Explorando por Buenache de la Sierra. Serranía de Cuenca.

 Domingo, 27 de Marzo de 2022. 


Para sacar buenas rutas, o ver parajes únicos, muchas veces solamente hacen falta dos cosas, un mapa y un dedo. En ese caso, las cosas pueden salir bien, o salir mal. Y hoy es uno de esos días, en los que la cosa sale mal pero bien. Venga, que me explico.

La ruta de hoy, más que ruta al final fue un bonito paseo de exploración. En una de esas conversaciones al calor de esos tercios de fin de ruta, surgió una idea, al final vemos que descabellada, para hacer una ruta lineal de verano con final en un merendero de la sierra. El caso es que el trazado estaba claro, a expensas de explorar uno de los tramos. ¿Que hicimos?, mapa y dedo, ¿donde vamos? aquí.... dedazo. ¿desde donde? desde aquí..... dedazo al mapa, pues a explorar el tramo intermedio que no teníamos claro. Y eso hicimos.

Quede claro que este es un método infalible para meterse en berenjenales, y si no pregunten a quienes nos van conociendo. Hoy no es el caso, únicamente constatamos que lo que pretendíamos hacer, suponía una buena kilometrada, por terrenos más bien lentos de caminar.

Total, que nos pusimos a ello. Hoy nos vamos a Buenache de la Sierra, para explorar uno de tantos barranquillos que vierten al Arroyo Bonilla. Justamente debajo del pueblo, en el camino que comunica con Valdecabras, otro de nuestros destinos habituales, empezamos nuestra aventura de esta mañana.

Se trata de remontar uno de esos pequeños barrancos, en el mapa viene nombrado como de Peña Rubia, para ver si por ahí podríamos llegar a nuestro destino, por no ir por el monte puro y duro. Empezamos a caminar y vimos que la cosa iba a tener sus complicaciones. De momento, empezamos a remontar otro vallejo, que no era el que íbamos buscando, luego más adelante enlazamos con el camino correcto, a todo esto ya habíamos constatado que lo que pretendíamos iba a ser difícil de lograr. Con lo cual, nos dejamos llevar, y salió a nuestro encuentro lo que veremos a continuación.


Caprichos de la geología.

Todo el que camina habitualmente por la hoz del Júcar cerca de la capital, conoce la desembocadura del Arroyo Bonilla, suele ser punto de referencia para alargar o acortar las caminatas, pues este arroyo, viene a nacer muy cerca del pueblo de Buenache de la Sierra, por la zona de prados que nos encontramos una vez cruzado el pueblo. Un poco más arriba de donde tomamos esta imagen, que ya es a la altura del pueblo.

Aquí toma su camino, atravesando unos prados, antes de encajonarse en el barranco que hemos recorrido en varias ocasiones desde la desembocadura en el Júcar.

Nosotros nos preparamos para empezar a caminar, remontando uno de los vallejos que se van uniendo al Bonilla.

Caminamos junto al cauce, entre los Robles aún desnudos.

El barranco, va tomando la configuración típica serrana, pozas, pequeños saltos, y formas rocosas que van llamando nuestra atención.

Por cierto, allí arriba tenemos Buenache de la Sierra. Lo dejamos a nuestras espaldas.

Y seguimos remontando.

En esta zona, viejos muros y muchas tinás hundidas, completan el paisaje que nos vamos encontrando.

Y las rocas del Arroyo.

Pasamos junto a una de tantas construcciones serranas, en este caso está muy bien cuidada, se ve que todavía tiene algún tipo de uso, suponemos que más bien lúdico.

El barranco, aunque ya hemos constatado que no es el que vamos buscando, nos deja buenas imágenes.

Y es que estas rocas, quedan bien donde las pongas.

Viendo que por este pequeño barranco por el que vamos subiendo, nos desviamos un poco del objetivo, decidimos cambiar el rumbo y buscar el camino correcto, caminamos un rato campo a través, y bajamos al barranco de Peña Rubia, que es el que debemos seguir a partir de ahora.


Este barranco tiene mayor entidad que el anterior.

Y poco a poco va presentando maneras de esas que a nosotros nos gustan.

Y es que donde menos esperamos ver algo así....

.....De repente nos encontramos con este capricho de la geología serrana.

Los pliegues del terreno, han querido dejar este caprichoso paso en el barranco.

Un poco de postureo, que la ocasión lo merece.

Seguimos camino, este tramo de barranco tan entretenido, es corto, pero intenso.

Un poco más arriba, una pequeña trepadita. Algo sencillo y sin problemas. Por cierto, seguimos con el empañado de lente en estas mañanas frescas y húmedas.



Pero mira que cara tienen estos jodídos. Dicen que me van a echar una cuerda de apoyo.

Pero era al cuello. Hay que ver que poco respeto!!!!!!! 

Superados los escoyos, de todo tipo, llegamos a esta última poza, que aún conserva algo de agua. Pasamos por los laterales, y un poco más arriba paramos a hacer el almuerzo.


Paramos a almorzar, como cada mañana, valoramos lo que tenemos por delante, damos por zanjado el tema que nos traía hasta aquí, y buscamos una salida para ir volviendo hacia el punto de partida. Caminaremos un pequeño tramo por un carril, y luego bajaremos por otro vallejo hasta nuestro destino. 


Y metidos en el otro barranco que nos devuelve a Buenache, vemos que también tiene sus posibilidades.

Terreno pedregoso este de Buenache.

Pasamos junto a otra vieja tiná hundida, como todas.

Y de repente, el pueblo.



Al final, otra muy buena mañana en el monte, conociendo nuevos terrenos, que no dejan de sorprendernos a cada ruta. La serranía es inmensa, y en esta entrada hemos comprobado como, en cualquier lugar inesperado, nos podemos encontrar algo extraordinario. Por eso la cosa salió mal, pero bien. 


Hasta pronto!!!














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