Paseo hacia los Olmos, Las Majadas.

Domingo, 13 de Septiembre de 2.015.


Hoy volvemos a la zona de Las Majadas, y vamos a asomarnos a la Dehesa de los Olmos desde la pequeña muela que se forma en el cerviñuelo, esta pequeña planicie que a pesar de que no tiene gran altitud respecto a su entorno más cercano, constituye un buen mirador en casi todos sus bordes. Además de la joya botánica que tenemos con la dehesa llena de Arces, toda esta muela y sus laderas son una buena muestra de la vegetación predominante en la sierra de Cuenca. Recorrerla es una buena manera de disfrutar de esta mañana pre-otoñal.

Podemos recordar otra visita que hicimos a la dehesa para contemplar el espectáculo de la cascada del Trabaque, a ver si vienen las lluvias y la próxima primavera podemos verla así de nuevo.


A esto me refiero cuando hablo de joya.

Con el vehículo aparcado en la carretera que conduce a la fuente de la Tía Perra comenzamos a caminar, una pequeña vuelta de reconocimiento de este terreno honguero donde los haya, nos damos cuenta de que aquí no ha llovido demasiado, y nos disponemos a subir a la muela buscando pasos y sendas de animales, ya que la vegetación es muy densa hay que apañárselas.


Los ejemplares que cortaron aquí hace unos años eran impresionantes.




Pero todavía quedan ejemplares como estos.








Vamos ascendiendo por esta ladera de Albares con el sotobosque de buje, buena combinación. Salpicado todo esto con algún ejemplar algo perjudicado.




Que también tienen su cosa.




Una vez en el alto de la muela ya tenemos vistas más allá del cerviñuelo, concretamente sobre el albergue de Tejadillos.




Sobre aquellas rocas ya estuvimos cuando bajamos a la cascada del Fraile.




Y el otoño llamando a la puerta de la Serranía.




Una vista general del cerviñuelo.

Ahora vamos a trazar una línea casi recta en busca de la vertiente contraria, la que se asoma a la casa de los Olmos y la Dehesa, desde allí también tendremos grandes vistas de territorio conocido.


Sobre la muela la vegetación se apacigua un poco, pero es un gusto caminar por estos pinares.




Y encontrarnos con estas florecillas típicas de esta época del año marcando el final del verano.




Los frutos del rosal silvestre totalmente maduros.




Y que decir de los del Majuelo.

Cruzando la muela vamos atravesando zonas de pinar y pequeñas praderas ahora resecas.


Colores propios de esta época cuando esperamos las lluvias.




Y van apareciendo los ocres y rojizos.

En un momento nos presentamos sobre la casa de los Olmos, hoy un montón de escombro casi irrecuperable. Aún a riesgo de parecer cansino repetiré que con estas antiguas casas que tenemos regadas por toda la sierra se podría haber creado una red de albergues, que junto con los senderos y cañadas que la surcan vertebrasen todo el territorio serrano. 

Desde aquí las vistas son muy buenas.


La casa de Los Olmos.




La dehesa, poblada de Arces.




Y a lo lejos el Picayo, y el valle del río Villalbilla.




La vegetación nos deja ventanas por donde asomarnos.




A ver si el otoño viene propicio y podemos ver los tonos rojos del Arce.




Mientras tanto podemos apreciar ligeros matices.










En este barranco que tenemos delante tiene su origen el Trabaque.








Tirando de zoom vemos el pueblo de Arcos de la Sierra y al fondo tierras casi alcarreñas.




Algunos Arces van cambiando de color.




Una mirada al estrecho del Trabaque.




Y una panorámica general de los Arces.

El objetivo de hoy está cumplido, nos hemos asomado a este privilegiado balcón, ahora ponemos rumbo de vuelta en un trazado totalmente recto en busca del vehículo.


Y nos volvemos a encontrar pinos secos, que no siempre están en cornisas y crestas, estos en mitad de la muela.




Con su curioso porte.




Toda la mañana nos ha acompañado este cielo algodonoso.








Aquí vemos claramente la disposición de la vegetación en esta muela, praderas y manchas de pinar.




Y de nuevo en el borde sobre el cerviñuelo los grandes Albares.

Al filo del medio día regresamos al punto de partida, ahora el sol ha vencido a las nubes aunque el aire continúa siendo fresco, tras el verano tan caluroso que hemos padecido se agradecen días como este.


Y nos encontramos en medio de la carretera esta vaca que parece pedir brasa.




Pero claro... te mira con estos ojos que.......


Total, que hemos pasado otra gran mañana por los montes visitando uno de los paisajes serranos más característicos, de haber un Top 10 en paisaje serrano este sería uno de ellos.


Al final como siempre unos refrescos y para casa, hoy no hay trazado de la ruta, pero no tiene pierde. Animaros a salir al monte que merece la pena.



Hasta pronto!!!



2 comentarios:

  1. Ganó la vaca, no se apartó sin ofrecer resistencia, o bien quería hacer un posado, que lo consiguió sin dudar. Bonitas fotos y que recuerdos más buenos de la fuente de la tia perra.
    Besos.

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    1. Yo creo que buscaba posado Mavi, unas fotos y al monte de nuevo, que tajo no le falta.

      Un abrazo.

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