Huélamo, El Masegar y Peña Rubia.

Sábado, 7 de Abril de 2018.


Hoy nos salimos del orden cronológico al que estamos acostumbrados. A comienzos de año, Miguel García nos comentó la posibilidad de organizar una ruta con su asociación, "Amigos del Camino de Santiago y de la Santa Cruz",  en el siguiente enlace a su página podéis conocer sus actividades http://www.caminodelasantacruz.es/.  Les propusimos hacer una versión libre del Pr Cu 07, por el Masegar en Huélamo, subiendo a Peña Rubia y el Cenajo de los Calatravas. El caso es que le debíamos esta entrada en el Blog. 

Fijamos fecha y pasada la Semana Santa nos pusimos en marcha. Por unas cosas o por otras, la asistencia no fue muy numerosa, parece que las Torrijas hicieron mella en los caminantes, pero nos juntamos unos cuantos con ganas de caminar, y desafiando las previsiones meteorológicas, nos echamos al monte.

Aquella mañana teníamos una previsión de lluvia persistente, frío y viento. Vamos, una ciclogénesis de esas que dicen ahora, pero una vez más se cumplió lo que decimos siempre, si hacemos caso a las previsiones, muchos días no saldríamos al monte. Al final ni gota en toda la mañana, temperatura suave y viento en calma, eso si...... después de comer en Tragacete, se abrieron los cielos en canal, llovía como si fuese el último día, a nosotros solamente nos quedaba el viaje de vuelta a casa.




Aquí estamos parte del grupo de caminantes de esta mañana, con Huélamo allí al fondo.

Dejamos el vehículo junto al río Júcar, en el puente que lo cruza camino a Huélamo.
Y nos ponemos a caminar en esta mañana gris, gris el cielo y toda la vegetación, estamos con la primavera a penas estrenada y cuesta salir del letargo invernal.

Enseguida llegamos a esta pequeña joya de la ruta, la senda que nos lleva al Masegar, una senda ancestral muy bien conservada.

Rodeados de huesudos Robles.

La mañana promete.

Cruzamos esta pequeña puerta de piedra, y nos ponemos en el Masegar.

Arriba nos espera altiva........ la Peña Rubia.
Vamos hacia el Arroyo de Las Chorreras y cruzamos un pequeño reguero que baja de los cortados.

Este es el Arroyo de Las Chorreras, con su cauce típicamente serrano, a base de saltos en toba.

Toda esta vegetación que va cayendo al cauce, ayuda mucho en la formación de barreras de toba.

Hay que cruzar el Arroyo, y conviene hacerlo con mucho cuidado de no dañar estas barreras, que tantos años tardan en formarse.

Un lujo, este arroyo.

Inmortalizamos nuestro paso por la surgencia de las Chorreras.

Estamos bajo Peña Rubia.

Las generosas lluvias del final de Invierno, han hecho su trabajo, el agua mana por todas partes en la Serranía.

Vamos ganando altura por el arroyo, caminamos hasta ahora por un viejo carril, pero ahora lo dejamos y continuaremos por senda.

Vamos siguiendo el marcado del Pr, ahora seguimos por la parte derecha.

Pasamos junto al viejo horno de Cal, cuenta con panel informativo al respecto.

Subimos a buen ritmo, se acerca la hora del almuerzo.
Remontamos el arroyo de las Chorreras, siguiendo el trazado del Pr, una vez que llegamos a la cabecera del arroyo, dejamos el sendero para continuar campo a través por la falda de La Serrezuela y asomarnos al Cenajo de los Calatravas y Peña Rubia, luego buscamos la bajada por un paso que conduce a otra ancestral senda que nos pone de vuelta al Masegar.


La parte de subida en la ruta de hoy ha terminado, todo marcha según lo previsto, y de momento ni gota de agua, paramos un rato a reponer fuerzas y seguiremos la marcha hacia la derecha de la imagen. El sendero señalizado continúa hacia la izquierda. 

Después de la parada, por la falda de la Serrezuela, llegamos a la zona del Cenajo de los Calatravas, vemos de frente el pueblo de Huélamo. Otro detalle que podemos observar es la tremenda devastación que ha hecho la procesionaria en el pinar, recordemos que es Abril y todavía no han movido las plantas. Finalmente, y con la ayuda de la gran temporada de primavera, tan húmeda que tuvimos este año, los pinares de la sierra se recuperaron estupendamente de tan feroz ataque.

Desde aquí podemos ver también la sierra de Valdemeca y el Collado Bajo.

Ahora empieza el tramo aéreo de la ruta de hoy, con la sucesión de puntales a los que nos iremos acercando con precaución, como no ha llovido la roca está seca y es más segura.

Nos acercamos un poco a Huélamo.

Nos asomamos a los cortados.

Jugamos con las profundidades del zoom.
Y allí delante la protagonista de la mañana.
Peña Rubia.

Con su balón esperando a ser botado y las nieblas del fondo que nos cubren la sierra.


Seguimos ruta a buen ritmo, la senda va bordeando los cortados.

Una creación mágica.

Estamos sobre Peña Rubia.

Sin perder detalle.

Desde aquí vemos la senda de entrada al Masegar, hace un rato íbamos por ella, y por ella saldremos.


La oveja tampoco pierde detalle, nos observa con interés.

A todo esto, la roca toma diferentes formas.

Dejamos Peña Rubia, la mañana avanza y tenemos que ir buscando la bajada.

Según avanzamos, cambia la perspectiva que tenemos de Huélamo.

El buitre también está interesado en nosotros, le daremos esquinazo.

Ya tenemos dos tercios de ruta en la mochila, ahora estamos a punto de iniciar la bajada.

Justo encima del paraje de Las Torcas de Huélamo, encontramos la bajada entre roca, hoy está seca y nos facilita la bajada.

Desde abajo, contemplamos la maniobra que desemboca en una senda con sus refuerzos de piedra apilada, todavía conservados.


Dejamos las alturas, y bajamos por esta ladera de pinos comidos por la oruga.

Miguel marcando ritmo en la bajada.

Dejamos la senda principal, y seguimos buscando los pasos que utilizan los animales en sus desplazamientos.

Mientras nos reagrupamos, nos fijamos en pequeños detalles, los musgos agradecen la humedad de estos días.

Humedad que aprovechan otras pequeñas plantas, que normalmente, pasan desapercibidas por nuestros ojos.

Siempre es bueno ralentizar el paso, hay un universo diminuto que se nos escapa.

Llegamos de nuevo al Masegar.

La pradera empieza a cubrirse con  los narcisos silvestres, la primavera empieza a dar sus frutos.

Echamos una mirada al camino que llevamos esta mañana, y continuamos por la senda que nos pone de vuelta en Huélamo.


La mañana sigue igual de gris, pero nos ha respetado la lluvia y eso se agradece.

Estos ya solo piensan en los tercios.

Ya tenemos Huélamo a tiro de piedra, hemos llegado a buen puerto sin novedad.

Culminamos la ruta a primera hora de la tarde, una buena mañana de senderismo por la sierra, nos ha respetado la lluvia y hemos cumplido el objetivo, nos falta poner el broche de oro con una buena comida serrana en Tragacete.



Y así fue, terminamos la jornada en torno a la mesa, comentando la mañana y preparando nuevas aventuras.



Esto fue todo, una buena mañana en buena compañía por la Serranía, y una ruta cómoda por sendas ancestrales y pasos de animales que siempre nos llevan a buen puerto. Esta variante del sendero del Masegar, bien podría ser señalizada e incorporada a la red de Senderos de Cuenca, estas vistas lo merecen, y dificultad no entraña. Solo nos queda dar las gracias a los participantes, con los que compartimos esta sana afición, y a Miguel, por depositar su confianza en nosotros.


Hasta pronto!!!



2 comentarios:

  1. Muchas gracias Luis, un relato tan bonito como los recuerdos que evoca.
    Esperamos repetir muchas más contigo, todo un lujo.

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    1. Gracias a vosotros, seguro que haremos alguna más, habrá que empezar a trabajar en la próxima. Esta vez toca barranco, ya buscaremos uno sencillo y bonito.

      Un saludo.

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