Riscos de los Poyales.

Domingo, 20 de Diciembre de 2020.


Nos acercamos al final de la temporada, aunque siempre decimos que lo nuestro es temporada continua. El caso es que este sería el fin de semana señalado para nuestra ruta y comida navideña, en la que celebramos y festejamos los momentos vividos durante el año. Pero no hace falta ser un lince para darse cuenta de que este año nada es como era. Este año no toca, pero no hay motivo para no echarnos al monte.

Nos vamos a la Cañada del Cubillo, para caminar por una cresta paralela a dicha cañada. Según el mapa, pasaremos por el cerro Poyales, con 1736 metros de altitud, y nos quedaremos muy cerca de los riscos de los Poyales, todo ello según la toponimia del mapa.

La mañana está fresca, hemos tenido lluvias en Cuenca, aquí en estas altitudes la nieve ha pintado levemente las laderas de La Mogorrita, la climatología sigue dando señales, ¿que será lo que está por venir?. Subimos el puerto del Cubillo, dejamos atrás el refugio que hay a los pies de la mogorrita, y en una pronunciada curva, justo en la cañada, dejamos los vehículos y comenzamos la marcha.

Estamos debajo del puerto del Cubillo. De frente empieza lo que luego será el barranco de La Zorra, hacia la izquierda bajaríamos al Tajo, y hacia la derecha al Júcar.

Nos ponemos frente a esta ladera de pinar serrano, para subir a la cresta de los Poyales (la acabo de bautizar), luego caminaremos hacia la izquierda de la imagen.

Una vez arriba, tenemos a nuestra izquierda La Mogorrita jugando con las nieblas.

Y a la derecha, el alto del Portillo, al otro lado del Tajo.

Nosotros vamos a caminar por esta cresta, a ver donde nos lleva, o hasta donde podemos llegar.

Parece que la nieve hizo acto de presencia, aunque tímidamente, la pasada noche.

Con la humedad y los rayos de sol mañanero, las brumas empiezan a levantar.

Ya estamos encarrilados, seguiremos esta cresta rocosa.

En estas altitudes, los pinos albares, los enebros, la sabina rastrera, y la roca, nos regalan muy buenas imágenes.

Todo un descubrimiento, esta cresta.

Vamos dejando atrás La Mogorrita, pero sin quitarle ojo. 

Estamos llegando al punto más alto de la cresta.

Con una luz espectacular, cuando las nubes dejan paso a los claros.

La imagen hoy son las brumas, y este sol de invierno casi acostado en el horizonte.

De pronto, a punto de coronar el cerro Poyales, sorprendemos a este grupo de...... lo que parecen Gamos, con su pelaje de invierno.

Los acercamos un poco con el zoom.

Enseguida se ponen alerta.

Y pies para que os quiero!!!!!!


El encuentro con los habitantes de monte, siempre es una sorpresa, hoy nos han dejado tiempo suficiente para armar la cámara y sacar esta bella secuencia. Ya solamente por este momento, merece la pena un paseo por el monte. Coronamos el alto, y seguimos ruta barruntando la hora del almuerzo.


Emprendemos un suave descenso, este es el punto mas aéreo de la cresta, enseguida entraremos en el abrigo del monte.

Delante de nosotros, los Riscos de Los Poyales, al fondo el ato Tajo.

Detrás, el Cerro Poyales.

Y las nieblas.

La cresta entra ahora en una zona más protegida por el pinar. Caminamos siempre con la cañada del Cubillo a la izquierda, y el Tajo a la derecha.

En el fondo del valle, estaría el Río Tajo.

Y el Portillo allí arriba, podemos recordar una muy buena ruta que hicimos por allí hace un par de años en esta entrada, Nacimiento del Tajo y alto del Portillo

Avanzando por aquí, tenemos que buscar un lugar donde parar a almorzar.

De vez en cuando un pino muerto, en las crestas ya se sabe.

Este lleva ya muchos años en esta situación.

Seguimos bajando, y la cresta tan pronto se abre....

....Como se cierra.

Se camina fácilmente, y siempre rodeados de magníficos pinares.

Pinares que pagan su tributo ante el paso del tiempo y las tempestades.

Tenemos allí los riscos de los Poyales, pero vamos viendo que no vamos a llegar, habrá que volver otro día a culminar esta ruta.


Ahora lo que toca es parar y recuperar fuerzas, y va a ser en medio de este pinar. Hoy nos ha traído Juan unas cervezas para celebrar este fin de temporada, bueno y para saldar una deuda pendiente!!!!  jajajajajajaja.

Paramos un rato en el pinar, estamos al resguardo del viento. Almorzamos, nos cobramos la deuda de Juan, que solamente podía ser de dos maneras, si no pagaba unas cervezas, quedaría atado a un pino, no se que es lo que debía, pero sería algo gordo!!!!  😂😂😂

Bromas aparte, el entorno, la ruta y la compañía, eran el mejor antídoto para todo este año que hemos pasado. Cumplido el trámite, continuamos la marcha.



Avanzamos un poco más por la cresta, donde siguen apareciendo estos grandes ejemplares.

Y otro más, tenemos fijación por esto abuelos serranos.

Hemos avanzado un poco más por la cresta, y en un determinado momento decidimos bajar a la Cañada, el tiempo se nos está echando encima y tenemos compromisos que atender en casa. Así es que ponemos rumbo de vuelta.


bajamos por un antiguo arrastradero, que nos deja en el camino de la Cañada.

Hoy la ruta es muy cómoda, estos pinares se dejan caminar fácilmente.

Una vez abajo, cruzamos el camino, y seguimos por el monte paralelamente al camino, pero pisando la alfombra vegetal, siguiendo los pasos de los animales.

mimetizados en el magnífico pinar.

Ahora avanzamos rápidamente, el sol tamizado entra en el bosque, estamos en los días más cortos del año.

Pasamos junto a esta fuente, a la que no hemos sido capaces de poner nombre, unos gamellones perdidos, y un pilón al que apenas llega el agua, poco a poco se van perdiendo todos estos recursos serranos.

Ya desde los coches, sacamos esta imagen del comienzo de la Cañada del Cubillo, por aquí hemos hecho la vuelta. Ahora toca bajar a Cuenca a terminar el camino.


A pesar de no haber podido celebrar nada, hemos pasado otra buena mañana en el monte, disfrutando de todos y cada uno de sus encantos. Estamos al final del año, y aunque nos queda otra ruta que hacer, esta es la que pone punto final oficial a nuestra peculiar temporada. 

Un año diferente, que nos marcará a todos. Pero mientras podamos, seguiremos saliendo al monte para desconectar y recargar pilas. De momento recargaremos depósitos en Cuenca con unos buenos tercios para festejar el monte y la vida.


Hasta pronto!!!





2 comentarios:

  1. Hola Luis.

    Como molan todas esas crestas y pinares del área San Felipe - Mogorrita -Cruceta.

    Pero lo que me gusta es ese ambiente que desprenden las fotos entre las brumas y nieblas mañaneras, los primeros rayos de sol entre los árboles...

    Ese colofón con lo terci...digo con los gamos es una pasada. Menuda captura buena, se ve que teníais buenos vientos.

    Saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dilo, dilo, con los tercios, que por algo era fin de año!!!!!

      Buenas Toni, esta zona de la serranía es pura vida, y si nos encontramos estos ambientes, el disfrute es doble.

      Los gamos se cruzaron en el camino, jajaja.

      Un saludo.

      Eliminar