Domingo, 31 de Mayo de 2020.
Finales de Mayo, por fin podemos salir a caminar al monte. Esta primavera extraña, nos tiene desorientados. Llevamos muchos días de parón, y unos pocos de paseos confinados por las sendas de Cuenca, hoy ya podemos salir al monte, y recurrimos a un clásico, Valdecabras.
Hoy vamos a tomar contacto con la primavera en la sierra, y Valdecabras tiene dos cosas buenas, cercanía a Cuenca, y un entorno privilegiado de agua y roca que nos permite disfrutar a un paso de casa. Puedo decir que la emoción de sabernos camino del monte, hizo aflorar las emociones.
Haremos una ruta clásica para nosotros, subida por el barranco de la canaleja, y nos asomaremos al puntal de los aserradores, para ponernos frente a Valdecabras, luego seguiremos ruta remontando el río Valdecabras, pero no por el fondo del valle, si no sobre los farallones calizos. Una ruta fácil, para irnos quitando el gusanillo.
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Sin llegar al pueblo, antes de cruzar el puente, dejamos el vehículo y empezamos la caminata. La luz de la mañana se refleja en los tiernos verdes primaverales. |
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Siempre que empezamos la ruta en este punto, es obligada la mirada a los cortados. Caprichos de la erosión. |
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De camino a la Canaleja, pasamos junto a pedazos abandonados, antaño cultivados, pero que hoy son colonizados por las praderas floridas. |
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Tan cerca de Cuenca, una joya. |
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Estos vallejos, cercanos al pueblo, han sido utilizados por los lugareños para ubicar sus huertos. Nos han dejado estos restos que nos recuerdan un pasado próspero en estos lares. |
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Vamos por los viejos caminos, hacia la Canaleja. |
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Nos metemos bajo los grandes Nogales, cargados de Primavera. |
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Y levantamos la vista, para ver por donde vamos a caminar dentro de un momento. El puntal de los Aserradores. |
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Pero seguimos por el fondo del valle de la Canaleja. Verde que te quiero verde. |
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Comienza la ascensión y nos topamos con uno de los manantiales de este vallejo. |
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La primavera ha sido generosa, pero las aguas ya se van filtrando al subsuelo. Los manantiales van reduciendo su caudal. |
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Aunque no es difícil encontrar agua en el mismo trazado de la senda que nos sube a La Canaleja. |
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Ya muy cerca de la fuente, la surgencia aguanta con algo de agua. Y nos muestra su cara más caliza. |
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Aunque muchos de los ramales de esta surgencia, aparecen ya secos. |
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La que está en pleno apogeo es la rosa silvestre. |
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Y el Espino Albar, aunque va dando síntomas de decadencia en su floración. |
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Pasamos por la fuente de La Canaleja, parada obligada, trago de agua y continuamos nuestra marcha. Nos pondremos en la parte alta de la cabecera de este vallejo de la Canaleja. |
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Y aparecen los Gamones de forma masiva. |
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Este año son tan altos, que el peso de las semillas les hace doblegarse. |
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Roca y Gamón. |
Hemos remontado el vallejo que nos deja en la fuente de La Canaleja, y ahora subimos un poco más a la parte alta de estas muelas que rodean Valdecabras. Vamos a continuar nuestra marcha en sentido inverso al que traemos, pero ahora por la parte alta de los cortados calizos, hasta llegar a los Aserradores. En este punto iremos remontando el Valle del río Valdecabras, también por la parte alta. Vamos a verlo.
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Por el fondo de este valle hemos subido. |
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Y ahora venimos caminando por esta parte derecha de la imagen. |
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Hasta que llegamos a los Aserradores. |
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Y vemos al fondo Valdecabras. Un lujo de primavera. |
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Dando la vuelta al puntal, nos asomamos al valle del río Valdecabras. Nosotros caminaremos sobre estos cortados. |
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Y luego, justamente por debajo de ellos. |
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Empezamos a caminar en sentido ascendente respecto al cauce del río Valdecabras, atrás queda el pueblo. |
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La muela está plagada de gamones, estamos como en casa, este año los hemos echado de menos lo que no os podéis imaginar. |
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Aquí vemos perfectamente marcada, la senda por la que vamos a volver al pueblo. Por el piso inferior a los cortados calizos. |
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En la cabecera del valle, las Saleguillas, detrás estaría el alto de La Nava, asomado a Buenache. |
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¿Mas de lo mismo? no. Cada año, la floración del Gamón es diferente, y este año ha sido espectacular. |
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Asomados a los bordes de roca sobre el Valdecabras, paramos para almorzar, hay costumbres que no pueden cambiar, por mucho que se empeñen las circunstancias.
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Así es que cumplimos con el rito. |
Paramos un rato, tomamos un tentempié en forma de barrita nutritiva, nos empapamos con el ambiente primaveral de esta última mañana de Mayo, con unos espectadores inesperados y continuamos la marcha por estos montes de Valdecabras que tanto nos gustan.
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Recogemos el campamento, y allí estaban, observando la escena. |
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Nuestro siguiente objetivo, a tiro de zoom. Por aquel puntal, emprenderemos la vuelta al pueblo. |
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Abajo, los prados empapados de verde. |
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Y en el puntal por el que empezamos la vuelta, la explosión de amarillos. |
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Hemos venido por encima de las rocas, ahora vamos a caminar por debajo. Atravesamos esta estampa floral para encontrarnos con la senda de vuelta. |
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En el fondo del valle, viejos gamellones, espinos en flor. |
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Y tinás abandonadas. |
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Nuestro camino está claro, en el escalón inferior, y sobre la segunda línea de roca, encontramos la senda por la que vamos a caminar ahora. |
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Pasamos junto a viejos corrales, aprovechando el abrigo de la roca. |
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Espinos en flor, que son la estrella de la primavera en la serranía. |
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Y grandes bloques desprendidos, que van a jalonar todo el recorrido. |
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Caminamos por la vertiente de solana, hace un rato caminamos y paramos a almorzar allí arriba. |
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Y las solanas, siempre han sido aprovechadas por los lugareños para ubicar los corrales donde resguardar a sus ganados. |
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Entre desprendimientos, nos aparece de nuevo al fondo el pueblo de Valdecabras. |
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Y de repente, nos ponemos de nuevo en los Aserradores, pero esta vez en el piso inferior. Antes nos asomamos desde allí arriba. |
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Y aunque esta panorámica nos ha quedado un poco chata, podemos ver nuestro recorrido de hoy. A la izquierda la canaleja, Aserradores en el centro y río Valdecabras a la derecha. |
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Aquí vemos el recorrido sobre el valle del río Valdecabras, y por donde vamos a bajar, si, un poco a lo "mecagoendiez", pero en un momento nos ponemos a nivel del río y llegamos al final de la ruta de hoy. |
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Dejamos las vistas a Valdecabras. |
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Y en un momento nos situamos en la orilla del río, con sus viejos puentes, y nuevas mesas donde descansar un rato y disfrutar del momento. |
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Un río de aguas puras, donde todavía podemos encontrar truchas autóctonas. |
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Insectos de todo tipo. |
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Fuentes por todo el valle. |
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Y si somos pacientes, los lagartos nos hacen una visita. |
Todo esto, a quince minutos del centro de Cuenca. No digo más.
Bueno si, que los tercios los echamos en Cuenca como está mandao.
Hasta pronto!!!