Cerro de San Felipe, estrecho del Infierno. Por los orígenes del Júcar. Serranía de Cuenca.

 Domingo, 17 de Octubre de 2021.


En este final de año, por primera vez y sin que sirva de precedente, o si, nos vamos a saltar el orden cronológico en la publicación de nuestras rutas. En el mes de Octubre, se cumplían cinco años de la inscripción de nuestro club en la Federación de deportes de Montaña y Escalada, y con esta excusa organizamos una ruta por el corazón de la serranía, para celebrarlo. Unido esto al hecho de que esta va a ser la entrada número 300 de este blog, (quien lo iba a decir cuando empezamos con el), nos concedemos la licencia de saltar el orden. 

Desde la fuente de San Blas, subiremos al cerro de San Felipe, una subida típica que hacemos muy a menudo, pero que cada día nos deja sensaciones diferentes, es lo bueno de volver a los lugares mágicos de la Serranía. La bajada, la vamos a hacer como a nosotros más nos gusta, es decir, en configuración libre. Desde la cima, continuamos cresteando en dirección al nacimiento del Río Cuervo, hasta que en un momento dado, nos bajamos campo a través hacia la Cañada del Ojuelo. Enlazaremos con el carril de Rilaga, y caminando por los verdes prados de la Cañada, nos acercamos hasta el collado donde se encuentra el Tormo Cañaveras, desde aquí, bajamos por los manantiales del Júcar, hoy secos, y ponemos punto final con una comida de campaña en el merendero de San Blas. Una jornada serrana a la altura de las mejores rutas por la serranía.

Hoy contamos con invitados, Susana y Fran, que están para pasar a profesionales, yo los veo más en carreras por montaña. También vinieron Maru y Toni, con los que teníamos cuentas pendientes, que al final fueron saldadas como está mandao. Un placer contar con todos ellos, no será la última.

El caso es que estamos en pleno Otoño, y después de varios días de altas temperaturas y cielos despejados, se nos presenta un fin de semana algo nuboso, y amenazante de lluvia. La noche del sábado al domingo, ha estado lloviendo en la capital, a primera hora de la mañana la lluvia ha cesado, nosotros quedamos al habitual café mañanero y emprendemos marcha hacia San Blas. De camino al punto de inicio de la ruta, el colorido otoñal aderezado con las nieblas y brumas de la mañana, es algo que ya solo de por si, merece un madrugón. Una vez en el punto de partida, nos acicalamos para la ocasión y empezamos nuestra caminata de esta mañana.

Atasco en el estrecho del Infierno.

Estamos junto a la fuente de San Blas, el otoño está entrando en el estrecho. Las surgencias en este punto, nos recuedan que estamos en los orígenes del Júcar. 

Este primer tramo de ruta, junto al cauce seco del río, lo hemos visto ya sobradamente en anteriores publicaciones, así es que no nos vamos a extender mucho más. Caminamos hacia el estrecho del infierno, por el que luego bajaremos. Antes cogemos el desvío para emprender la subida al collado de la umbría de San Felipe.

Aquí estamos ya en pleno ascenso, muy cómodo en todo su recorrido.

En el collado, una parada a recuperar aliento. En este punto, hacia la izquierda de la imagen, haríamos la ruta circular por el hontanar, nosotros seguiremos hacia la derecha, a la cima de San Felipe.

Pero vamos a rebobinar un poco, por que no hemos dicho que hoy contábamos con fotógrafa oficial para el ascenso. Claro, cuando subes como una gacela, pues te da tiempo a todo.


No te rías no.

Aquí tenemos a Maru y Toni, culminando el ascenso al collado de San Felipe.


Y aquí el grueso del pelotón de los rezagados con Jose Miguel a la cabeza.

Bueno, más bien los gruesos. jajajajajaja.

Pero muy animosos ellos.

Tonterías aparte, llegamos al collado donde hicimos una pequeña parada, y continuamos la marcha. Hace buena mañana para caminar, nublado pero sin lluvia, buena temperatura, y con unos paisajes que vamos a ver aderezados con las nieblas de Otoño, que no tienen desperdicio.

Acometemos el último tramo de la subida a San Felipe, ahora vamos sobre roca, y entre la sabina rastrera que aparece ya en estas altitudes.

Y a poco que ganamos altura, alcanzamos a ver allí abajo Tragacete, envuelto en nieblas.

Nieblas que se extienden por todo el valle del Júcar.

Y sobre el pueblo, toda la cornisa de la peña del Halcón.

Seguimos subiendo, estamos casi en la parte más alta, llegando a cima.

Alfredo si que llego a cima, con tanta antelación que nos lo comunicó por mensaje. Dice que puso el modo Aneto, está fuerte, 

En un momento todos arriba.

Y desde arriba, las nieblas esta mañana acaparan nuestra atención.

Foto de familia y continuamos marcha, a ver si encontramos abrigo del viento para hacer otra parada a almorzar un poco.

Ahora caminamos por este cordal, cubierto de sabina rastrera y pino albar, vamos en dirección al nacimiento del Cuervo.

Pero antes, protegidos por el pinar, paramos y damos un picoteo. 

Y seguimos cresteando, realmente hay pocas crestas en la serranía de Cuenca que nos permitan caminar con buenas vistas, la vegetación lo cubre casi todo, pero de vez en cuando tenemos un claro en el bosque.

Desde donde poder otear los horizontes.

Lo que no falta en ninguna cresta que se precie, es algún pino seco que fotografiar.

En un momento determinado, nos lanzamos monte abajo a la voz de ¡por aquí!, que soltó Alfredo, y todos para allá. bajamos hacia la Cañada del Ojuelo, y fijaos en el calibre de los pinos que nos acompañan esta mañana.

Antes de bajar al carril de Rilaga en la cañada del Ojuelo, atravesamos unos magníficos pinares, que ahora van recobrando el verdor con las lluvias de otoño.


Los Acebos, también están ahora en un buen momento.

Llegamos al carril, y ahora empezamos nuestro camino de vuelta, pero enseguida nos atraen los prados del Ojuelo y nos bajamos para caminar sobre verde.

¡Donde va a parar! esto es como andar por casa en zapatillas.

Un lujo caminar por parajes así.

Con el otoño en los Majuelos.

Y los bujes que se acercan al camino.

Cerca del Tormo Cañaveras, salimos de nuevo al camino.

Y mirando atrás, vemos como la cañada del Tormo se descuelga hacia el río Tajo.

Dejamos el Tormo a un lado.

Y nos encaminamos hacia el nacimiento del río Júcar.

La mañana avanza rápido, los kilómetros se van acumulando, y los tercios nos esperan. Bajamos hacia los manantiales del Júcar.

A estas alturas de año todo está seco. Los prados agradecen las lluvias de Otoño, pero los manantiales han de esperar mejores tiempos.

En el estrecho del infierno, tampoco hay agua, al menos en este primero de la parte más alta.

Como molan estas pedreras salpicadas de otoño.

En el estrecho de más abajo, si que encontramos un pequeño flujo de agua, se ve que esta surgencia es bastante estable.

Dejamos atrás este peculiar paraje, y ya por camino, terminamos la ruta de hoy en el merendero de San Blas.

Caminando junto al joven Río Júcar, que en esta parte de la entrada al estrecho, ya nunca pierde su caudal, estos manantiales si que aportan agua todo el año.

Pradera de ortigas en el merendero.

En este punto llegamos al final de la ruta, una buena mañana en el monte, recorriendo unos 17 km. por el corazón de la serranía en medio de inmensos pinares. Ahora reponemos fuerzas en el merendero de San Blas, cosa de poco, apenas un picoteo de nada.

Para terminar esta imagen, no estamos todos, hoy faltan personas que ya forman parte de nuestro grupo, y aunque no han podido asistir, los tenemos en mente.


Con la excusa del aniversario, hemos pasado una buena jornada de campo, con todos los ingredientes que, en otoño, no deben faltar. Humedad, nieblas, colorido en el monte, y buena compañía, no pedimos nada más ni nada menos. Es hora de comer, y así lo hacemos para rematar la mañana. Teniendo los vehículos a mano, el menú fue de lo más variado, incluyendo primeros, segundos a elegir, y hasta un postre delicioso, café de la casa, y todo regado con unos tercios enlatados, y un poco de vino a elegir. Sin privarnos de na. No dejéis de salir al mote y disfrutar de estos ratos que nos ofrece.


Hasta pronto!!!











2 comentarios:

  1. Hola Luis.

    Toma ya! Ahí estamos nosotros celebrando y andando por esos fantásticos paisajes de la Cañada del Ojuelo y demás!! Arriba esos Sanfelipistas!!

    La comida espectacular, al igual que la compañía!! Nos tenemos que ver para que me cuentes que tal por Ordesa ;-)

    Un saludo.

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    1. Un gran día Toni.

      Lo dicho, pasamos un buen día, como de costumbre, con nuestras cosas.
      Los parajes y paisajes de la mañana inigualables, la compañía lo mejor, y el remate pues ya lo vimos y degustamos todos.

      Lo de Ordesa te lo cuento cuando quieras, aunque ahora tendrá que ser en torno a un te rojo. Jajajajajaja. Las dietas!!!!!!

      Muchas gracias por vuestra compañía y por todo lo demás.

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