Hoces de San Miguel y del buey.

Domingo, 14 de Abril de 2013.

Por fin una mañana primaveral, sol y una temperatura muy agradable, a pesar del ligero viento que soplaba.
Hoy el grupo estaba mermado de efectivos y hemos optado por la ruta de la hoz de San Miguel y la hoz del Buey.



La verdad es que da gusto ver los efectos de las copiosas lluvias de estos días, aunque sea en forma de pequeños regueros que forman saltos graciosos.



Una vez dentro de la hoz vamos viendo las formaciones de roca tan características de la serranía de Cuenca.


 Por distintos vallejos nos dirigimos a contemplar rincones incomparables, como esta formación  caliza,  por la precipitación de cal disuelta en el agua, que parece de un decorado de terror.

Después de la observación estos rincones hemos salido de la hoz por un pequeño paso entre piedras.
Una vez arriba seguimos en dirección a la hoz del Buey.
En esta zona hay ganado vacuno, que sacia su sed en estos abrevaderos.

Era hora de almorzar y paramos a dar un bocado, algo ligero, pero la bota no falta en cualquiera de nuestras rutas.

Desde aquí ya podemos contemplar la grandeza de la hoz que se abre ante nosotros.



En esta ocasión no hemos bajado por el fondo del valle, ya que había ganado en el, hemos optado por bordearlo por la parte alta, deleitándonos con el bello paisaje.


En el abrigo rocoso que vemos al fondo había unos lustrosos terneros, según José haciendo carne. La verdad es que daba gusto verlos tan tranquilos.
Era ya entorno al medio día y llegamos a la parte alta de la entrada a la hoz, próxima al final de nuestra ruta, donde pudimos ver esta curiosa formación de cuchillos o agujas, no sé.


Desde aquí, un par de kilómetros de senda junto a campos de labor, y llegamos al coche.
Vuelta a Cuenca, y unos tercios con Alfredo, para reponer líquidos.





Esto ya os lo explico otro día.


En el siguiente enlace podéis ver el trazado y perfil de la ruta.

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