Barranco de la hoz del Moro.

Domingo, 29 de Abril de 2018.


Este fin de semana está siendo muy productivo, ayer por los barrancos del Guadiela, y hoy al barranco de la Hoz del Moro en Portilla. Ayer disfrutamos de un día primaveral, y hoy hemos vuelto al invierno en apenas 24 horas. Es lo que tiene la primavera, y desde luego que esta se está comportando como tal.

Esta ruta de Portilla es bastante socorrida, y nos gusta venir cuando las lluvias hacen que estos barrancos cobren vida, el caso es que hace ya año y medio que no veníamos por aquí, y hoy le ha tocado. Empezamos a caminar, siguiendo parte del trazado del Pr-Cu 30, pero enseguida lo dejaremos para caminar por el mismo cauce del barranco, que hoy nos recibe con agua y nieve durante toda la mañana.



En este barranco las piedras se disponen en estratos, que a base de fuerzas y erosiones han formado saltos y pozas que hoy cobran vida propia.

Aunque le está costando, la primavera sigue su curso y se nota.

La noche ha venido lluviosa, y ha sido llegar a Portilla y empezar de nuevo, nosotros venimos preparados para lo peor.

Vamos ganando altura por la pista, y antes de coger la senda, miramos atrás al pueblo de Portilla, las siembras van cogiendo tono, y los chopos empiezan a recobrar la vida. Los que tardarán un poco más son los pinos que vemos en primer término, que están arrasados por la oruga.

Cogemos la senda, caminando hacia el estrecho del callejón.

La lluvia arrecia por momentos, y las nieblas agarradas en los cerros presagian una mañana entretenida.

Lluvia que aporta un color especial a la roca, y esperanzas a este pinar devastado.

Tiramos un poco de Zoom, y vemos que los cerros de enfrente, en dirección a Las Majadas, empiezan a blanquear.

Y allí abajo, el estrecho del barranco.

Cruzamos el callejón y nos metemos de lleno en el barranco.

Hemos pasado al otro lado del estrecho.

Abandonamos la senda y bajamos al mismo cauce del arroyo.

Ahora lo remontaremos vadeando las aguas.

La fuente del callejón hoy está desbordada.

Sin ser un barranco muy caudaloso, da mucho juego.

Las losas de piedra están muy resbaladizas con tanta humedad, hay que andar con pies de plomo.

Pero da un gusto ver esto.........

Un resbalón y terminamos de mojarnos lo poco que nos queda ya a estas alturas de la mañana.

Aunque merece la pena, tantos meses rogando al cielo, no vamos a hacer ahora ascos a un poco de lluvia serrana.

Que esto no se ve todos los días.

En este lateral del barranco, vemos los restos de una antigua senda, con muros de roca apilada que acusan el paso del tiempo. Y si nos fijamos podemos ver como está empezando a nevar.

De repente nos vimos en medio de una de las últimas nevadas primaverales de este año, y ya hemos tenido unas cuantas.

El caso es que la cosa se pone interesante, llevamos toda la mañana bajo la lluvia, ahora nos visita la nieve, y estamos hasta las partes nobles de agua.

En consecuencia, hemos de buscar una salida lo mas digna posible.

Aunque, a decir verdad, estamos disfrutando como como si no hubiésemos visto el agua en años.

La nieve a estas alturas de la primavera, viene cargadita de agua.

Es media mañana, estamos hasta allí de agua, tenemos que buscar resguardo para almorzar y pensar por donde vamos a salir de esta. Hace unos años, podemos recordarlo en esta entrada del Barranco de la Hoz del Moro, hicimos una ruta muy similar a esta, aunque hoy hemos salido un poco antes por otro barranco que mencionábamos entonces, el del Prado de La Chaparra, que viene a salir más o menos por donde aquella mañana. Ese día era el 5 de Abril de 2015, y una de las cosas buenas que tenemos en el blog es poder comparar las circunstancias de cada temporada. Aquella primavera vino mucho mas seca, como reflejamos en nuestros comentarios, y este año lo vemos todo tras lluvias y nevadas copiosas. 


Vamos a buscar un lugar donde almorzar, hemos dejado el barranco principal y subimos hacia el barranco del prado de la chaparra, que cogemos a mano izquierda de la marcha. Mientras tanto, sigue nevando.

Este ramal se está poniendo simpático, las tierras aquí son muy pegajosas, ya no baja agua y no tenemos buenas sensaciones. Decidimos dejar el barranco y buscar cobijo junto a los cortados calizos.

Según subimos por una empinada y resbaladiza ladera, la nieve ha empezado a cuajar, encontramos la roca, ya veremos si podemos salir por aquí.

Al cobijo de estos estratos, pararemos a almorzar.

Y vemos que el barranquete por el que subíamos, está cerrado en su cabecera con un cortado difícil de superar, y más hoy, con todo mojado y resbaladizo.

Finalmente, encontramos algo de cobijo junto al cortado calizo. Paramos a tomar aliento y las viandas que traemos para el almuerzo, intentaremos buscar una salida digna por estos riscos, mientras sigue nevando.



Hemos almorzado y continuamos la marcha, ahora ponemos rumbo de vuelta, pero al hilo de la roca, en busca de la salida del barranco.

De la parte alta se descuelgan pequeñas cascadas.

Y en el horizonte tenemos un panorama puramente invernal.

Con la nieve cuajando, estamos en el límite de la cota de nieve de esta mañana.

Lo bueno de estas rocas tableadas, es que en algún punto siempre se puede encontrar una salida más o menos fácil, la de hoy ha sido de las buenas y enseguida nos hemos puesto en la parte alta del cortado. Ahora buscamos el tendido eléctrico entre Las Majadas y Portilla, para encontrar la senda que nos lleve de vuelta.



Por aquí arriba seguimos pisando nieve.

Ahora seguimos la senda bajo el tendido eléctrico, estamos bajando de cota y la nieve desaparece enseguida.

Pero seguimos con lluvia y nieblas que no nos abandonan en toda la mañana.
Vamos saliendo del barranco.



Bien preparados de agua, hoy nos hemos llevado una buena dosis.

Enlazamos de nuevo con la pista por la que empezamos a caminar esta mañana, ya podemos ver Portilla allí abajo.

Lanzamos una foto desde el mirador que hay junto al sendero, y damos por concluida la ruta de hoy, solamente nos queda bajar por el carril para llegar al pueblo. 


Aquí os dejo el trazado de la ruta de hoy:



Al final hemos pasado un buen rato a pesar de la lluvia, pero es más, lo que a nosotros nos gusta es mojarnos de vez en cuando, y hoy nos hemos quitado el mono a base de bien. Nada que unos tercios no arreglen.


Hasta pronto!!!






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