Subiendo al cerro de la Tajada, por las Torcas de Huélamo.

 Domingo, 6 de Diciembre de 2020.


Empezando el mes de Diciembre, la cosa se ha ido poniendo interesante. Vamos buscando la nieve, hemos tenido bajas temperaturas, y en este final de Otoño nos encontramos con una nevada con la que empezamos a disfrutar del ambiente invernal. Ahora vemos que esto fue solamente el aperitivo de lo que venía en el comienzo de invierno, pero eso es otra historia. Hoy vamos a las cercanías de Huélamo, subiremos por el paraje de Las Torcas, cerca del pueblo, y un poco antes de coronar el cerro de La Tajada, nos asomamos hacia el valle del Júcar, en dirección al Cubillo. Tendremos muy buenas vistas de Peña Rubia, donde hemos hecho buenas rutas, y una vista de Huélamo nevado espectacular.

Todo esto en una mañana fría, entre nubes y claros, y en muy buena compañía como siempre. Un lujo al alcance de todos, a un paso de casa. Dejamos los vehículos en el puente de la Serna, y comenzamos la caminata de hoy, por un camino, que de no estar helado, hubiese sido un barrizal infame, aunque nosotros enseguida abandonamos caminos y sendas, para caminar por el monte como está "mandao".


En un momento de la ruta, nos aparece esta brutal vista de Peña Rubia.

Mientras nos acicalamos, (no sabía yo que unas polainas darían tanto juego, jajajajaja), una  mirada hacia atrás, detrás de aquellas lomas blancas Huélamo.

Cruzando la carretera, vamos a empezar la ruta por este camino, por el barranco de Valdosos. Enseguida giraremos a la izquierda, para continuar campo a través.

Una gran nevada en la cima de Gamelloncillos, hoy no llegaremos allí.

Dejamos el camino, y vamos a ir subiendo hacia las Torcas,  según vienen en los mapas. De paso vamos viendo los vestigios de vidas pasadas.

Caminamos a media ladera, pero siempre hacia arriba, tenemos que encontrar una especie de cresta que nos suba al cerro de la Tajada.

Encontramos las marcas de un sendero, del que no tenemos referencia, pero las seguiremos para continuar la ascensión. 

Según vamos subiendo, la nieve se hace más presente.

Y el hielo.

Esto tiene muy buena pinta.

El camino se dirige a este peculiar callejón, cuyas rocas se sujetan en lo alto.

Aquí también hay restos de muros de algún corral antiguo.

Estamos en el buen camino, este era uno de los objetivos de la mañana.

Si miramos arriba, vemos que las rocas se apoyan la una en la otra, de haberse desequilibrado hacia el otro lado, esto sería otra cosa.


Por aquí sigue el sendero, una vez superado el callejón.

Y como vamos ganando altura, vemos Peña Rubia con un buen manto blanco.

Aquí un poco mas cerca, un buen conjunto la roca cubierta de nieve.

Un último vistazo al callejón.

Y seguimos caminando por esta especie de cresta.

El paisaje serrano, cuando se pone invernal, da mucho juego a la cámara.

Es media mañana, y este es un buen lugar donde hacer nuestra parada habitual. Junto a este gran tronco instalamos el campamento.

Al resguardo del viento, con esta barrera de pinos, y con el solecico que va ganando poco a poco la partida, reponemos fuerzas.

Podemos decir que el ambiente empieza a ponerse muy navideño.

Paramos a almorzar, un rato de charla, y seguimos marcha. La idea original era subir a la parte alta de Peña Rubia y el Cenajo, y buscar por allí la bajada hacia el arroyo de la chorrera, pero como siempre, caminando en nieve la cosa cambia, todo se hace mas lento y costoso, y nuestros planes volverán a cambiar sobre la marcha como es costumbre.


Ahora tenemos que subir allí arriba.

La subida continúa siguiendo las marcas del Pr. por una especie de escalerón rocoso muy bonito, desde donde vamos ganando buenas vistas de todo el entorno.

Como esta de Huélamo, cubierto de nieve.

Y caprichosas rocas a nuestro paso.

Estamos ya en la parte alta de los cortados que hay bajo el Cerro de la Tajada y la Peña del Horno, desde aquí se divisa el valle del Júcar y buena parte de la serranía.

Vemos la entrada al puerto del Cubillo, y La Mogorrita jugando con las nieblas.

En estas altitudes, hasta las rocas se congelan.

Roca, nieve, luz, nubes amenazantes, un espectáculo.

Asomados a este collado rocoso, vamos a buscar la manera de bajar de nuevo, pero por otro trazado, intentando hacer la ruta un poco circular.

Esta mañana tiene una luz especial.


Avanza la mañana y tenemos que buscar la bajada. Si continuamos hacia Peña Rubia se nos va a echar el tiempo encima, así es que buscaremos la manera de bajar más directamente. Conocemos otra bajada distinta al sendero por el que hemos subido, y casualmente la hemos encontrado a la primera, a pesar de la nieve que siempre lo difumina todo. Ahora toca un tramo de bajada aprovechando unos metros de antigua senda,  y otro poco de campo a través, con el final de la ruta en el horizonte en todo momento.


Que no es para tanto!!!! 😂😂😂

Empezamos la bajada, dejando a la derecha las fajas que discurren bajo Peña Rubia. Nosotros giramos hacia la izquierda, siguiendo una vieja senda, y luego ya a media ladera como hemos subido, terminaremos la ruta.

Ruta blanca cien por cien.

Mientras vamos buscando los mejores pasos, echamos una mirada a Peña Rubia.

Aquí un poco mas cerca.

Espectacular.

A poco que nos fijamos en el entorno, podemos ver los viejos usos del monte, este viejo tronco parece que sirvió para encender alguna que otra lumbre.

Aquí hay ganado, y siguiendo sus rastros, vamos avanzando hacia nuestro destino. Estamos ya casi a nivel de la carretera y se nota en la nevada.

Caminamos entre los Robles.

Y delante de nosotros tenemos otras vistas, ahora la zona del Peñalba. Lo que vemos en el centro de la imagen parece que es la Majada de Las Cabras, de camino al Peñalba que queda allí a la derecha del todo.

Y aquí delante la zona de la Escaleruela, por donde hemos subido en alguna ocasión de camino al Peñalba.

Solo nos queda bajar a la carretera, donde tenemos los vehículos, para terminar la ruta de hoy. Una buena mañana en el monte.



Al final, otra buena mañana de campo, con el ambiente invernal que proporciona la nevada, y en muy buena compañía. Otro día para recordar, y conociendo una subida a la Serrezuela que no habíamos pateado antes, siempre se aprende algo nuevo. Solamente nos queda quitar alguna que otra polaina (casi hubo que parar algún coche), y buscar el cobijo a la sombra de unos buenos tercios. Todo un lujo.


Hasta pronto!!!



2 comentarios:

  1. Hola Luis.

    Cuánto cuesta andar por nieve, eh! pero es verdad que la cámara echa humo ante las postales que van saliendo.

    El Gamelloncillos se ve con un buen manto blanco, y siempre me viene a la cabeza esas dos grandes piedras apoyadas una en la otra, donde las Torcas, que ese arbolillo que justo debajo es un arce, y un otoño de años atrás, con el arce completamente morado, paré a comer allí debajo, y me eché una mini siesta de órdago en ese lugar tan mágico.

    Mi amigo Ignacio fue por esta zona después de Filomena, subió por Valdosos y luego creo que bajo cerca de la Peña Rubia, y recuerdo que al volver me contaba que no quería saber nada más de la nieve, jajaja.

    Un saludo.

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    1. Buenas....

      Una de las primeras nieves, que recibimos con alegría, luego ya vino la gran Filomena, siempre bien venida con su carga de agua adicional que ahora ya vemos correr por todos y cada uno de los regueros de la Serranía.

      No conocíamos este paso, a pesar de haber recorrido estos montes varias veces, un lugar maravilloso.

      Lo de tu amigo Ignacio si que es afición, jajajaja, seguro que ya está echando de menos otra nevadita!!!!

      Saludos Toni.

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