Pr Cu 36 Sendero de la hoz del Huécar, Palomera - Molinos de Papel

Sábado, 26 de Octubre de 2019.


El otoño, es una estación ideal para recorrer las hoces de los dos ríos que envuelven a la capital conquense. La hoz del Júcar, desde la capital hasta el cruce con la carretera que va a Valdecabras, con su carril bici y los senderos que la recorren a ambos lados de la hoz, nos ofrece recorridos de distintas longitudes para el deleite del caminante.

La hoz del Huécar, tiene mayor longitud, ya que podemos considerar que desde su nacimiento en el Bodegón más arriba de Palomera, hasta su desembocadura en el Júcar, todo el trayecto discurre por una hoz, de roca hasta entrar en la capital bajo el puente de San Pablo, y una hoz urbana hasta la desembocadura en San Antón. Una vez más, tenemos varias sendas para disfrutar de estos paisajes del Huécar.

Hoy escogemos el tramo entre Palomera y Molinos de Papel, para hacer el Pr Cu 36, Sendero de la hoz del Huécar, un trazado señalizado dentro de la red de senderos de Diputación, del que podemos informarnos en este enlace: Ficha del sendero . Sendero de pequeño recorrido, que en primavera y otoño luce sus mejores galas. Viendo como venía el otoño, este parece un buen momento.

Esta ruta podemos empezarla en cualquiera de los dos puntos, Molinos o Palomera, nosotros vamos a empezar en Palomera, subiremos a las eras y cogeremos el sendero por la parte alta de la hoz, sobre los farallones calizos del margen derecho, hasta Molinos, allí cogemos el sendero de vuelta a Palomera junto al cauce del Huécar, caminaremos junto al río por su margen izquierdo, atravesando la exuberante vegetación de esta ribera. Una vez terminada la ruta, nos volvimos a Cuenca para darle a esta jornada un final gastronómico/cultural.


Con los cielos completamente despejados, los chopos dorados relucen al sol.

Subimos por los callejones que nos sitúan sobre la población de Palomera, y desde el mirador habilitado aquí, echamos una mirada.

Pasamos por las eras, y vemos que el rocío empieza a hacerse protagonista en las mañanas serranas.

Siguiendo la dirección descendente del río, caminamos sobre los farallones, contemplando el colorido otoñal.

Desde el mirador de la Cruz Alta, hay muy buenas vistas de la hoz, paramos y contemplamos.

Hacia Palomera, las chimeneas empiezan a humear, poco a poco bajan las temperaturas y como dice mi primo, más vale humo que escarcha.


Hacia Molinos, nos guiamos por el río amarillo.
Y podríamos estar horas sacando detalles del otoño, pero hay que seguir camino.

Llegamos a las puertas de Molinos de Papel, con las laderas de la hoz salpicadas de otoño.

Y antes de bajar al pueblo, desde el mirador, nos asomamos a la hoz, en dirección a Cuenca.

Ahora bajamos a Molinos de Papel, cruzamos la carretera y el río Huécar, y nos adentramos en el paseo botánico Huerta de las Parras, para volver a Palomera. Este paseo botánico supone la segunda mitad del sendero Pr que venimos recorriendo, ahora caminamos junto al cauce del Huécar, por el sendero interpretativo con paneles informativos, relativos a la vegetación que nos vamos encontrando. Este tramo es muy recomendable tanto en primavera como en otoño,  y si venimos un invierno helador tras un otoño húmedo, nos encontraremos un sin fin de cascadas de hielo poblando los farallones calizos, un espectáculo digno de ver.


Hoy domina el amarillo, y nos da mucho juego.

Esta parte del sendero es frondoso como una selva tropical.

Con su alfombra de hojas......

.......y sus verdes musgos en los muros.

Nos asomamos al Huécar, que todavía acusa la sequía del verano, pero resiste bien en este tramo con sus tobas cubiertas de musgo y otoño.

Se me quedaba en el tintero esta foto "fugaz" que, muy amablemente, nos sacó una señora del lugar.

Seguimos con los amarillos, a los que únicamente les falta un poco de humedad, esto con una nieblecilla coge unos colores de ensueño.

El sendero, convive en este tramo con el GR- 66.


Bajo la Chorrera del Garro, miramos atrás y nos encontramos con este ejemplar de chopo,  esbelto como el solo.

A la vuelta de estas rocas tenemos el final de la ruta en Palomera.

Apretamos el paso, esto huele a tercio.

Tras recorrer el sendero, disfrutando de las vistas otoñales, llegamos a Palomera, punto final a esta ruta de unos 7 Km. fáciles de caminar, recomendable para todo el mundo, una ruta imprescindible en el Otoño conquense. Ahora pasamos a la segunda parte de la mañana, toda ruta ha de tener un final lo más digno posible, y esta no va a ser menos. Nos dirigimos al casco antiguo de Cuenca, donde daremos un bocado en un local del barrio del Castillo, regado con los pertinentes tercios (a discreción), haremos una visita fugaz a la iglesia de San Pedro, nos asomamos a la hoz del Júcar, y rematamos en la parte nueva de la ciudad con un café bien acompañado.



Terminar así, después de estas rutas tan "duras" lo arregla todo.

Nos hacemos la foto obligada en plan turista.

Y subimos al campanario de la iglesia de San Pedro, desde donde vemos las dos hoces, la iglesia de San Pablo en la del Huécar.

El río de chopos amarillos en la del Júcar.

El monumento al Sagrado Corazón.

La Catedral y un poco del puente de San Pablo.

Inmortalizamos el momento campanario.

Que no se diga que no nos informamos.

Antes de bajar a la parte nueva de Cuenca, nos asomamos a la hoz del Júcar, buenas rutas por esta hoz también, a ver si hacemos una entrada monográfica de esta hoz.

Y de una manera completamente involuntaria, tuvimos que aplicarnos unas milhojas, por no dejar el café huérfano.



Al final, 7 km de ruta y mucho más, una gran mañana de senderismo bien rematada, esos días de relax y cargar baterías, no todo van a ser espinos y barrancos, jajajaja. Las hoces de Cuenca no tienen fin, solamente hay que animarse y recorrerlas, cada día del año nos ofrecen una cara diferente.



Hasta pronto!!!






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