Estrecho de Valdecabras, vallejo del Pumar.

 Domingo, 14 de Marzo de 2021.


Mediados de Marzo, hoy nos quedamos en casa. Si, caminar por tierras cercanas a Valdecabras es como andar por casa, siempre nos gusta recordarlo. Hace unos meses, vimos en el Blog Magia Serrana, una entrada acerca de un peculiar escalerón en el Estrecho de Valdecabras. Lo podemos recordar en este enlace Peculiar escalerón en el estrecho de Valdecabras. Aquí Toni explica muy bien el por qué de todas estas obras de antaño.

Nosotros, que tomamos nota de todo, lo dejamos ahí, en el tintero, hasta que una buena mañana llegó el momento de explorar estos terrenos. Hoy hacemos una ruta circular, empezando por este tramo del Escalerón, subiremos por una cresta sobre los riscos de la Escaleruela, hasta el Trompillo y luego bajaremos por el Vallejo del Pumar. Una ruta circular muy recomendable.

En un ensanche en el estrecho, debajo de la loma del Escalerón, dejamos los vehículos y empezamos la caminata de esta mañana de Marzo, soleada y fresca. Aunque los repechones que vamos a subir, nos quitan el frío en un  santiamén. 



Pues la cosa está muy clara, estacionamos, y en un momento estamos pisando sendas ancestrales.

Con su firme empedrado, y las rocas talladas para facilitar el paso.

Pero los pasos tallados literalmente. A todo esto, ¿que es lo que están mirando tan atentamente?

Pues unas cabras, descendiendo muy cerca de la cresta por la que luego subiremos nosotros, con bastante más esfuerzo que ellas.

Hoy nos vamos a enrocar, tenemos que buscar el paso hacia la cresta, y será casi trepando. O igual exagero, a mi se me hizo cuesta arriba.

Pero antes, echamos la vista atrás. La senda que salva este Escalerón, todavía conserva perfectamente el firme empedrado, y un ancho considerable.

Aquí vemos como se hizo el corte en la roca, para continuar con el sendero.

Primer punto clave de la ruta, conseguido. Ahora vamos a acercarnos a un rincón donde se encuentran las Cuevas del Escalerón, unos abrigos que sirvieron de resguardo a los ganados de antaño. Desde allí buscamos la subida a la parte alta de los riscos de la Escaleruela.


Como vamos de subida, de vez en cuando hay que parar a coger aire, y en una de esas vimos como los que cogían aire eran los amigos de A vista de globo, que bajaban por la hoz del Júcar en busca de la Capital. Si tenéis ocasión de hacer un vuelo con ellos, veréis que es una experiencia única e inolvidable.

Pues lo dicho, estamos en los abrigos que albergan las tinas del escalerón

Bastante bien conservados sus muros, guardan la historia de estos lugares.

Con sus pequeñas puertas, aquella gente de antaño no necesitaba grandes espacios.

Y su sartén, esta es bastante más actual que todos estos restos que estamos viendo esta mañana.

Tomamos unas vistas desde el interior.

Este vallejo, termina desembocando en la carretera, justo allí abajo.

Ahora retrocedemos un poco, para buscar alguna subida a la parte alta de este estrecho de la hoz de Valdecabras, queremos hacer ruta hacia el Trompillo y hay que subir si o si. 



Echamos la vista al horizonte, y con el zoom, nos acercamos a los riscos de la Escaleruela, donde los Buitres descansan y calientan su plumaje esta mañana.

Nosotros vamos a ir ganando altura, sobre todas estas riscas.

Atrás dejamos el estrecho, y el valle del Júcar, antes de entrar en la hoz que lo lleva hasta Cuenca.

Y arriba, me esperan ya con algo de mofa, son un poco capullitos.

El caso es que nuestra ruta, discurre por ahí arriba, siguiendo la línea de las rocas, asomándonos al valle de Valdecabras.

Con sus pinos secos, como buena cresta que se precie de serlo.

Y sus cortados.

Miramos atrás, hemos subido por algún punto de esta cresta, seguramente por la zona de los pinos del fondo.

y seguimos ruta, ahora ya más cómoda.

Y nos deja tiempo para sacar alguna foto del fondo del valle, aquí he sido cazado.


Y cazada fue esta avioneta, la mañana va de vuelos, primero los globos y ahora esto. Nosotros no tenemos intención de volar hoy.

Pero si de recorrer estos cortados.


Y aquí sentados sobre el valle de Valdecabras, hacemos una parada a almorzar. 

Aquí vemos parte del camino recorrido esta mañana.

Seguimos nuestra ruta, vamos avanzando hacia el Trompillo.

Allí al fondo ya casi se puede ver Valdecabras.

Y en las rocas, los pinos se aferran a cualquier resquicio que les permita sobrevivir.

Buscamos ahora la cabecera del vallejo del Pumar, por el que vamos a bajar. Uno de tantos vallejos que, partiendo de la parte alta de la sierra de Valdecabras, bajan hacia el Júcar, aunque este desemboca en el Valdecabras, muy cerca de donde tenemos estacionados los vehículos. 


Empezamos la bajada, ahora ya todo es un suave descenso hasta los coches.

Este es el más modesto de la sucesión de vallejos que bajan al Júcar. Aunque también podemos ver algunos riscos encaramados en lo alto.

Con sus orificios, como está mandao.


Un poco más abajo, el vallejo se adentra en el pinar, las aguas remansadas en el lecho, lo reflejan.

Un paseo.

Aunque las aguas aquí son muy estacionales, la erosión está patente, y los pinos hacen lo que pueden por aferrarse al lecho del vallejo.


El vallejo, coincide un poco más abajo con un camino, siguiendo el camino nos alejaríamos del objetivo. Nosotros seguiremos el vallejo, que en un punto determinado se vuelve a separar del camino, estamos ya prácticamente en la carretera, pero habrá que penar un poco entre espinos y zarzas. El tramo es transitable, pero está completamente colonizado por las espinosas.


Vamos a meternos de nuevo en el vallejo, a ver si tiene salida.

De momento la cosa va bien, y el vallejo es muy majo.

Vuelven a aparecer cuevas y abrigos.

Y viejos muros allí arriba.

La cosa empieza a ponerse graciosa.

Nos encontramos con un pequeño salto, que debemos salvar por la parte izquierda.

La carretera está allí abajo, estamos terminando.

Hoy tenemos compañía, estos dos caminan bien, y no dan guerra ni nada, es mas, disfrutan cuando la cosa se pone interesante, como en este final de la ruta de hoy.

Y por fin, después de atravesar una pequeña barrera de espinos, hemos podido salir del vallejo, muy interesante este final.

Junto al río, que ahora cuenta con un buen caudal, terminamos este relato, apenas nos queda subir unos 500 metros por la carretera hasta los coches.


Al final, otra buena mañana en el monte, explorando, y disfrutando de la roca, el agua y las plantas espinosas, que no sabemos estar sin unos cuantos arañazos en manos y brazos.

Desde aquí rumbo a Cuenca, con el objetivo cumplido. Solo nos faltaban los tercios, cuestión esta que se solventó positivamente en un momento.


Hasta pronto!!!







4 comentarios:

  1. Hola Luis.

    Otra muesca más a la riqueza rutera senderista de Valdecabras. Aquello es inagotable en cuestión de trazar circulares, con un interés totalmente serrano, como si estuviéramos en la Serranía alta.

    Me encantan tus toques en los detalles, esos buitres, esos globos y aviones, ese pino bonsái, ojos rocosos y los amigos cachondeándose.

    Ah, gracias por la mención en lo del Escalerón.

    Un saludo Luis.

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    1. Ya sabes Toni, que Valdecabras es recurso seguro, si además nos pones el señuelo en esos pasos ancestrales, pues picamos sin dudarlo. Una gozada, otra buena mañana en el monte, entre globos y avionetas, quien iba a pensar.....

      El caso es que da gusto ver como hay nuevas ofertas de ocio en Cuenca, que falta nos hacen.

      Lo de los amigos es el pan nuestro de cada día en los cuestarrones serranos.

      Nos vemos!!!

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  2. Y yo buscando el Escalerón como un loco desde que vi por primera vez el enlace de Toni🙈🙈😂😂😂😂😂😂👏👏😃👍y aún sin encontrarlo 🙈🙈 muy buena entrada Luis y Chapeau por las fotos y por la Ruta; me ha encantado; Valdecabras siempre es un LUJAZO y muy cerca de nuestra querida Cuenca Capital.😍😍⛰⛰💪💪🍀🍀☘️☘️👣👣

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    1. Valentín, no me lo puedo creer, un serrano como tú buscando sin obtener resultado. Seguro que cada vez lo tienes más claro y no vas a tardar en pisar esas ancestrales piedras.

      Muchas gracias Valentín, en cuando nos vacunen estamos haciendo alguna ruta, que ya toca.

      Un abrazo.

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