Subida al Pico Cerecea

Domingo, 18 de Enero de 2.015.



Como dijimos el día anterior, nos dejamos un par de rutas trazadas por esta zona y no hemos esperado para realizar la primera. Nos anunciaban para este Domingo un gran frente frío que dejaría nevadas en gran parte del centro de la Península, y nosotros salimos en su busca. Queríamos subir a un pico próximo al molino de Juan Romero, el Cerecea con 1.716 metros de altitud, y que mejor que hoy con posibilidad de nevada.

Total que nosotros tan contentos a ver nevar ¡que ilusos!.


Dejamos el vehículo junto al panel informativo de este área recreativa, nos abrigamos ya que la mañana estaba ventosa y fría, y comenzamos a caminar. Subimos en primer lugar el Cerro del Noguerón, una pedregosa ladera con escasa vegetación más bien espinosa, pero que también encierra sus misterios.

Un buen ejemplo de conservación de las áreas de recreo en la sierra. Con su panel impecable, esperemos que dure mucho.

El cielo se va tornando cada vez más plomizo, pero parece que la nieve no llega, el viento y el hielo son los protagonistas de la mañana.



Las brumas se van adueñando de las cumbres.

Hoy parece que hay prisa por volver y los chicos ponen un ritmo endiablado, eso o por entrar en calor.



Subiendo al Noguerón con el suelo congelado, aquí no hay más que piedras, aliagas, espinos y algún roble despistado.





Poco a poco las nubes cubren el cielo.





Monteagudillo y la Modorra.


Desde la cumbre de este cerrete ya tenemos vistas de gran parte de la sierra, hemos visto la Modorra y Monteagudillo, podemos ver los cerros que visitamos el pasado Domingo y el que coronaremos a continuación, pero lo más curioso de este Noguerón es la sima que lo "corona", un cerro aislado con una sima en todo lo alto, desconocemos su profundidad, pero nos sorprendió que debido a los contrastes térmicos salía vapor de ella a una temperatura más cálida del interior.



Desconocemos su profundidad, pero se aprecian agujeros enigmáticos.

Ya decimos que no dejamos de sorprendernos con las cosas más insospechadas que nos encontramos por el campo, una sima en todo lo alto, desde este punto vemos nuestro siguiente objetivo el Cerecea, con 1.716 metros y su cumbre cubierta de vegetación, que solo nos deja ver parcialmente los horizontes. Toca bajar un poco para acometer la subida final, las laderas de este cerro si que están pobladas de pinar, lo que nos protege un poco del viento.



Desde el Noguerón vemos el Cerecea y de nieve nada de nada.





Esta mañana los colores son extremadamente grises.





Una mirada atrás para ver el camino recorrido.





Cerca de la cumbre la humedad de la neblina se agarra a los pinos.







Tras un breve descanso para almorzar enseguida alcanzamos el vértice geodésico de esta cumbre, que con su vegetación dificulta la contemplación del paisaje, pero si que pudimos ver que estábamos frente a la sierra de Valdemeca, sobre el nacimiento del Guadazaón.



En este punto nos hicimos las fotos de rigor, comprobamos que la nieve tendría que esperar y pusimos rumbo de vuelta al punto de partida, en lo que hoy ha sido una ruta de ida y vuelta prácticamente por el mismo sitio.











Al volver evitamos subir al Noguerón y marchamos por su ladera sobre el Barranco de los Bañaderos, que tendremos que explorar en otra ocasión, intentaremos remontarlo en verano por si nos mojamos los pies, que sea al calor. 


En la bajada nos encontramos manantiales congelados como el de la imagen, y un ciervo recién descuartizado por los cazadores, del que solamente dejaron las pieles y el esqueleto en una gran labor de carnicero, con su rastro de sangre todavía caliente. No ponemos imágenes por desagradables.



Total que hoy uno 9 kilómetros, pero de subir y bajar, a un ritmo endiablado que nos pusieron las piernas en tensión. Finalmente unos refrescos en Uña y para casa. La nieve para otro día.



Os dejo el enlace al trazado y perfil de la ruta:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8686679


Hasta pronto!!!!

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