Lineal Valdecabras - Verdelpino

 Domingo 30 de Agosto de 2020. 

Estamos al final del mes de Agosto, y tenemos que ir pensando en arrancar la nueva temporada de senderismo tras los rigores del verano. Hoy sin querer nos ha salido una ruta de las buenas, ruta lineal entre Valdecabras y Verdelpino, campo a través y aprovechando una senda en el barrando de la Guija,  que discurre por el fondo de un barranco pedregoso que al final te pone los pies finos.

Para estas rutas lineales hemos de dejar un vehículo en cada uno de los puntos de inicio y final, ese es el único inconveniente, pero de vez en cuando hay que hacer alguna. Hoy dejamos un vehículo en Verdelpino, y nos dirigimos a Valdecabras para empezar la caminata de esta fresca mañana de Agosto.

Verdelpino, esa pequeña aldea con iglesia y todo.

Empezamos la ruta junto a la fuente de la entrada a Valdecabras, ya va acusando el rigor veraniego, no hace mucho todavía vertían agua todos sus caños.

Si nos fijamos, los frutos silvestres van madurando, el Otoño se acerca poco a poco.

Frente a nuestra marcha, tenemos la entrada de la Cambronera, alguna ruta también hicimos por allí.

Enseguida dejaremos esta pista por la que vamos, para meternos de lleno en el campo a través.

Ya te digo.

Vamos a subir por una de las laderas del vallejo de Vegalindo, para cruzar al barranco de la guija, miramos atrás a la sierra de Valdecabras, tras estos arbustos el vallejo de Vegalindo.

En este vallejo, hay una antigua senda que sube a la parte alta, pero nosotros subimos a lo derecho, "pa que la senda".


Una vez arriba, una parada a contemplar las vistas, y a coger un poco de aliento.

Al otro lado del Valle de Valdecabras, los cortados que lo jalonan.

Pasamos junto a este viejo corral, de forma circular, pero muy deteriorado.

Curiosidades serranas.

Y seguimos nuestra marcha, destacar que esta mañana de final de Agosto, hemos tenido que tirar de abrigo.

Terreno pedregoso y árido por Las Cabezuelas. Enseguida nos desviamos a la izquierda para bajar al barranco que nos llevará a Verdelpino.

Toda esta zona de Valdecabras es muy húmeda, y las zonas de umbría se mantienen con un verdor perecne.

Pasamos por la fuente de Valdeavellanos,  una fuente completamente perdida, con sus gamellones totalmente engullidos por la vegetación.

Y empieza a aparecer el carácter pedregoso del barranquete.

Aunque bastante cómodo, os aseguro que con un pie lesionado, al final cuatro kilómetros de piedra se hacen largos.


Y es que en muchos tramos, la senda es el propio cauce del arroyo.


Pero al final estos cauces son los que nos gustan.

Va apareciendo alguna que otra poceta.


Y alguna instalación curiosa, la roca es lo que tiene, que se dispone como quiere.

Seguimos bajando y salvando pequeños saltos.

Un arroyo calizo como todos los de la sierra de Valdecabras.

Con sus canales en la roca.

Y sus pozas esperando mejores tiempos.


Al final del barranco, un poco de pinar, como si en pleno corazón serrano nos encontrásemos.


Estamos al filo del medio día, en el final del barranco, antes de llegar a los terrenos de labor próximos a Verdelpino, el barranco se encajona y nos tenemos que salir del mismo para poder continuar la marcha. Unos metros más abajo, salimos a caminos y sembrados que nos dejan en la coqueta aldea serrana.


Dejamos los pedregales,  que nos han puesto los pies a tono.

Y nos recreamos un poco con los sembrados.

Los girasoles, este año prometen buena cosecha.

Enseguida nos asomamos a Verdelpino,  con su singular ermita.


Y con ella nos despedimos en esta entrada.

Al final, unos trece Km, de ruta, por terrenos frescos y pedregosos, para ir cogiendo el pulso serrano. Poco a poco vamos a ir volviendo a la carga, y lo seguiremos contando,  si la mecánica lo permite. Solo nos queda volver a Valdecabras para rescatar el vehículo y bajar a Cuenca, para degustar unos tercios fríos como ellos solos!!!.

Hasta pronto!!!



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