Losilla, canal, y sálvese quien pueda. Esas rutas extrañas que hacemos nosotros.

Domingo, 28 de Junio de 2020


Finales de Junio, con el verano recién estrenado y varias circunstancias (pandemia aparte) por medio, volvemos al monte para hacer una ruta, en principio sencilla, y poder calmar los dolores de cuerpo y alma.

La cosa va a ser fácil, nos vamos a dar una vuelta por La Losilla, bajaremos al canal, con intención de bajar al Júcar, e intentaremos volver a subir por el Rincón de Los Lazos. En principio todo bien, pero como siempre, las circunstancias mandan y tuvimos que cambiar los planes sobre la marcha. 

Pero vamos por partes, dejamos los vehículos junto a la casa del guarda, en la finca de La Losilla, y empezamos la caminata de esta mañana.  Vamos a buscar la bajada al canal, por un vallejo que nos lleva directos,  el caso es que el citado vallejo, en los mapas no tiene nombre, pero es el que conduce las aguas de toda la zona de La Zomatilla y El Ardal hasta el río Júcar. 

Pasaremos una buena mañana, breve pero intensa, por terreno conocido y por conocer.


Un joven Lagarto, valiente como el solo, sale a nuestro encuentro.

Hoy hemos madrugado un poco más, para evitar en lo posible los fuertes calores del medio día, las sombras son alargadas a esta hora de la mañana.

Aunque venimos mucho a estar tierras, sus vistas nos gustan como el primer día.

Vemos uno de los Picones de la Muela, sobre el pueblo de Uña, yo creo que es el de San Roque, a la izquierda, y La Modorra en el centro de la imagen.

Caminamos por este bosque de Robles, buscamos el vallejo por el que vamos a bajar al río Júcar, o no. El caso es que la mañana está disfrutona.

Y las vistas a la Dehesa de la Losilla nos hacen disfrutar mucho más. Luego volveremos por aquel puntal sin querer.

Llegamos a la cabecera de nuestro barranquete, aunque realmente hemos de caminar un poco a la derecha de la imagen para encontrar la bajada.


Miramos hacia abajo, y nos aparece allí enfrente la zona de Garcielligeros, que también hemos recorrido en varias ocasiones, disfrutando de sus centenarios Tilos.

Antes de bajar, una mirada a los bordes de la finca de La Losilla.

Y en el fondo del vallejo, un poco de agua que todavía aguanta el rigor veraniego.

A primeros de Marzo, estuvimos por aquí también, y vimos el agua en la cabecera del vallejo, donde crea una sutil cascada, vamos a verla en tres imágenes de aquella mañana.


Este agua viene de los manantiales que hay en La Losilla, y cuando es época de lluvias, bajan por aquí las aguas de La Zomatilla.

Por esto decimos siempre que hay que salirse de los caminos y sendas habituales, los rincones más sorprendentes están donde menos te esperas.

El agua siempre se agradece.


Y la sombra en el vallejo, también se agradece, la mañana va entrando poco a poco y hará calor.

Este agua enseguida se filtra al subsuelo, y no llega al río por el cauce normal.


Según se va acercando el vallejo a la intersección con el canal, se va poniendo más pedregoso.

Se forman algunas pozas, ahora resecas.

Hoy ha venido con nosotros Pablo, una de sus últimas rutas antes de emprender su nueva vida.

El vallejo empieza a tomar tintes de barranco y aparecen pequeños saltos en la roca.

Y no tan pequeños.

Nos gusta cuando la cosa se va poniendo así y va aumentando la incertidumbre. Aunque luego la cosa quede en nada.

De momento todo bien.

Hasta que llegamos a la zona naturalizada por el hombre, a principios del pasado siglo, cuando las obras del canal de La Toba.

Llegamos al punto donde el barranco se encuentra con el canal de La Toba a Villalba. En este tramo nos encontramos con los muros que se construyeron para retener y canalizar el encuentro de barranco y canal. Las laderas del barranco son muy verticales, y los muros nos condicionan el avance, así es que con un poco de cuidado vamos bajando por donde podemos.



Despacito y buena letra, vamos bajando por estos muros, que al final no son tan fieros como parecen.

En este punto, debemos decidir como continuamos la ruta. Inicialmente estaba prevista la bajada hasta el río Júcar, por una ladera vertical de piedra suelta y vegetación casi virgen, para buscar la subida por el rincón de los Lazos. Pero una lesión que arrastro varias semanas, nos hace desistir de tal osadía. Así es que vamos a avanzar canal abajo, para buscar la subida por el puntal de Peñarrubia en La Losilla, también campo a través,  y dar por terminada la ruta.


Abajo las aguas del Júcar, nosotros hoy no bajamos.

Venimos avanzando por el canal.

Enfrente la zona de Garcielligeros.

Y siguiendo nuestra marcha, el puntal al que subiremos.

El avance por el canal es rápido, aunque la mecánica va algo resentida.

Mirando atrás, el puntal de Royo Frío, en La Muela.


Y el serpenteante cañón del Júcar.

Llegamos a un punto del recorrido en el que nos encontramos justamente debajo del puntal que vamos buscando. En este punto abandonamos el canal e iniciamos el ascenso por la arista vertical que nos lleva al puntal, por medio una parada a almorazar, y en un momento nos ponemos de nuevo en La Losilla.


Los pinos aprovechan cualquier resquicio en la roca para prosperar.
Desde esta arista, tenemos una vista privilegiada sobre el río.


Por la parte izquierda del puntal, subimos a la dehesa de La Losilla, donde tenemos los vehículos.

Y donde nos recibe este joven pero valiente Lagarto. Siempre nos gusta disfrutar de esta fauna tan esquiva.
Este es el recorrido de esta mañana.



Hoy terminamos la ruta muy pronto, empezamos el verano y no se trata de abusar, el calor enseguida hace acto de presencia y lo pertinente es ponerse al resguardo de unos tercios bien fríos. Hoy en Las Majadas, desde La Losilla nos acercamos a la plaza de Las Majadas, y sentados en la fresca sombra,  nos aplicamos unos buenos reos de tercios que nos supieron a gloria, después de todo lo que estamos viviendo.

Hasta pronto!!!



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