Una zona que tenemos menos explorada es la de los Palancares, tantas veces visitada antaño, de merienda en la fuente del royo. También terreno honguero por excelencia, y de campamentos, aunque nosotros no hemos sido muy de campamentos.
Comenzamos la ruta en esta mañana que se amaneció con una densa niebla en Cuenca, que rápidamente desapareció al subir por la fuente del royo, menos mal, por que la zona de los Palancares ya sabemos que es muy llana, con numerosos caminos y carriles, lo que facilita los despistes, pero no hubo problema ya que disfrutamos de una mañana preciosa de sol y buena temperatura.
Junto a la Torca del gua dejamos el coche y comenzamos nuestro recorrido por la zona, tras solventar un pequeño incidente con el Gps y visualizar la zona en el mapa, nos sumergimos en este fascinante paraje.
Como no contamos con grandes medios fotográficos, hemos tomado algunas imágenes a modo de testimonio de nuestra visita, pero no reflejan el esplendor de estas formaciones geológicas tan llamativas.
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| Torca del agua recién amanecido. |
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| Torca del Lobo |
Curiosamente en el interior de la Torca del Lobo nos encontramos con un pequeño rebaño de cabras, no sabemos como están ahí, recorrimos todo el perímetro de la torca en busca de algún paso por el que hayan podido bajar, pero no encontramos atisbos de tal cosa. Estaban esperando que les alcanzasen los primeros rayos de sol de la mañana.
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| señalización del recorrido |
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| Los pinos se aferran a los bordes rocosos. |
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| Rama desgarrada de una gran sabina. |
Tras un recorrido zigzagueante entre las torcas nos buscamos, con ayuda del mapa y la brújula, el rumbo hacia los dos grandes pinos que podemos ver en esta zona, El Abuelo y el Candelabro, y la verdad es que acertamos de lleno, pues casualmente llegamos derechos como una flecha al primero de ellos, para encontrar el segundo no teníamos mas que seguir junto a la carretera, de vuelta a la torca del agua y nos lo encontraríamos de camino.
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| Impresionante ejemplar. |
Claro está que este fue el punto elegido para la foto de grupo, hoy con la falta de algún miembro remolón, que todavía no ha salido a eliminar los turrones.
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| La expedición al completo. |
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| El Candelabro. |
Finalmente encontramos el pino Candelabro, que no es tan grueso en su base, pero con esas ramas tan características que le dan su nombre.
En esta ocasión encontramos un par de grupos de ciervos durante el recorrido, pero como son tan recelosos no quieren posar para las fotos.
Total que terminamos bastante temprano, tras unos 12 km de recorrido por un terreno muy cómodo, sin ninguna dificultad que destacar, y regresamos a Cuenca para refrescarnos con unas cervecillas para los mayores y refrescos para el joven del grupo.
En el siguiente enlace tenéis el trazado de esta ruta tan hermosa:
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