Nieblas por los miradores en Las Majadas.

 Domingo, 8 de Noviembre de 2020.

Segundo domingo de Noviembre, el otoño va avanzando y poco a poco las mañanas se ponen más húmedas. Cuando los anticiclones nos invaden, podemos ser testigos del fenómeno de la niebla, que nos deja imágenes como las de hoy.

La ruta de hoy va por tierras bien conocidas también, volvemos a Las Majadas, y vamos a bajar por La Solana de Uña a los huertos bajo el picón de Royo Frío, aprovechando un viejo camino o senda al que enlazamos desde la zona de Los Callejones. Hace unos años, descubrimos este viejo camino que enlaza con el sendero de Las Fuentecillas, y hoy volvemos a bajar por aquí. Luego subiremos siguiendo ya el trazado del sendero, para ponernos sobre los cortados calizos, y disfrutaremos de las vistas. Dejamos los vehículos junto a los Callejones, y empezamos la caminata.


Desde el mirador del Tío Cogote, con las nieblas a nuestros pies. 

Empezamos caminata.

Es Otoño, y las setas están presentes en cualquier caminata por la serranía.

Vamos cogiendo el hilo del camino que nos baja por la solana.

Este vallejo, pasando por Las Fuentecillas, desemboca en el arroyo del Molinillo.

Por aquí se descuelga sobre las Fuentecillas.

Junto al camino que baja desde las Majadas, el paraje de Las Fuentecillas,  a la izquierda el arroyo del Molinillo. Estamos entrando en zona de niebla. El camino termina en este rincón, a partir de ahí continúa la senda y el sendero señalizado, nosotros caminamos por arriba.

Cuando hay niebla, la humedad impregna todos y cada uno de los soportes que encuentra a su alcance.

La niebla, y los tímidos rayos de sol, nos hacen caminar envueltos en un halo mágico.

Para halo mágico el que tenemos allí arriba, roca, sol y niebla.

Caminando por la vieja plataforma de este antiguo camino, y rodeados de niebla que nos impide ver el valle del Júcar, descendemos hasta los huertos de Royo Frío.

Robles en modo Otoño y el valle inundado de nieblas.


La humedad impregna hasta las rocas.

Muy cerca ya de el rincón de Royo Frío, las vacas pastan a sus anchas.

Y nos hacen de guías improvisadas.

En el viejo camino, con sus muros de refuerzo aún en pie,  algo llama la atención. Aunque nosotros vamos a continuar la marcha por la senda del Pr,  que vemos allí a la izquierda.

Empiezan a aparecer los primeros níscalos de la mañana.

La senda se adentra en la niebla.

Y a los lados del camino, las rocas se disponen en formaciones sugerentes.

Rocas colonizadas por pequeñas plantas rupícolas.

Estamos ya en el rincón del Arroyo de Riofrío, con la niebla cada vez más densa aquí abajo.

Este es un buen lugar para hacer la parada del almuerzo. Estamos en la mitad de la ruta de esta mañana, ahora continuaremos por el sendero Pr señalizado, para subir a lo alto de la Muela y ver si podemos contemplar las vistas sobre el valle del Júcar. Hay niebla y no sabemos como estará allí arriba. Tras el almuerzo continuamos ruta, con la sorpresa de encontrar un buen rodal de níscalos.


Los líquenes viven ahora un buen momento con tanta humedad.

El colorido otoñal va dando los últimos coletazos, hemos tenido unos días de viento y lluvias que han dejado a árboles y arbustos completamente despojados de hoja.

Empezamos a subir hacia La Muela, y en un momento nos asalta el hongo.

A pares.

Grandes y sanos.

Después de la algarabía que se genera siempre ante un hallazgo de tal calibre, seguimos ascendiendo por la senda que discurre a la sombra del Picón de Royo Frío.

Y de vez en cuando otro níscalo.

A medida que ganamos altura, la niebla va dejando entrar los rayos de sol sobre la roca.

Una senda extraordinaria.

No se por que nos sentíamos observados.


Un poco antes de culminar el ascenso a La Muela, encontramos un abrigo rocoso formado a base de desprendimientos, donde se daban cobijo los ganados antiguamente.

Al final parece que el sol va ganando la partida.

Y cuando nos situamos sobre los cortados, empezamos a navegar sobre los bancos de niebla.

Con las rocas asomando a ese vacío incierto.

Ahora continuamos la marcha, bordeando los abismos de La Muela, por allí a la derecha de la imagen. Vamos al encuentro del mirador de Tío Cogote.

Bajo el mar de nieblas, el arroyo del Molinillo, el cañón del Júcar, el sifón de Royo Frío, y allí al fondo podemos llegar a ver el depósito de descarga del canal. 

Podemos llegar a imaginar cuando este mar no era de niebla.

¿Despuntaría el Picón de royo frío?

En fin,  hoy tenemos unas vistas que hacen volar la imaginación.

Y un poco más adelante, las Gaviotas, uuhhh, perdón los Buitres.

Que esperan pacientes, tomando el sol, a que las nieblas levanten y poder otear los montes.

Desde el mirador del Tío Cogote, la zona de la Losilla va despejándose al entrar la mañana.

Y como se van levantando las nieblas, el sifón del canal sobre el Molinillo allí abajo se va dejando ver.

La cámara echa humo esa mañana.

De repente, las nieblas se disuelven como por arte de magia.

Se repliegan tras el Picón de Royo Frío.

Y nos dejan ver esta magnífica imagen de La Losilla.


Desde el mirador del Tío Cogote, vamos avanzando pegados a los cortados sobre el arroyo del Molinillo, en dirección de vuelta a Los Callejones. Un poco más adelante, enlazamos de nuevo con el sendero Pr, para poner fin a la ruta de hoy. Las nieblas se han disipado y luce el sol, aunque tengamos algunas nubes en los cielos.


Es imposible no seguir asomados al vacío.

Vamos avanzando en una constante sucesión de puntales.

Y con esta última vista de La Losilla, con su paisaje adehesado, salpicado de Sabinas y Robles, ponemos punto final al relato de hoy.


Desde aquí enlazamos con el sendero pr de los Callejones,  y rápidamente nos ponemos en el punto de partida. Otra buena mañana en el monte, con el aliciente de las nieblas y el ambiente otoñal, que le dan a estos montes un aire mágico. Siempre es bueno recorrer estos parajes en todas las estaciones del año, cada una de ellas guarda sus secretos.

Por supuesto, al final unos tercios como siempre.


Hasta pronto!!!





2 comentarios:

  1. Hola Luis.

    Hay auténticas fotazas en esta entrada, y menudas gaviotas visteis.

    Me imagino que luego os tomasteis los tercios en algún bar de pescadores en algún puerto ;-)

    Un abrazo.

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    1. Gracias Toni.

      Menudos lobos de mar estamos hechos!!!!

      De las fotos no digo na, el paraje se presta, y la niebla hizo el resto.

      Un saludo.

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