Rocho Curtio.

Domingo, 1 de Octubre de 2017.


Octubre, seguimos esperando las lluvias otoñales, aunque no se divisan por el horizonte ni a largo plazo. Hoy volvemos al Trabaque, pero no haremos la ruta habitual del Picayo, nos subiremos por la margen derecha del barranco, buscando el vértice geodésico de Rocho Curtio. Luego bajaremos por otro vallejo paralelo al trazado del Pr, entre rocas y espinos.

Hace dos años hicimos otra ruta por esta misma zona, las primeras fotos que nos encontramos son de aquella ocasión. Aquella mañana nos levantamos con niebla y lluvia, aunque también veníamos de un verano y principio de otoño muy secos. Hoy también está nublado, pero nada de humedad, y la temperatura mucho más alta de lo normal.



Ya vemos en esta imagen de hace dos años, que el río por aquí ya no llevaba agua.

Alguna poza quedaba como testigo.

Enseguida nos topamos con el estrecho.

Llegados a este punto es obligado asomarse un poco por el estrecho.

Pero hoy subiremos por la parte izquierda de la imagen, aquella mañana las lajas de piedra estaban muy resbaladizas, las vemos brillar. Hoy nos las hemos encontrado totalmente secas.
Subiremos aproximadamente desde los 1000 metros de altitud, a la entrada del estrecho del Trabaque, hasta los 1470 del vértice geodésico de Rocho Curtio, en lo alto de una ceja que se asoma a la vertiente del Escabas. Desde allí veremos Poyatos, parte del Cerviñuelo, los Olmos, y buena parte de la sierra, a pesar de que esta ceja está cubierta de vegetación.

Después de un buen rato de constante ascenso llegamos a este puntal, prácticamente hemos salvado todo el desnivel positivo de la mañana.

Los muchachos toman posesión de esta puerta de la serranía.



Estamos ya a unos 1400 metros, y aparece esta pequeña cresta rocosa, la seguimos en busca del vértice de Rocho Curtio. 

Vemos al fondo el estrechamiento del Trabaque.

En estas zonas altas no es extraño encontrar las cicatrices de los rayos en los pinos.

Esta debe ser bastante reciente.

Muy cerca del Picayo, la roca se apodera de los suelos.

Suelos que piden agua a gritos.

Pasamos junto a Rocho Curtio, 1470 metros de altitud.

Y seguimos avanzando por la cresta.

Nos asomamos para ver Poyatos.

Un poco mas adelante del vértice, cogemos un vallejo para bajar paralelos al camino de subida del Pr, aquí no hay senda, bajaremos entre pinos y espinos.

Y roca.

Nos va sorprendiendo este vallejo, y es que en cualquier punto de la Serranía podemos encontrar pequeñas ciudades encantadas.



Y refugios de pastores, en cualquier pequeño abrigo rocoso, siempre hay algún vestigio de ocupación.

Preparado para resguardarse de las inclemencias del tiempo.


Para entrar a vivir!!

Seguimos la marcha.

Entre piedras en equilibrio.



Hoy la ruta no es demasiado larga, enseguida llegamos a un punto en el que no podemos seguir por el fondo del barranco, con lo que decidimos enlazar con el camino de subida al Picayo, nosotros vamos de bajada. Estamos ya a un paso del estrecho, pasamos por unas naves ganaderas y terminamos la ruta.


Por el vallejo de la derecha veníamos bajando, ahora por esta senda enlazamos con el pr, para terminar la caminata.

El recorrido de hoy, empezando en la parte de abajo del mapa.

Al final unos 9 Km. hoy ha sido breve, pero siempre encontramos alguna curiosidad por ahí perdida en el monte. Terminamos con los refrescos pertinentes en Villalba de la Sierra.


Hasta pronto!!!



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