El cuchillejo, loma de Poco pan.

 Domingo, 28 de Marzo de 2021.


Finales de Marzo, hoy volvemos a hacer una ruta por Uña. En estos primeros días de Primavera, y con el monte muy húmedo, se produce el mágico fenómeno de las nieblas. El valle del Júcar, y la Laguna, están completamente cubiertos por la niebla, solamente los bordes superiores de La Muela destacan por encima, los intuimos allí arriba.

Aprovechando el paso del Cuchillejo, nos vamos a subir a todo lo alto del Puntal de Peñarubia, algo mas de 250 metros sobre la laguna de Uña, empezamos caminando metidos en la niebla, y albergamos la esperanza de llegar arriba a tiempo, antes de que el sol la disipe. Hoy la cámara echa humo. Una vez arriba, caminaremos por la loma de Poco Pan, y bajaremos de nuevo por el camino de Uña a Huélamo, que nos deja directamente en el escalerón. Desde allí bajamos por el sendero hasta el pueblo.

Nos ponemos sobre las nieblas, que ya han abandonado el rincón de Uña, y pronto desaparecen río abajo.

Dejamos los vehículos junto al mirador de La Laguna, y empezamos la caminata subiendo por la parte derecha de la ermita de la Virgen del Espinar.

Arriba, los farallones de la Muela, reciben los primeros rayos de sol de la mañana.

Y detrás de nuestra marcha, la laguna se difumina tras la niebla.

Nosotros, avanzamos por la loma que nos lleva directos a los cortados del puntal.

Subimos un primer peldaño, y nos encontramos completamente engullidos por las nieblas.

Ahora, por la parte izquierda, buscamos el cuchillejo y nos subimos al puntal.


Hace unos meses, estuvimos por aquí también, y podemos recordar el paso del Cuchillejo en la siguiente Entrada. Aquella mañana el sol resplandecía, la ruta ese día nos llevó hasta la cueva del Gargol. Otra buena mañana en el monte.


Hemos pasado el Cuchillejo, y nos ponemos ahora ya por encima del nivel de las nieblas.

Nos van apareciendo imágenes, tan poco habituales, que no nos dejan quitar ojo. Allí al fondo destaca el puntal del Cuerno.

Y aquí arriba tenemos las primeras rocas a las que, sin dudarlo, se nos encarama este tipejo.

Y venga fotos!!!!

Calibramos lo mullido de la nube.


Y continuamos el ascenso a la parte más alta del puntal, comprobando como las nieblas se encaminan río abajo.

Si nos fijamos, ya se van dejando ver las casas del pueblo.

Y el puntal de San Roque emerge sobre el mar de roca y niebla.

El río de niebla, siguiendo el cauce del Júcar, va dejando libre el valle.

Y ya podemos ver valle arriba, La Modorra, Cabezagorda, y aquí a la derecha el Cuerno.

Inconfundible la Modorra con su caseta, que por cierto ha crecido últimamente, pero ya la veremos en otra entrada un poco más adelante. 

¡que siiiii! que aquello el puntal de Cuerno.

Con el pueblo de Uña, ya casi al descubierto, aquí en primer plano, vemos los distintos escalones que vamos subiendo, todavía nos queda otro, pero ya dejamos la roca, ahora subimos por la ladera hasta la parte más alta donde enlazamos con la loma de poco pan.

Con Monteagudillo allí al fondo sobre las neblinas, un poco de conversación, y seguimos ruta.

Última mirada a Uña. 

A la laguna.

Y al rincón, donde comprobamos la altitud que hemos cogido sobre la línea de cortados de la muela, por allí enfrente discurre el sendero del Escalerón y la Raya.

Enlazamos con la Loma de Poco Pan, ahora vamos por la cresta de esta loma hasta que llegamos a conectar con el camino de bajada.

Y aprovechamos los contraluces que nos salen al encuentro, esta mañana de principio de primavera.

Ahora el terreno es llano, hemos columbrado el punto más alto de la ruta y todo lo que nos queda es a favor de obra.

Antes de seguir ruta, una performance.

¡Que coordinación!

Tonterías aparte, la procesionaria se encuentra en plena fase de enterramiento.


El camino de bajada lo hacemos rápidamente, caminamos por en medio de un gran pinar, hasta que llegamos a la entrada del Escalerón. desde aquí ya vislumbramos el final de la ruta de hoy. Bajamos por el sendero que tantas veces hemos visto ya, uno de los senderos más transitados de toda la Serranía, donde tuvimos que hacer de guías improvisados. El cierre perimetral de la comunidad, ha traído a muchos castellanomanchegos hasta aquí, para empaparse de nuestra tierra. En un momento estamos de vuelta en el mirador.


Esta es la imagen que tenemos, cuando empezamos la bajada. El sendero va por la parte izquierda de nuestra marcha.

Pasamos junto a la peculiar fuente.

Y en un momento estamos de vuelta bajo los cortados de La Muela.

La bajada es rápida, por una zona de umbría poblada de pinos y avellanos, con la fuente que hemos visto, y todo ello por una de esas sendas ancestrales muy bien conservada, un lujo del que podemos disfrutar a menudo. Nosotros terminamos la ruta y ponemos ahora rumbo a bar, tercios y a casa como siempre, otra gran mañana en el monte, disfrutando de las nieblas y las vistas. Uña está ahí, a un paso de casa, no hay excusa para no venir a comprobarlo.


Por cierto, hoy la ruta va dedicada, si lee esto, el sabrá de lo que hablamos. Te esperamos como al agua de Mayo.


Hasta pronto!!!








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