Pr-Cu 30, Portilla, Ruta del Gollizno y las Canteras.

Domingo, 10 de Enero de 2.016.

Parece que las lluvias se van animando, esta primera semana de Enero nos ha traído agua, ya veremos lo que dura. Por si acaso, nosotros esta mañana nos vamos a acercar al sendero Pr-Cu 30, ruta del gollizno y las canteras, que discurre entre Portilla y las proximidades de Las Majadas. Estos barrancos en días lluviosos son muy agradecidos y nos van a dar buenos momentos.

Esta ruta la solemos hacer al menos una vez cada año, hoy es una buena ocasión para repetir, entre nieblas y algo de lluvia el paisaje cambia totalmente. El trazado está perfectamente señalizado dentro de la red de senderos y es apto para todo tipo de caminante, aunque está catalogado como de dificultad alta en la guía de senderos, con un poco de precaución con terreno húmedo se supera sin problemas. En el siguiente enlace tenéis la Ficha del sendero.

En las canteras el ambiente es totalmente enigmático.

Vamos a comenzar la ruta por el barranco de la hoz del Moro, pasaremos por el Callejón, y bajaremos al fondo del barranco donde nos vamos a encontrar con el agua tan deseada este invierno. Remontaremos el barranco para subir a Las Canteras, envueltas en nieblas. Bordeando la cabecera de este barranco nos encaminaremos hacia el barranco de la Hociquilla, por donde bajaremos de vuelta al pueblo, vadeando varias veces el cauce y disfrutando del colorido que el agua imprime a la caliza.

Dejamos atrás el pueblo, Portilla.

Y empezamos a ver lo que nos espera esta mañana.

Hoy tenemos nieblas y algo de lluvia, las rocas adquieren tonos grises mucho más marcados.

¡Como nos gustan estos días! y cuanto los hemos echado de menos este Otoño/invierno.

Empieza a llover, hacía tiempo que no nos llovía en ruta.

Atravesando este callejón bajaremos al barranco, este es uno de los pasos que comunicaban el campichuelo con la serranía.

Barranco que encontramos envuelto en nieblas.

Cruzamos el cauce para continuar por la senda que nos conduce a las canteras, este tramo salva un desnivel algo más pronunciado, hoy está muy embarrado y hay que tener mucho cuidado con los resbalones.

Según ganamos altura perdemos en visibilidad.

Y nos asomamos ya a las Canteras, donde vemos los grandes bloques que quedaron aquí olvidados.

En la parte izquierda se aprecia el corte escalonado en la roca, de donde se extraían estos tremendos bloques.

Hoy hay que asomarse con precaución, los bordes mojados pueden ser peligrosos.

Entre la humedad de la roca y la niebla..........

Hemos pasado las canteras y de repente se ha levantado la niebla.

Ahora, bordeando el barranco por la cañada real, vamos a ver como el agua ha vuelto a fluir por los vallejos.
En este, Alfredo parece querer bebérsela toda.

Cruzaremos por aquí arriba y continuaremos ruta.

Pero como hace tanto que no vemos esto pues no nos resistimos a sacar alguna foto más.

También vemos como la plaga de procesionaria ha llegado hasta estos barrancos.

Entre estas chaparras el agua fluye más tranquila, y nosotros subiremos para llegar al barranco de la Hociquilla.

 Este es el barranco por el que bajaremos.

Otra cosa que no podíamos imaginar que encontraríamos, un níscalo en pleno mes de Enero.

En un breve descenso, con suelo embarrado y resbaladizo, nos situamos en el fondo del barranco de la hociquila. Hay que vadear el riachuelo en varias ocasiones, pero no es ningún problema, el caudal lo permite perfectamente. 

Cruzamos junto al gran pino tumbado, que no se los años que lleva así.

Y nos vamos recreando con estas losas de agua.

Y pequeños saltos.

Poco a poco lo dejamos atrás.

Y nos vamos acercando al estrecho del Gollizno, con las rocas rezumando agua.

Y estos corrales tan bien ubicados.

¿Esta roca que os parece?
Le falta la lengua bífida.

Esto hay que mirarlo bien, que estas imágenes cada vez son mas difíciles de ver, así tan mojadicas.

Esto se va cerrando cada vez más.

Y el agua se pone un poco mas brava en este estrecho del Gollizno, donde por cierto, vimos a una pareja haciendo descenso de barrancos.

Pasado el estrecho, el barranco se abre de nuevo y las aguas se sosiegan.

Llegados a este mirador casi hemos terminado la ruta, echamos un vistazo atrás, y bajamos al carril que nos llevará en un santiamén a Portilla de nuevo.

Al final unos 12 km. de agua y nieblas, una ruta muy recomendable en cualquier época del año, pero sobre todo en temporadas lluviosas, salta a la vista. Por cierto que hace dos años hicimos esta misma ruta con nieve, lo podéis ver en el siguiente enlace.

Hoy no tenemos enlace al trazado y perfil de la ruta, pero está perfectamente señalizada, no hay pierde. 

Hasta pronto!!!