Así, resumiendo este atípico verano

30 de Agosto de 2020.

A nadie escapa que este verano hemos estado un poco perretes, que no es que no hemos salido al monte, pero las salidas que hemos hecho las hemos dejado para nosotros. Con olas de calor constantes, las caminatas han de ser a primera hora,  y enseguida buscar el resguardo en torno a una buena mano de fríos tercios. 

Pero como somos muy de andar, pues no lo hemos dejado en ningún momento. Salidas en solitario por el entorno de las sendas de Cuenca, y los domingos en grupo por la sierra no han faltado. Aquí os dejo unas pinceladas de lo que se puede ver a un paso de casa, y un poco más allá.

Cualquier tarde, es buena para subir al Cerro del Socorro y jugar un poco con la puesta de sol. Si das con unas nubes bien dispuestas, todo es más fácil. 

Esas tardes de fuego que hemos tenido, y que hacen del ocaso algo tan bello como insufrible.

Si se madruga un sábado, lo más normal es encontrarte con el globo en pleno vuelo.

La tarde es buena también para visualizar el Mupa, desde la parte alta del barrio de Los Tiradores.

Otra mañana de Sábado, camino de San Julian, cacé a Alejandro sacando una instantánea del globo con el cartel de entrada a Cuenca.

Yo seguí ruta, contemplando las vistas del casco antiguo de Cuenca, que ya conocemos, pero cada día nos gustan mas.

Y tirando un poco de cámara, una mirada a la pasarela en Las Grajas.

También es buen momento el verano para hacer visitas, en la Peña del Acebo, en uno de los bordes de La Muela de la Madera, encontramos una buena colección de grandes ejemplares de Acebo, no hace falta caminar mucho, con estar allí ya recargas pilas al instante.

Y si nos fijamos, hay muchos detalles que adornan estas cejas, los pinos asomados a los abismos, luchan por la supervivencia.

También hemos visitado rincones de esos que nos guardamos para nosotros, por su complejidad de tránsito y la delicadeza del entorno, preferimos mantenerlos en el anonimato. Pero son rutas que en verano no dejamos de hacer al menos una vez.

No ha faltado nuestra tradicional ruta nocturna al Cerro del Socorro, que más que ruta es un momento distendido que rematamos con una cena a la luz de la luna junto al Sagrado Corazón, con la visión de la ciudad iluminada. No ponemos imágenes, hay que subir a verlo. Este año hemos contado con vehículo de apoyo, no digo na.

La luna.

Otro rincón innombrable,  parajes únicos, complicados de llegar si no se está acostumbrado al monte, momentos de relajación.

Lugares impresionantes que hemos conocido este verano.

Tampoco ha faltado una ruta clásica para nosotros en verano, desde Villalba de la Sierra, subimos caminando al canal de buena mañana, para en un punto determinado, bajar al río y volver por los túneles, en el archivo del blog hay varios enlaces a esta ruta, cada verano hacemos una. Claro, pero este año es diferente, y las imágenes son diferentes. En este caso una vista trasera de la Capilla del Salto de Villalba.

Y el agua del Júcar.

Otra tarde por las sendas de Cuenca, comprobando el avance del verano, los suelos resecos están pidiendo alguna tormenta.

Pero tampoco hace falta salir de casa, para tener de vez en cuando una imagen que mostrar. Y si se asoma un avión a completar el cuadro pues ya está.

Otra tarde suelta, desde la Peña del Acebo,  visualizando cerros cercanos, sacamos esta vista del Cerro de La Bandera, con su caseta inconfundible.

Y el abundante muérdago, que coloniza los pinos albares de toda esta Muela.

Otras veces, lo importante es llegar a tiempo. Otra mañana camino del cerro de Las Antenas, en el momento justo de la mañana, en que el sol empieza a iluminar el Casco Antiguo. Un momento especial.

Aquella mañana volviendo por la hoz del Júcar.

A principios de año, publicamos un par de entradas sobre el vuelo en globo, y en este final de Agosto, los astros se alinearon para que volviésemos a disfrutar de esa experiencia, que nosotros recomendamos sin duda. Hay dos enlaces en el blog a dichas entradas, hoy dejamos una reseña. Mayte, Sandra y yo mismo, disfrutamos de lo lindo aquella mañana.



Al final, terminamos Agosto con los amigos de A Vista de Globo.

Desde el aire, un cruce de imágenes.

Una experiencia única que hoy recordamos a través de la mirada de Mayte.

Encuadrando al derecho......

............y al bies.

Una vista del Casco Antiguo, que no se puede describir.

Pero, al final, lo que realmente sirve de anti estrés diario, son los paseos por las sendas de Cuenca a la tarde, y así terminamos este repaso, con una de las últimas tardes de Agosto por las laderas de la sierra de La Pila.


Esa tarde vino Flecha,  fiel acompañante, aunque algunas veces se despista con los corzos, jajajaja. Pero es jugando.

Y volvemos a mirar al cielo.

Y a esos restos que nos cuentan los trabajos y labores que tenían lugar en estos rochos en tiempos remotos.



La cuestión es no dejar de caminar, que en cada paseo se encuentra algo nuevo, o se ve lo mismo pero desde otro punto de vista y vamos conociendo nuestro entorno. Esperando que llegue el Otoño, seguimos en la brecha.


Hasta pronto!!!







Un día de relax por la Vereda. Villalba de la Sierra - Sotos.

 Domingo, 12 de Julio de 2020.


Avanza el verano y nos ponemos casi a mediados de Julio. Seguimos con un senderismo de perfil bajo, sin grandes retos. Hoy toca ruta de relax por La Vereda, le debíamos una visita a nuestro anfitrión en Sotos, y hoy hemos preparado una ruta lineal con inicio en Villalba de la Sierra,  y final feliz en Sotos, con un poco de Burroterapia, y una buena barbacoa como es costumbre en casa de Luis. 

Las temperaturas empiezan a ganar grados, pero esta mañana se ha presentado tormentosa, con un generoso chaparrón en Cuenca a primera hora del día, que ha refrescado un poco el ambiente. Al final, hemos caminado bajo la amenaza de lluvia, cosa que nos ha beneficiado con los calores veraniegos.

Nos ubicamos en Villalba, y tras el café pertinente a primera hora empezamos esta caminata lúdico festiva.



Una ruta con este remate, es más ruta.

Pero vamos a empezar con esta imagen tan refrescante, de la desembocadura de las aguas del Caz, esa canalización que llevaba agua el molino y donde la noria de Villalba cogía el agua para regar huertos.

Por la entrada al pueblo de Villalba, buscamos la conexión con los caminos de La Vereda, poblada de rodenos, jaras, romeros y enebros.

Unos pinares envidiables.

Hoy nada de berenjenales, todo por pista, se nos calientan los pies.

Admirando el entorno.

Y las consecuencias de la erosión en el terreno.

Hoy, entre nubes y claros, hay una luz especial, y con los truenos de fondo que aportan su puntejo a la mañana.

Desde aquí podemos ver la sierra de Valdecabras, con el Pico de la Grulla presidiendo el valle del Cambrón.

Abrimos un poco más el plano. Por el centro de la imagen discurre el río Júcar y la carretera de Villalba.

Empezamos a bajar hacia el aeródromo de Sotos, todavía encontramos algún campo de Mimbre en esta zona.

La tormenta está rodeándonos, pero nos respeta. 

Unos pinares magníficos, que además de producir resina, en época otoñal, nos regalan sus frutos en forma de sabrosos níscalos de casco portentoso, esos níscalos de terrenos arenosos, que parecen dibujados.

Hemos dejado la cañada real, y vamos bajando hacia el aeródromo de Sotos.

Junto a la pista forestal,  un gran tronco de Rodeno, que ha cubierto su ciclo vital.
Estamos llegando a nuestro objetivo de esta mañana, recorridos unos diez kilómetros a buen ritmo, pasamos junto al aeródromo en Sotos, los borricos nos esperan,  y con ellos una degustación de espirituosos de la tierra.

Aquí las modestas instalaciones del aeródromo.

Donde nos espera nuestro anfitrión de esta mañana, con sus borricos,  y el carro perfectamente acondicionado para el escanciado.

Un poco de postureo rural.

Y ponemos rumbo al pueblo, para continuar con la ruta de hoy.

Doy fe de que si no es por una maldita lesión, yo no subo al carro, valgamedios.

El caso es que estos dos compiten con los otros tres.


Dejamos los borricos y nos dirigimos al punto final de la ruta "ludicofestiva" de hoy.

Mas vale humo que escarcha, como dice mi primo.

Productos serranos cien por cien.

Con café de puchero y todo,  a la lumbre.

Un final a la altura del día de hoy.

En torno a la mesa, con las viandas que nos acompañan y alguna que otra cerveza, nos despedimos.


Al final, una buena jornada de campo, con final feliz en el campichuelo, esa comarca que no frecuentamos mucho, pero que nos deja un muy buen sabor de boca, agradecidos a nuestro anfitrión de hoy, Luis Poyatos, y a Pili, que nos preparó unos buñuelos de calabaza dignos de estrella michelín. Los buñuelos han marcado un antes y después en este grupo!!!!


Animaos a disfrutar de nuestros campos y nuestros pueblos, que están ahí esperando nuestras rutas!!!!

Hasta pronto!!!