La gran nevada de comienzo de 2021. Empezando temporada.

 Domingo, 3 de Enero de 2021.

Después de las rutas de fin de año, empezamos 2021 confirmando los síntomas que venía dando el invierno. Nada más empezar el año, nos sorprendió una nevada, que sin ser muy copiosa, nos dejó unos paisajes de ensueño en la ciudad. Luego llegó la famosa "filo", que en la capital no dejó grandes espesores, pero en buena parte de la provincia, nos dejó nevadas de las que crean marca, de esas que aparecerán en las hemerotecas. 

El caso es que ha sido un comienzo de año para recordar, y nosotros dejamos aquí nuestra aportación a la causa invernal. Los efectos de la Borrasca Filomena, hicieron que subir a la sierra resultase algo arriesgado, tanto por los espesores de nieve, como por las bajas temperaturas que dominaron el mes de Enero. Tampoco hacía falta, la nieve la teníamos en la puerta de casa, así es que sin coger el coche, el día 2 de Enero, en la habitual ruta de sábado por las Sendas de Cuenca, la cosa se puso interesante.

Luego, el domingo 3 de Enero, un paseo por la Sierra de Valdecabras, nos confirmó que un poco más allá de los límites de la capital, la nevada ya era bastante más importante, y todavía faltaba la filo.

Mis paseos de Sábado por las sendas de Cuenca, suele empezar por aquí. La senda que, desde el barrio de Tiradores, bordea el Cerro del Socorro, a media altura de la ladera, pasando por la parte alta del Parador de Turismo, para enlazar con el sendero que nos sube a lo alto del cerro. Hoy me encuentro un paisaje espectacular.

Con el zoom de la cámara, nos asomamos a las Casas Colgadas, en plena nevada.

Y a todos los puntales que tenemos sobre el convento de San Pablo.

El barrio de San Martín, luce hoy en blanco.

Y es que la nevada empieza a arreciar.

No me resisto a exprimir el zoom, para ponernos sobre la balconada.

Los días con nieve son un problema, no hay manera de parar el disparador de la cámara. Así es que vamos a intentar resumir al máximo, convencidos de nuestro fracaso en tal empeño. 


Mirando un poco atrás, vemos la ciudad cubierta de nieve y niebla.

Y delante de nuestros ojos, cuando nos encontramos justamente sobre el Parador, esta imagen del casco antiguo que no necesita descripción.

Y la hoz del Huécar, con el mirador del Rincón Seco y su inconfundible silueta allí al fondo, un poquito a la derecha.

Y el cerro de San Cristobal, con los hocinos a sus pies.

Parece que ha pasado la nube, seguimos camino.

No se por que me salen las fotos así un poco torcidas. Será el frío!!!!!.

Sin comentarios.

Vamos dando la vuelta a los puntales que se asoman a la hoz.

Y nos vamos metiendo sobre el hocino, siguiendo la pequeña senda llegaremos al sendero del viacrucis que sube al Cerro del Socorro.

Al otro lado de la hoz, por donde caminamos en la ruta anterior, la nieve también lo cubre todo.

A cada paso, nos salen imágenes que no podemos dejar de fotografiar.

He cruzado el sendero del Cerro del Socorro, y sigo caminando por los bordes de la hoz, un paseo siempre espectacular, pero en estas condiciones mucho más, por lo menos para quienes disfrutamos con las nevadas.


Esto así no se ve muy a menudo.

Y la ardilla a lo suyo, que también parecen contenta.

De repente, otra nube suelta un buen manto de copos.

Los puntales del mirador del Rincón Seco, la nevada arrecia.

Echo una última mirada a la hoz, en medio de la nevada, y cojo camino de vuelta, bajando por las Casas Colgadas, allí había mucha expectación, las cámaras echaban humo. yo seguí camino.


Después del paseo del Sábado,  el Domingo es día de ruta. Como en la sierra ha nevado bastante, nos quedamos en nuestro territorio, es decir, Valdecabras. En la sierra de Valdecabras, encontramos las mayores altitudes mas cercanas a la capital, con lo que siempre que vienen las borrascas con nieve, allí dejan un buen manto. 

Sobre la fuente de la Canaleja, ya nos encontramos a unos 1300/1400 metros de altitud, vamos a dejar los vehículos por allí y a caminar sin más intención que disfrutar de la mañana.



Y ya vemos que vamos a disfrutar.

Nos encontramos con una nevada importante, que en algunos puntos rondaba los 25cm.

Cuando hablamos de la Sierra de Valdecabas, los viejos corrales y tinás, son protagonistas en cualquier ruta.

Esta la tenemos con sus muros muy bien conservados, al fresco.

Y con un pequeño casutillo junto a ella.

Lo que ya no se conserva es la cubierta.

Vamos caminando por en medio del monte, en dirección a la zona de Fuente Albilla y la cueva de los morceguillos, la mañana está espectacular para caminar, sin viento, y con una temperatura bastante aceptable, a pesar de estar completamente nublado y amenazando nieve.


Cerca de la  cueva de los morceguillos, la roca se hace presente.

Roca cubierta con un buen manto de nieve.

Van apareciendo cuevas.

Cuevas que fueron utilizadas para cobijar al ganado.

Y el hielo, estamos en Enero y está haciendo lo que toca en estas fechas.

Esta cueva tiene entrada y salida.

Y desde el cobijo de la cueva, la imagen del exterior es espectacular.

Un momento de relax y seguimos ruta.

Otra cueva, vamos a verla.

Con sus vetustos muros cubiertos con la gran nevada, imágenes que no vemos a menudo.

Vamos a entrar.

Por dentro, vemos que tiene otras entradas debidamente tapiadas, y el hielo que se descuelga desde la bóveda.

Una vez más, desde el interior......


Ahora vamos a cruzar la carretera, y nos vamos a asomar a la cabecera del Valle del Cambrón, aquí, en la zona de fuente Albilla, tenemos otras rocas por recorrer. Con hielo, nieve y sorpresas que nos da el monte.


Desde luego que el crudo invierno nos deleita con estos detalles navideños.

Los tormos emergen cubiertos de nieve.

En esta zona tenemos unos 25cm, de nieve.


Con sus hielos correspondientes.

Estamos en el punto donde el arroyo del Cambrón entra en su valle.

Valle que se abre, flanqueado por farallones rocosos, muy visitados también.

Nos metemos en otra cueva, desde la que salió corriendo un tremendo venado, que parecía asustado, pero el susto nos lo llevamos nosotros. El caso es que aprovechamos el abrigo de la cueva para almorzar.

Después del almuerzo, vamos a salir de la cueva por la otra puerta. detrás de la cortina.

Aún se conservan los muros que cerraban la entrada.

¡Menudo pórtico!

Caprichos de la erosión.

Estamos a media mañana, y todavía no hay nada de deshielo.

Dejamos la cueva, y continuamos la marcha.

Ahora vamos a cambiar de paraje, nos vamos hacia Las Corralizas.

Salimos a la carretera que conduce a la Ciudad Encantada, para bajar al encuentro con el camino de los Rasos, vamos hacia Corralizas, y caminar campo a través se está haciendo duro con tanta nieve acumulada, así es que aprovecharemos las rodadas en el carril. para avanzar mejor. 

Estamos en Las Corralizas, la nevada en estos altos ha sido muy generosa.

Aquí tenemos otro buen número de viejos corrales, que aprovechaban muy bien el abrigo de la roca.

Ahora bajo la gran nevada, a duras penas aguantan las cubiertas.

Ahí los tenéis, disfrutando como niños.

No es para menos.

La nieve nos deja imágenes brutales.

Pasamos por Corralizas, y seguimos marcha, abriendo huella.

Otra pequeña Ciudad Encantada, encantadora.

Nada que envidiar a las otras.

Desde este paraje, continuamos la marcha en busca ya del final de la ruta, en una media hora estamos de vuelta en los vehículos para terminar la mañana. Otra mañana disfrutando en el monte, con los paisajes y el ambiente que nos deja la nevada. Pero esto no acabó aquí, la primera semana de Enero, se anunciaba la gran nevada apocalíptica. La Borrasca Filomena traería la mayor nevada de los últimos tiempos al centro de la Península, y en efecto así fue. Curiosamente en la capital conquense la cosa no fue para tanto, pero en el resto de la provincia la nevada fue de las históricas. 

El día 10 de Enero, la borrasca ya había pasado, y yo , en otro paseo mañanero por las sendas de la Capital, pude recoger alguna otra imagen para el recuerdo.


De buena mañana, subiendo al Cerro del Socorro, el sol se encuentra con el Casco Antiguo.

Vemos que la nevada es muy extensa, aunque aquí de poco espesor.

Dos de los "picos" de Cuenca cubiertos de blanco.

Por cierto, aquella mañana voló el globo.

Algo inédito en los vuelos del globo, Cuenca en Blanco.


Yo seguí la ruta, caminando por las sendas de la Sierra de la Pila, para bajar hacia los barrios nuevos de Cuenca. 

Nieve, paisaje, y buena compañía para empezar el año. Una nevada de las buenas, por su extensión, por los espesores registrados, y por la duración de sus efectos, ya que las temperaturas tan bajas que tuvimos durante todo el mes de Enero, hicieron que la nieve y el hielo perdurasen días y días. Es decir, un enero como los de antes.

Todo esto a un paso de casa, sin coger el coche, o a tan solo 15 km. no hay excusa para no salir a disfrutar del invierno. 


Hasta pronto!!!



2 comentarios:

  1. Hola Luis.

    Menuda maravilla prefilomenica. A mi me sorprendió bastante la nieve de antes de la borrasca, sobre todo cuando una de las veces fuimos a Valdemeca, pero solo con ver Valdecabras, con esa mezcla de hielo y nieve ya está el campo brutal.

    Y Cuenca bajo ese cielo activamente nivoso, las fotos no hacen justicia. Lo suyo es estar dónde y en el momento que estabas tú....

    Ah! a mí también se me tuercen un poquito las fotos muchas veces......ya no sé si soy yo, la cámara o qué....

    Un saludo.

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    1. Lo que está claro es que a esas horas los tercios todavía no han entrado en escena. Jajajajaja.

      Un mes de Enero espectacular, pero ya me está dando mala espina que no llueve nada de nada, y las temperaturas muy altas.

      El caso es que hemos disfrutado a lo loco con esta nevada, y hemos tenido la suerte de poder ir a verla, un lujo.

      Saludos Toni.

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