Sierra de Valdecabras, Pico de la Grulla.

Domingo, 29 de Octubre de 2017.


Terminamos octubre con la misma sequía que venimos padeciendo todo el año. Hoy volvemos a la zona de Valdecabras para asomarnos al Valle del Cambrón sobre el Pico de la Grulla. Esta sierra de Valdecabras tiene muchas y muy buenas rutas, y si nos encontrásemos en días lluviosos mucho mejor, esto sería un sin vivir de surgencias y torrentes. El caso es que hoy tenemos que lidiar con la mañana seca y calurosa que nos toca.

Con los vehículos estacionados sobre la fuente de la Canaleja, tomamos el camino del campillo, luego el de la fuente Miguel, y finalmente el arroyo de la vertiente del agua, para llegar muy cerca de la entrada al Valle del Cambrón, desde donde lo remontaremos por su margen izquierda hasta llegar al pico de La Grulla. Luego sobre nuestros pasos, retomamos los caminos de la mañana para volver al punto de partida.

Una buena mañana para caminar, a pesar de este otoño fallido que estamos padeciendo.


Cuando llegamos a los bordes del valle, las vistas son imponentes.

Pero hay que empezar por el principio y hoy es temprano, estamos muy cerca de Cuenca y se nota, enseguida estamos caminando, avanzamos rápido por estos caminos que luego serán sendas.

Aquí las caminantas.

Muy cerca de los bordes del valle aparecen variadas formaciones rocosas, las dejamos estar, seguimos ruta hacia la parte baja del valle.


Justo antes de entrar al arroyo de la vertiente del Agua, con un poco de zoom, vemos las nieblas en el valle del Júcar, muy cerca de Villalba de la Sierra.

Estamos junto a la Ciudad Encantada, aquí todo es roca.

Bajando ya por la senda del barranco, es cómoda, a la espalda del pico de La Grulla empieza este suave barranco.

Mas que barranco es un vallejo.

Se anda muy bien por aquí.

Y se almuerza mejor, hemos hecho la parada de rigor antes de acometer el remonte del Cambrón.

Los colores del otoño se asoman tímidamente.

Pero hoy la ruta es principalmente de roca.



Antes de llegar a la puerta de entrada al Valle del Cambrón, decidimos recortar camino buscando ya los bordes del Valle, saltamos la loma que nos separa de este y empezamos camino de vuelta.



Salvamos el pequeño desnivel que nos separa del valle del Cambrón.

La cuestecilla hace que nos aliviemos los ropajes.

En el centro de la imagen vemos es serpenteante barranco del Cambrón saliendo del valle. Un poco más arriba el Júcar, con los chopos bastante desnudos ya en este otoño fallido.

Vamos bajando hacia el borde del barranco.



Y en cuanto nos asomamos, ya podemos apreciar la magnitud de este valle.


Ahora vamos a ir remontando el barranco por encima de estas rocas, asomándonos al mismo desde los innumerables miradores que nos vamos a ir encontrando hasta llegar al Pico de La Grulla.

Lástima no poder disfrutar de este valle en toda su dimensión, recorrerlo por dentro en épocas de lluvia y agua sería un lujo.

 Nos conformamos con ver estos paredones.

Iremos a salto de roca.

Viendo los tajos que se asoman al vacío.

Y los Acebos y tantos otros arbustos que nacen en estas grietas de la roca.

Aprovechando los pasos de animales que hay por todas partes, el avance es bastante sencillo.



Nos ponemos ya frente a la peña del Algibe, en la otra orilla del valle.

Y aprovechamos para un poco de postureo.

Con el complejo cinegético del Cambrón de fondo.

Y las rocas, que protagonizan la mañana.


Con todo tipo de formas y tamaños.

Hablando de complejo, el zoom nos lo acerca un poco y vemos que está para entrar a vivir, menudo despliegue!!!

Pero nos centramos en lo nuestro, y aprovechamos los marcos que nos ofrece la roca.

Una vista atrás, a la cornisa que venimos recorriendo, al fondo el valle del Júcar.

Desde el pico de la Grulla, estamos a escasos doscientos metros de los caminos que traíamos a primera hora, desde este punto retomamos los pasos de esta mañana para volver al punto de partida.



Con la peña del Algibe, presidiendo la cresta que separa el Cambrón del Océñigo.

Y llegados aquí, pues la típica foto.

Con el valle del Júcar y hasta el Campichuelo al fondo.

Nos hicimos la foto de rigor.

Y con esta vista del valle, totalmente reseco en este otoño para olvidar, despedimos la mañana.


Desde aquí enlazamos con los caminos que hicimos esta mañana y en un momento nos pusimos de vuelta en los coches. Al final salió una buena ruta, que terminamos en Cuenca refrescando con los tercios pertinentes.


Hasta pronto!!!

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