Dehesa de Los Olmos, los efectos del temporal.

Domingo, 22 de Abril de 2018.

Una semana después de nuestro primer intento, volvemos a programar la ruta de la Dehesa de Los Olmos. Esta vez si que vamos a llegar a ver la cascada del Trabaque en su nacimiento, pero también vamos a comprobar los efectos tan dañinos que ha tenido el temporal de nieve, principalmente sobre la vegetación de gran parte de la Serranía alta de Cuenca.

Prácticamente no queda nada de nieve, pero los efectos de la nevada están a la vista, miles de pinos han sido tronchados o volcados de raíz. Varias son las causas posibles, que han llevado a este desastre, aunque nos inclinamos más por una combinación de varios factores los que han provocado semejante escabechina. La prolongada sequía ya de varios años, las persistentes lluvias desde comienzo de año, que de manera repentina han saturado las capas superficiales del suelo del monte, una nevada extraordinaria y tardía con los suelos muy blandos, las plagas de procesionaria....... 

Paramos en el área recreativa de la Fuente de La Tía Perra, y empezamos la caminata de esta mañana. Primero nos asomamos a ver la fuente, bajo la pista del Cerviñuelo, y luego hacemos el tramo del sendero del parque natural que nos lleva a la casa de Los Olmos, no sin trabajo, hemos de esquivar la gran cantidad de pinos que cortan caminos y sendas.

La típica imagen de la cascada del Trabaque. Esperábamos verla con más agua, la verdad.

Esta es el agua que viene desde el área recreativa.

Y aquí la fuente de La Tía Perra.

Después de una pequeña intervención de desatasque, todos los caños echan agua.

Seguimos hacia las casas del Cerviñuelo, desde donde abandonamos esta pista y cogemos el sendero.

Y encontramos este panorama.

Podríamos decir que estamos en el epicentro de la destrucción.

Caminamos por el sendero señalizado, como en una gran gincana.

No damos crédito a lo que vamos viendo, aquí hay trabajo para una buena temporada.

Aunque pinar hay mucho, grandes pinos aguantan estoicamente, hay futuro.

Llegamos a la parte final de subida, el sendero por el que subimos en condiciones normales es un grato paseo entre esbeltos albares, tupidos bujes.

Al fin llegamos a la parte alta de esta muela, seguimos por el viejo carril, camino de Los Olmos.

El cielo está amenazante.

Por alguna razón que se nos escapa, en esta parte alta, hay muchos menos pinos afectados.

Aunque estos enebros han quebrado sus ramas al unísono.

Un poco más adelante, ya vemos allí abajo el barranco del Trabaque.

Y en esta imagen el rincón en el que nace.

Estos prados, en unas semanas rompen en verde intenso.

De momento siguen encharcados, con las nieves y lluvias que hemos tenido están rebosantes.

Poco a poco empiezan a aparecer los narcisos silvestres, una frágil florecilla que inunda los montes en estas semanas.

Encontramos un buen marco, en el tronco de este gigante dormido en Los Olmos.

Y llegamos al punto cumbre de la ruta de hoy, la extraordinaria cascada del Trabaque.

En este rincón de una belleza sublime.


Siempre llama la atención este gran complejo de la Casa de Los Olmos, menudo refugio saldría aquí!!!!

Remontamos unos metros el joven río, para buscar el camino de vuelta, que lo haremos campo a través.

Hacia la derecha viene a nacer el Trabaque, nosotros giramos a la izquierda para subir a la muela siguiendo otro pequeño torrente.

Vamos ganando altura, y mirando atrás, vemos la gran dehesa con los Arces todavía desnudos.

Todavía quedan restos de la gran nevada, a la sombra de los bujes.

Cruzamos, casi en linea recta, desde la cascada del Trabaque, de vuelta al sendero señalizado, para volver a bajar por el mismo sitio por el que subimos, pasamos de nuevo por la zona más devastada del Cerviñuelo. Para poner punto final a la ruta, pasamos al merendero de la Fuente de la Tía Perra, para ver los desperfectos.



Desde luego ha habido un buen aclareo del monte.

Aquí la mayoría de pinos han sido volcados desde la raíz.

El suelo está totalmente saturado de agua, los pozos que han dejado los tocones están totalmente anegados.

En el merendero, muchos árboles caídos también.


Aunque los pinos han caído sobre la cubierta, no parece que haya afectado a la estructura.


Otros pinos obstaculizan el acceso a los asaderos.
Los árboles ornamentales del paseo de entrada, desgarrados igualmente.


Al final nos ha salido una buena ruta, venir al Cerviñuelo es como jugar en casa. El temporal de nieve ha dejado imágenes impactantes, pero el monte es muy agradecido, en el momento que sean retirados los pinos caídos, todo volverá a la normalidad con permiso del cambio climático, y dentro de unos años esto será recordado de forma anecdótica. Nosotros terminamos la mañana con unos tercios como siempre.

Este es el enlace con el trazado y perfil de la ruta de hoy:


Hasta pronto!!!






1 comentario:

  1. Visto y disfrutado, como siempre. Con un poco de pena por ver los destrozos de los temporales, pero la naturaleza es sabia y seguro que se renueva ella sola....aunque, si tiene un poco de ayuda, lo agradecerá. Gracias, amigos por disfrutar "la naturaleza".

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