La Cascada del Fraile. Serranía de Cuenca.

 Domingo, 29 de Agosto de 2021.


Final de Agosto, y nosotros seguimos con nuestros paseos veraniegos, sin grandes retos, pero por tierras serranas de las que hacen afición. De vez en cuando hay que venir a la cascada del Fraile, en cualquier época del año. Si el invierno viene frío, podremos verla congelada, en primaveras lluviosas, pues imaginar como baja, y en esta ocasión a final de verano, podemos comprobar como aguantan sus aguas. 

Un poco más adelante del albergue del Cerviñuelo, estacionamos el vehículo y empezamos la caminata de hoy. Vamos a hacer una ruta circular, bajaremos al arroyo Frío desde el collado que hay sobre la casa de la Hortizuela, y luego subiremos por la ruta habitual, una senda que nos sube a la cabecera del arroyo, donde hemos dejado el vehículo. También se puede remontar todo el arroyo, pero eso es otra historia que podemos recordar en el siguiente enlace remontando el Arroyo Frío. donde contamos la vivencia de aquella mañana, una ruta espectacular aquel día.

Es Agosto, pero el agua no se agota.

El primer tramo de nuestra ruta, consiste en caminar por los caminos que surcan el Cerviñuelo, concretamente por el camino de Corralizas según el mapa. El camino baja al collado que hay más arriba de la casa de la Hortizuela, desde allí ya por senda continuamos bajando hacia Arroyo Frío.

Y bajando, tenemos frente a nosotros todo ese cordal rocoso, que más abajo es atravesado por el arroyo en su camino hacia el Escabas.

La mirada tiende hacia arriba.

El pinar ha colonizado esta cresta.

¿Y como no? el buitre es dueño de ella.

Desde la ladera opuesta, según bajamos, siempre se puede jugar con el marco que nos ofrece el pinar.

La familia buitre sigue al sol de Agosto.

Estamos ya en el collado, aquí cogemos una senda que transita por el fondo de este vallejo, con el cordal rocoso a nuestra izquierda.

Y más abajo, las crestas próximas a nuestro objetivo.

A pesar de lo avanzado del verano, aquí parece que aguanta bien la humedad.

Llegamos al Arroyo, y nos damos un bautizo con sus aguas.

Un poco de vadeo.

Para ponernos bajo las aguas del Fraile.

Un rincón que invita a la meditación.

Agua saltarina.



Después de tomar las imágenes pertinentes, descansamos un momento y seguimos marcha.

Ahora vamos a subir haciendo una ruta circular, el primer tramo por un viejo arrastradero de maderas, desde donde tendremos las imágenes más típicas de estas crestas, y luego por carril llegaremos al vehículo de nuevo.


Subimos desde la cascada, vadeando un par de veces el arroyo.

Un arroyo típicamente serrano, que un poco más arriba, queda ya completamente seco en esta época del año.

Mirando hacia atrás, vemos la parte final de la cresta, debajo de esa roca puntiaguda, estaría la cascada.

Y otra vez la madera.

Subimos por la vieja vía de saca, es medio día y el calor aprieta.

En un momento, nos ponemos en el punto final de la ruta-paseo. Estamos en verano, pero con la vista puesta ya en el comienzo del otoño, a ver si afloja el calor y empezamos a caminar con más brío. El caso es que pasamos otra buena mañana en el monte, recordando rutas y parajes, y en buena compañía como siempre. Creo recordar que aquella mañana, los tercios fueron en Las Majadas, que hacía mucho que no parábamos allí. 


Hasta pronto!!!



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