los Ceños.
Como hemos vuelto pronto, nos da tiempo a dar un paseo junto al río en el paraje de las pocetas, el agua forma pequeñas corrientes y saltos.



Aquí lo vemos bajando sus escalones.








Agua cristalina que se oxigena en estos saltos.




Este paraje es muy apreciado en verano para el baño.




Aguas abajo de las pozas, el río se encajona un poco más.




Pero sigue bajando saltarín.




Aquí lo dejamos que siga su curso y terminamos el paseo de hoy.








Cualquier excusa es buena par dar un paseo junto al Huécar, y si es cuando las aguas manan generosas mucho mejor, hoy la ruta ha sido corta pero no envidia a ninguna otra, animaros a recorrer estos parajes, que merece la pena.

Nosotros, como siempre terminamos con los refrescos de rigor, hoy en Cuenca.




Hasta pronto!!!.



Sotos por La Vereda y un poco de Burroterapia.

Domingo, 3 de Abril de 2.016.


Llega otro Domingo y volvemos a salir de ruta, esto es un no parar. El pasado día 3 de Enero, comenzamos el año haciendo una ruta circular por la sierra de Bascuñana, que podéis recordar en el enlace anterior, el caso es que terminamos en Sotos tomando unos orujos en los apartamentos rurales El Arca. Aquella mañana quedó apalabrada una sesión de "Burroterapia", como nosotros somos gentes de palabra......... dicho y hecho, hemos preparado una ruta de ida y vuelta Embid-Sotos-Embid, con almuerzo generoso y visita a los borricos.

Al final nos salio una jornada festiva bien trabajada, nos aplicamos 25 Km en total, los que mejor lo pasaron..... los jóvenes, que se portaron como auténticos caminantes y demostraron su destreza en el manejo de las bestias.

Antes de llegar al Chantre, dejamos los vehículos para empezar la caminata de hoy que va a discurrir por la Vereda, caminaremos un buen rato por la cañada real Rodrigo Ardaz, en este paraje se conserva un tremendo pinar de rodeno, da gusto pasear bajo las copas de estos colosos.



A primera hora de la mañana pasamos por el Chantre, el sol intenta abrirse paso entre los chopos, el río Júcar lleva un buen caudal tras las lluvias de esta primavera, a ver si sigue esto así.

Enlazamos desde el Chantre hasta el cruce con la carretera del campichuelo, un pequeño tramo de asfalto para enseguida pisar las arenas de la vereda. 



Estas tierras arenosas crían unos pinos tremendos, 




Pinos resineros, la actividad ha vuelto a estos pinares.

Hoy la ruta es larga, pero el terreno es muy andadero, totalmente llano los kilómetros caen rápidamente y como quien no quiere la cosa, con puntualidad británica, nos presentamos en Sotos casi a mesa puesta. Luis, nuestro anfitrión, nos tenía preparadas las ascuas y unas patatas del campichuelo para abrir boca.


Total, que sin saber como, nos encontramos en semejante situación.




Hace muy buena mañana, y si es entorno a una mesa así aguantamos lo que nos echen.




Ya te digo........



Esto va rápido.





Mientras tanto Javi, nuestro senderista promesa, se empleaba a fondo con el agua del pozo.






¿y el puchero?




El patio barbacoa de este alojamiento tiene elementos decorativos muy curiosos.




No se que bendición estaría echando Luis, el caso es que estos no son muy de oraciones.

Después de llenar el estómago hay que tomar café, y alguna bebida espirituosa de esas del campichuelo. 


Por lo visto lo del puchero es el café, que necesita un poco de refinado.




Un poco de orujo.








Parece que les gusta.




Para suavizar estos tragos un poco de Alajú.




Mientras tanto el gato observa con atención tan insólita escena.




Y las gallinas a lo suyo.




Con este brindis, concluimos con éxito la primera fase de la mañana.

Tras el almuerzo vamos a hacer un poco de "burroterapia", los borricos nos están esperando. Seguro que los jóvenes se dan una vueltecilla con ellos.


Nos están esperando, como si supiesen que venimos.




A un trozo de pan no le hacen ascos.




Preparando la montura.




Pero antes del paseo un bocado de cebada.








Madre mía que destreza.








Míralo, parece que le han salido los dientes a lomo del borrico.













Con la sierra de Bascuñana al fondo como testigo, inmortalizamos el momento.




Y Javi, que ya tenía ganas de subirse al borrico.




 Vamos volviendo, ¡Que manejo!




Y después del paseo a reponer fuerzas, claro que estos están todo el día pastando.

Estamos rondando el filo del medio día, tras la visita y paseo con los borricos tenemos que ir pensando en volver, desandaremos el camino de esta mañana, unos 12 km nos aguardan, nos vendrán bien para desgastar un poco.


Vamos avanzando hacia la cañada real, atrás dejamos el pueblo con los cielos salpicados de nubes.








Alcanzamos el pinar, volvemos a caminar entre rodenos, en este medio nos desenvolvemos mejor.




La primavera sigue su avance y tapiza los suelos con narcisos.



Menuda comitiva hemos formado hoy, los ánimos no decaen a pesar del cansancio.








Y con este pino rodeno de curiosos brazos terminamos el relato de hoy.


Total, que a media tarde terminamos la ruta con unos refrescos en el camping, los jóvenes se los han ganado a pulso, sobre todo el pequeño Javier, que ha cubierto la ruta sin rechistar, lo ha pasado en grande, seguro que repite. 

Estos Rodenales tan cercanos a Cuenca, son otro de esos pequeños tesoros que rodean la Capital, y es que vivimos en un lugar privilegiado.


Hasta pronto!!!