Cerro Sancho.

Domingo, 19 de Febrero de 2017.

Mediados de febrero, hoy vamos a subir a una de esas cumbres modestas de la sierra de Cuenca, Cerro Sancho. Situado en pleno corazón de la serranía, muy cerca de Vega del Codorno, y con sus 1627 metros de altitud hoy es nuestro objetivo. En la cumbre encontramos un refugio en perfecto estado de conservación y una gran torre de vigilancia contra incendios, además del correspondiente Vértice geodésico.

Para subir a su cima hemos buscado en los mapas alguna senda que nos facilite la subida desde el arroyo de Valquemado, hay un carril por el que bajaremos después hasta el collado de la madera, pero la subida la haremos por viejas sendas.

Pasado el albergue de Tejadillos, tristemente cerrado, continuamos en dirección al alto de La Vega. Un poco mas arriba, en la primera curva pronunciada de la carretera, junto al estanque circular de la fuente que allí se encuentra y cuyo nombre desconocemos, dejamos el vehículo. Ese será el punto de partida de nuestra ruta de hoy. En el siguiente recodo de la carretera, encontramos la senda que nos subirá a la cima.

Refugio y torre de vigilancia en Cerro Sancho, conviven perfectamente en esta cima serrana.

Aquí hemos llegado, la mañana está fresca pero apunta maneras de pre-primavera. Empezamos la caminata.

En el mapa topográfico correspondiente a este paraje vemos lo que pueden ser sendas o caminos, han resultado ser antiguas sendas y vías de saca de madera hasta la cumbre, un placer caminar por estos vestigios de los trasiegos serranos de antaño.

Empezamos a ganar altura, por allí arriba caminaremos enseguida.

Cuando caminamos por el monte es bueno irnos fijando en los pequeños detalles, estos excrementos quizás de un Zorro, nos indican que nuestros montes están vivos.

Vamos viendo parte del valle del Escabas, con la cresta de Los Frailes, donde se encuentra el estrecho de Arroyo Frío, también hemos caminado por allí, Cascada del Fraile.

De momento seguimos caminando por estos parajes.

Sin olvidarnos de los horizontes que tenemos delante.

Con esta luz de primera hora de la mañana.

Mediados de Febrero y los bujes van dando síntomas de Primavera, se encuentran preparando su floración.

Y hablando de horizontes, frente a nosotros, aparece entre brumas el Valle donde se encuentra el parque del Hosquillo, con la Peña del Horno a la izquierda y el alto de Peñajosa a la derecha de esta imagen.

Antes de empezar a bajar al barranco del Vasillo, caminamos sobre estas calizas descompuestas. 

Empezamos a bajar al barranco del Vasillo, nos encontramos pinos inmensos.

Y mucho monte bajo, estamos en el imperio del buje.

Estamos en el barranco del Vasillo, subiremos por aquí hasta Cerro Sancho.

Barrancos secos, este año no vemos agua por ninguna parte.

Hacia abajo llegaríamos a Corral Rubio, otro día volveremos a verlo.

En esta foto de archivo, tomada desde la cresta de Dos Hermanas tiempo atrás, vemos corral rubio, nosotros vamos remontando el barranco.

Salimos de la zona más pedregosa del barranco.

Ahora es un paseo entre bujes y esbeltos pinos albares.

Llegamos a Fuente Mala.

Curioso nombre, será por sus aguas blanquecinas.

Unos metros más arriba de Fuente Mala, hacemos cumbre. Cerro Sancho, con su torre de vigilancia.

Y un buen refugio.

¡Está para entrar a vivir!

Limpio y arreglado.

Desde aquí arriba hay muy buenas vistas, El Fraile y arroyo Frío.

El valle por el que hemos bajado a Tejadillos.

Allí al fondo, la zona de San Felipe.

En la foto anterior vemos un camino, lo seguiremos hacia la derecha para bajar directamente a la carretera, una vez en el arroyo de Valquemado, cogeremos otra vieja senda para terminar la ruta en el punto de partida.

Entre los pinos atisbamos un poco para ver uno de los barrios de La Vega del Codorno, antes de empezar a bajar.

Hemos cruzado la carretera y estamos en el arroyo de Valquemado, aún se mantienen sus aguas heladas.

Nos encontramos gran cantidad de pinos caídos por corrimientos de tierras.

Vamos bajando por la antigua senda.

Que aún conserva viejos muros de contención en los vallejos que atraviesa.

Llegando al final de nuestra ruta, encontramos el manantial de donde se llena el depósito más abajo.

Zona húmeda esta.

Y un poco más abajo llegamos al punto de partida. 

La fuente casi seca, apenas un hilo de agua.

Hoy la ruta no ha sido muy larga, unos 10 km, pero hemos disfrutado de este gran paseo por el corazón de la Serranía, transitando por sendas ancestrales. No tenemos trazado y perfil de la ruta, pero con un vistazo al mapa la cosa es fácil de seguir. Al final terminamos en Villalba de la Sierra con los tercios pertinentes.

Hasta pronto!!!