Cuando hay poco tiempo, cualquiera de nuestras dos hoces se convierten en una alternativa de éxito seguro, mientras la pareja ponía rumbo a Villalba y padre he hijo se preparaban para el Triatlón (el hijo más que el padre), yo me dispuse a contemplar las primeras luces de la mañana en al hoz del Júcar, desde la senda de San Julián el Tranquilo.
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| Esto es para verlo. |
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| Auto retrato. |
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| Que pena no tener mejores medios para plasmar toda la belleza del momento. |
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| Ermita de San Julián. |
Desde la Ermita de San Julián sale una senda en fuerte pendiente que asciende al cerro de La Merced, sobre el barrio de San Antón, desde aquí busqué una senda que nuevamente baja al cañón del Júcar y a Las Grajas, donde también había competición, esta vez de piragüismo.
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| Bella senda entre robles. |
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| Tiernos brotes de roble. |
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| Las aliagas florecidas. |
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| Y nuevamente sobre el Júcar. |
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| Los espinos radiantes de blancas flores. |
Desde Las Grajas yo también crucé el río, para bajar a Cuenca por su otra orilla, bajo los cortados de piedra caliza, tan frecuentados por los intrépidos escaladores.
Por la senda que conduce al santuario de la Virgen de Las Angustias, se tienen también unas grandes vistas de la hoz y del casco antiguo.
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| Cuenca tras los espinos. |
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No tengo enlace al trazado y perfil de la ruta, pero es de sobra conocido por todos, si vienes de fuera de Cuenca a quien preguntes te indica.
Luis, posas demasiado serio, sonrie... No conozco la ermita de San Julian, las Angustias ya lo creo, veo que estaban para ti solito. Cuenca es bonita, la mires por donde la mires.
ResponderEliminarUn besazo.