Remontando el Arroyo Bonilla.

 Domingo, 6 de Septiembre de 2020.


Empieza septiembre, y seguimos con el pre calentamiento. Hace unos años, remontamos parte del arroyo Bonilla, un arroyo de aguas ocasionales que viene a nacer allá junto a Buenache de la Sierra, y las vierte al Júcar muy cerca de la capital conquense, apenas unos kilómetros río arriba, cerca de la fuente de Martín Alhaja.

En aquella ocasión, el arroyo llevaba agua y en algunos puntos el avance era complicado, por la densa vegetación del entorno, hoy naturalmente va completamente seco, así es que avanzaremos por dentro del cauce, piedra sobre piedra. Haremos la ruta lineal, con un vehículo situado estratégicamente en el barrio del Castillo, nos dirigimos al punto de inicio de la ruta, junto al río Júcar. Remontaremos un tramo del arroyo, para luego buscar una subida al cerro de las antenas y bajada al Castillo. Una ruta fácil y sencilla.



Saliendo del Arroyo, para subir al cerro de las antenas.

Pero lo primero es empezar, junto a la desembocadura del arroyo en el Júcar, nos encontramos con una gran cueva, pero hoy sacamos esta vista menos habitual.

Este es el punto de inicio de nuestra ruta de hoy, giramos a la izquierda por una senda que transita junto al arroyo.

Nos metemos en el pinar.

Y enseguida aparecen,  en los abrigos rocosos, restos de viejos corrales.

Muros ya destruidos por el paso de los años, y seguramente que con alguna ayuda externa.

Entramos ahora en un tramo del barranco, en el que tendremos que caminar por el mismo cauce del arroyo. 

Miramos a un lado, y nos aparece otro corral, este en mejor estado de conservación. Los Majuelos van ofreciendo sus frutos maduros.

Nosotros seguimos remontando, el cauce serpentea entre la roca.

Un cauce blanco de cal.

En el que nos podemos encontrar alguna sorpresa.

Como esta piedra en mitad del arroyo, con aspecto de rueda de molino, aunque no se encuentran vestigios de ningún molino en esta zona, un enigma.

El caso es que aún sin agua, el arroyo es bastante majo.

Con sus bloques de roca a los lados, y la marca perenne del nivel que suele alcanzar el agua, en los buenos tiempos, claro está.

Y esas arenas en las que las bestias toman sus baños desinfectantes.

Un lujo a cinco minutos de Cuenca.


El caso es que la mañana va avanzando, y hay que hacer la parada pertinente a coger fuerzas en mitad de este arroyete pedregoso. Cumplimos con el trámite y seguimos la marcha, hoy tampoco será larga esta ruta, pero la estamos disfrutando como todas, y en uno de los arroyos desconocidos y tan cercano a la capital.


Seguimos ruta y empezamos a buscar la salida por el margen derecho del arroyo, por esas laderas buscaremos los caminos que nos lleven al cerro de San Cristobal (de las antenas para los amigos).

Pero antes tenemos que rodear otro meandro del arroyo.

Con su higuera y todo.

Poco a poco, el barranco se empieza a abrir, vamos ganando altura al mismo tiempo que se suavizan los perfiles de las laderas del arroyo.

Y por una de ellas, esta en concreto, vamos a iniciar el camino de vuelta a Cuenca.

Con el cielo aborregado, vamos subiendo la ladera del barranco.

Abajo dejamos el arroyo, el cauce se abre y suaviza la condición de barranco.

Y como vamos ganando altura, nos alcanza la vista hasta el campichuelo, con la sierra de Bascuñana al fondo.

Según el mapa,  dice que hemos subido a los cerros de Contreras, yo no lo se, pero empezamos a estar en modo tercio. Las rutas de verano es lo que tienen.


Vamos a volver por el cerro de San Cristobal, este terreno es ya de sobra conocido por todos, nosotros pasamos junto a la paridera que hay muy cerca de las antenas, por donde confluyen sendas y caminos, y bajamos al barrio del Castillo para recuperar los vehículos.


Junto a esta tiná, sale la senda que nos baja al paraje de Las Grajas, pero eso para otro día.


En el cerro de San Cristobal, entre la colección de antenas, ha surgido esta nueva torre de vigilancia contra incendios, buenas vistas hay desde ahí arriba.

Desde el gran mirador que tenemos en este cerro de las antenas, bajamos al barrio del Castillo, os dejamos con unas fotos de días atrás,  solamente subir aquí a contemplar el paisaje ya merece la pena.


Una mañana de Agosto, al despuntar el día desde las antenas, el Casco Antiguo resplandeciente ante la caricia del astro rey.

Y abusando un poco del zoom, nos acercamos a estas casas tan singulares en el Casco Antiguo.


Al final otra mañana en el monte, otra ruta de verano para mantener un poco la forma, y librarnos de los rigores del calor. Una vez recuperados los vehículos pusimos punto y final con los refrescos pertinentes para una mañana de Septiembre.



Hasta pronto!!!


2 comentarios:

  1. Hola Luis.

    Ya por la foto de esa mancha de sol sobre el casco antiguo vale la pena todo el reportaje.

    El Arroyo Bonilla, qué gran conocido. Siempre he pensado que es el paisaje más...digamos serrano, con su arroyo, su pequeña hoz, bosque, vegetación, etc, más cerca de Cuenca.

    Lo he recorrido de mil formas a lo largo de los años, hasta con un vadedor por dentro del cauce. Lo que pasa que no podemos seguir investigándolo mucho más pues allí esta la Finca cinegética de la Heredad de Santa Elena cortando el paso y ocupando la mayor parte de este arroyo y su hoz.

    A ver si me pongo un día a preparar una entrada donde cuente todas estas cosas. Ya os veo ya...con el modo tercio on, jajaja.

    Un Saludo.

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    1. Gracias Toni, Arroyo serrano digamos sin coger el coche siquiera, es que lo tenemos todo!!!, bueno casi todo.

      Nosotros hemos estado un par de veces, siempre me tira para atrás lo de la finca tan cercana también, pero es lo que hay, desde luego para echar un rato es un buen rincón.

      Líate con la entrada, que seguro que lo has cogido alguna vez hasta arriba de agua!! habrá que verlo.

      Hasta pronto.

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