Por el Lapiaz de La Muela. en Las Majadas.

Domingo, 7 de Abril de 2019.

Hoy volvemos a La Muela de La Madera, hace unos años estuvimos viendo parte del lapiaz de la zona norte de la muela, lo podemos recordar en el siguiente enlace Tormo Montero , y nos dimos cuenta de que esto es muy extenso y habría que volver. Vistos los mapas, el lapiaz se extiende por todo el norte y oeste de la muela hasta Los Callejones, esta es la parte a la que vamos a ir hoy.

En esta ocasión, no nos detenemos en los Callejones, pero los podemos recordar en alguna de nuestras rutas anteriores, como en esta visita en primavera Los Callejones. Pasamos de largo para caminar sobre la roca e ir descubriendo todo lo que se esconde aquí. Con lo que no habíamos contado, es con la nevada primaveral que nos ha dejado el frente frío de Abril, cosa que nos agrada, pero que ralentizó la marcha y no pudimos completar el recorrido previsto, pero da igual, volveremos enseguida a ver estos parajes cuando avance la primavera, que con esta nevada se presenta bonita.





Cualquier abrigo rocoso, es aprovechado por los pastores para el refugio del ganado.


Empezamos en Los Callejones, con todo cubierto de nieve, en una imagen puramente invernal.

Y nevando, que según llegamos aquí ha empezado a nevar.

En la parte trasera de los callejones, encontramos los restos de lo que parece un viejo horno de cal.

Dejamos atrás el mar de piedra y seguimos avanzando, la mañana promete.

Un pequeño abrigo en la roca, y su muro para ganado.

Desde luego que aprovechaban bien todos los recursos.

Hoy hay que tener cuidado, la nieve puede tapar agujeros que nos darían un susto, o un disgusto.

Seguimos encontrando corrales, este más grande.

El paisano que lo hizo, se empleó a fondo con el muro, materia prima no le faltaría en la zona.


Según avanzamos, cada vez encontramos más nieve.

Y una niebla densa, de las que te desorientan en un momento, nosotros solemos llevar Gps únicamente para no perdernos, hoy ayuda.

Esta mañana nos tiene fascinados.

Entre los mares de piedra, callejones llenos de vegetación, invadidos de plantas espinosas.

Y de vez en cuando, un Tormo.

En imposible equilibrio.

Preparando la ruta de hoy, hemos marcado en el mapa algunos puntos de interés, por los que debemos pasar esta mañana. No va a a ser fácil por las condiciones del terreno, aunque la nieve está bastante bien para caminar, la abundancia de roca y posibles oquedades ocultas por el blanco manto,  nos hacen ir con cuidado. Y por supuesto, igual que en cada ruta de esta temporada, hay zonas en la que los pinos volcados nos lo ponen mucho más entretenido.

El siguiente punto que vamos buscando,  es la cueva de Los Tocinos,  un buen lugar para almorzar, lo tenemos marcado en el mapa pero no sabemos si la lograremos encontrar, o si lo que encontramos es lo que vamos buscando



De momento seguimos inmersos en la densa niebla.

Sobre la roca, sorteando los callejones.

Y disfrutando de este día que nos regala esta primavera. 

Según nuestro mapa, estamos en la zona que indica como cueva de Los Tocinos. Realmente no sabemos si la cueva es tal, o se refiere a algún tipo de abrigo rocoso. Nosotros bordeamos las rocas que encontramos en la zona, los bujes nos lo ponen gracioso, y algunos pinos también.

Como la mañana está muy fresca, las aguas que escurren de la roca se convierten en hielo.

A los pies de estas rocas, encontramos otro horno de cal.

¿Veis como está el patio?

Estamos en la hora prescrita para el almuerzo y tenemos que buscar refugio.

Y estas rocas nos lo van a prestar.

Aunque los adornos, calor....... no es que nos ofrezcan.

El caso es que nos ponemos a cubierto, y hacemos lo propio, mientras Rebeca inmortaliza el momento.

Hacemos la parada de costumbre, en un paraje mágico, rodeados de roca y pino engalanados con la nieve y la cencellada que el gélido viento va formando en las ramas. En este momento ya somos conscientes de que no llegaremos a completar la ruta, y de que este paraje merece otra visita con otras condiciones meteorológicas que nos permitan verlo en toda su dimensión. Hoy nos está mostrando su cara más dura, esta primavera se presenta más amable, volveremos.


El caso es que estamos rodeados de roca y pino, cubiertos de invierno.

Y nos dejan imágenes únicas, como este albar cubierto de cencellada.

O este pino Bonsai, aferrado a la roca.


No hay mejor lugar donde almorzar esta mañana.

Continuamos la marcha, en busca de una construcción insertada entre las rocas, y pasamos por algún arco de piedra.

En estos paisajes rocosos nunca falta un arco.

Ni un pino luchando por la vida en lo alto de una roca.

Atravesamos el arco para seguir camino.


Una curiosidad, nos vamos encontrando zonas de roca cubiertas de nieve, y otras donde no ha cuajado. Suponemos que estas tienen mayor desarrollo subterráneo, mayor profundidad, y transmiten el calor interno a la superficie.

El caso es que la cosa se está poniendo algo enmarañada.

Llegamos a una zona donde nos tenemos que pelear un poco con el Buje

Casi siempre nos gana el,o  por lo menos nos da una paliza.

Salimos del embosque, y nos metemos en un mar de tormos.

Muy variados.

Vamos buscando el corral, tiene que estar entre estas rocas.

Hasta que aparece un poco más adelante.
Muros robustos aprovechando bien los tormos como referencia.



Todavía quedan restos del marco de entrada.

El gran tormo preside el corral.

Y otro la entrada.


La tina, presenta serios síntomas de derrumbe.

No así el muro, robusto y muy bien formado.

Las que van ganando la partida son todas las espinosas.

En este punto decidimos emprender la vuelta, nuestra intención era llegar a Tormo Montero y pasar por Cueva Lóbrega, pero lo vamos a dejar para otro día. Ahora buscamos el camino de Las Majadas, que transita por esta ceja norte de La Muela, y caminando cómodamente volveremos a Los Callejones, donde tenemos los vehículos, en un santiamén. 


Pero antes nos hemos de enfrentar al medio.
Y es que la cosa está entretenida en muchos puntos.



Finalmente, llegamos al camino y pusimos fin a la ruta de hoy. Una buena ruta, disfrutando de las condiciones de la mañana, y de este manto blanco que nos sorprendió una vez más en Abril. Terminamos una ruta de unos 12 km. de esas que tanto nos gustan, campo a través y con nieve, ¿se puede pedir más?. Si, unos tercios en Villalba, como está mandao.


Hasta pronto!!!

2 comentarios: