Barranco de la Hociquilla y sálvese quien pueda!!!!!

Domingo, 7 de Marzo de 2021.


Después de la ruta de ayer, por tierras de rodeno, hoy volvemos a tierras calizas. Volvemos a la zona de Portilla para recorrer parte del sendero Pr- del Gollizno y las Canteras. Empezamos por la parte del barranco de la Hociquilla, pero en un momento determinado nos salimos del guion, como siempre, y buscamos nuevos trazados por los que volver. 

Cuando venimos a Portilla, solemos caminar por la Hoz del Moro, y siempre terminamos dejando el sendero. A menudo, las cosas mas interesantes están fuera de los trazados señalizados. Hacía tiempo que no veníamos a la Hociquilla, y se trata de una senda que transita por un terreno extraordinario. En el siguiente Enlace podemos recordar el recorrido completo del sendero, hace unos años, una mañana con nieblas y mucha agua.

El caso es que cada día es una aventura, y hoy lo vamos a pasar bien, como siempre. Estacionamos junto a la explotación ganadera que hay a la entrada de la Hociquilla, y empezamos la caminata.


Después de penar un poco en la bajada, nos encontramos rocas puente.

Vamos a entrar a la Hociquilla, podemos atisbar la senda allí abajo.

El caudal del arroyo, poco a poco va perdiendo vigor.

Todavía se conservan los muros de refuerzo de esta senda, que nos hará vadear una y otra vez el arroyo.

En los abrigos de esta hoz, podemos encontrar varios refugios para el ganado.

Vadeando.

El agua es vida, y a este barranquete no le falta.

Mirando hacia atrás, ahora me doy cuenta de que esta foto parece ser algo premonitorio. Ahora se que por el vallejo rocoso de la izquierda es por donde bajaremos dentro de un rato. El sendero viene por la parte derecha, detrás de esta gran roca, que también tiene lo suyo.

Estamos frente al estrecho del Gollizno, uno de los puntos clave en este sendero.

Nos acercamos un poco a base de zoom, por aquí se suele practicar barranquismo.

Nos acercamos, ahora físicamente, y vemos la rica vegetación que alberga el estrecho.


Una jungla.

Seguimos camino, junto al arroyo, pero enseguida vamos a abandonarlo.

En un punto determinado de la ruta, decidimos dejar el arroyo, para subir por uno de los vallejos que entran perpendicularmente, a ver que pasa.

Dejamos las aguas del barranco.

Y empezamos a remontar, en una sucesión de suaves escalones, que salvamos sin dificultad.

Las aguas, bajan por aquí solamente en épocas de muchas lluvias.

Pero siempre nos gusta encontrar pequeños vallejos como este.

Que nos sorprenden con sus pequeños inconvenientes.

Y como siempre, en la cabecera del vallejo, las rocas, ahora toca buscar la salida. Hoy no ha sido difícil.

Siempre hay un bello rincón en la cabecera de estos vallejos. 

Tanto este barranco de la Hociquilla, como el de la Hoz del Moro, reciben varios vallejos secundarios, por los que solemos explorar. Siempre hay una salida, aunque nos cueste penar un poco por laderas empinadas y pedregosas. Con un poco de cuidado y paciencia, salimos a los altos.


Y ya estamos arriba. Ahora vamos a buscar por donde vamos a volver al punto de partida. De momento caminaremos al hilo de estos cortados.

En sentido contrario, iríamos a Las Majadas. Nosotros hemos salido por este rincón que vemos en primer plano.

Seguimos caminata asomados a la hoz.

Y allí, metidas en los abrigos rocosos del barranco, las tinás, tan fotogénicas en esta ruta.

Buscando la bajada, llegamos a este alto contiguo al del Cenagajero, en este ya estuvimos hace algo más de un año, ahora vamos a bajar por uno de los vallejos que nos deja muy cerca de la fuente de la Zarzamora.

En este alto, orientada a la solana, una vieja tiná. Como todas, en ruina.

Un poco de investigación, y emprendemos la bajada.

La bajada es de forma paralela al barranco de la Hociquilla, hasta que en un punto, estas dos líneas se encuentran, lo que suele pasar en estos casos es que nos encontramos con un monte muy enmarañado, que apenas nos deja tenernos en pie, así es que de las fotos ni hablamos. tenemos la certeza de que bajamos a la hociquilla, pero no de lo que nos podemos encontrar. 



En algún momento de la bajada, reparamos en esto. La procesionaria está en su momento cumbre en la serranía, y debajo de los pinos más afectados, nos encontramos estos restos de acículas trituradas.

Un poco más abajo, ya casi liberados de la espesura del vallejo, nos encontramos con este estético arco rocoso.

Y siguiendo con el descenso, llegamos a la zona rocosa del vallejo. Ahora la duda es si encontraremos algún cortado, que nos obligue a retroceder. Estamos al final de la ruta.

De momento la cosa pinta bien.

El firme está algo suelto, pero no hay grandes dificultades.

Apenas una culada de nada.


Al final, el vallejo se dejó descender, en un momento conectamos de nuevo con el sendero, a la altura más o menos de la fuente de la Zarzamora, y solamente quedaba desandar camino para terminar esta caminata de hoy.



Bajamos, este es el vallejo por el que hemos descendido, estamos de nuevo en el sendero.


Al final, otra ruta de las nuestras, un poco de sendero y un poco de exploración. Un lujo a un paso de casa. Buena mañana, buena compañía y unos tercios para rematar. No pedimos más.


Hasta pronto!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario